Por Pablo Giuliano
SAO PAULO, 4 may (Xinhua) -- Brasil necesita emprender una transformación sobre todo en materia de desarrollo agrícola para estar preparado ante eventos climáticos extremos, como el vivido durante la última semana en en el estado de Rio Grande do Sul (sur), consideró hoy sábado la meteoróloga Ana Alves.
En entrevista con Xinhua, la científica del Centro de Investigaciones Meteorológicas y Climáticas Aplicadas en Agricultura de la Universidad de Campinas explicó que lo ocurrido en Rio Grande do Sul es producto de una suma de fenómenos atmosféricos influenciados por los efectos del calentamiento global.
Por ello, advirtió, Brasil y otros países deberán acelerar lo más rápido posible las medidas de corto, mediano y largo plazo para prepararse para eventos climáticos extremos que, con el calentamiento global, llegaron para quedarse, sobre todo en el modelo de desarrollo agrícola, sin agredir a los bosques nativos.
"En esta proporción no se ha vivido algo así nunca", recordó la experta, en referencia a la catástrofe climática que se vive desde hace casi una semana en Rio Grande do Sul.
"Brasil es un país que no tiene antecedentes en eventos extremos a lo largo de su historia, pero sí sufre eventos extremos en los últimos años, por lo cual es necesario y urgente iniciar una transformación", explicó durante una entrevista con Xinhua.
En ese sentido, destacó las acciones de Brasil para iniciar una transición energética de su matriz productiva, lo cual es"un potencial enorme en términos de energías renovables".
"Tenemos que tener una visión urgente y necesaria y estamos aprendiendo con las tragedias y así vamos a tener más conciencia de actuar rápidamente. No es una situación simple", evaluó.
Hasta el momento, las lluvias registradas en Rio Grande do Sul han provocado 56 fallecidos, más de 32.000 evacuados, unos 356.000 sin energía eléctrica y casi 200 carreteras y puentes destrozados por la subida inédita de los ríos.
La meteoróloga analizó que, en este caso, el estado sufrió una conjunción de fenómenos climáticos que dejaron la lluvia sobre la región, impidiendo alejar a las nubes cargadas y provocando las lluvias y los deslizamientos de tierra que afectaron a más de 200 ciudades, incluida su capital, Porto Alegre.
"En cuestiones climáticas, tenemos un aumento de temperaturas, el calentamiento global, que provoca el aumento de temperaturas en el Oceáno Atlántico. Tenemos en el Pacífico el efecto El Niño que todavía no se disipó y que colabora para lluvias más voluminosas", detalló, al tiempo que recordó que en la décda de 1940 Rio Grande do Sul sufrió un evento climático extremo, pero esta situación es más grave.
En ese sentido, la científica subrayó que a partir de la experiencia de estos eventos extremos, es necesaria un cambio de paradigma, empezando por el "necesario cambio en la forma de agricultura, recuperando bosques y la calidad del suelo".
"Hay una serie de factores: la cuestión de cambio climático con los eventos extremos muestra la falta de adaptación, no hemos planificado a tiempo. Hay que tener una planificación más sotenible para preservar la naturaleza", explicó.
Alves incluyó además en ese cambio de paradigma la necesidad de "mejorrar el sistema de alertas ante eventos climáticos, concientización de la población para evitar pérdidas humanas".
