Por Raúl Menchaca
(Xinhua/Liu Dawei)
TOKIO, 30 jul (Xinhua) -- La cubana Idalys Ortiz logró hoy viernes la medalla de plata en la categoría de más de 78 kilogramos de judo en los Juegos Olímpicos de Tokio y de esa forma subió al podio olímpico por cuarta vez consecutiva.
Ortiz, alta y fornida, cayó por ippon por acumulación de penalizaciones arbitrales en la disputa del título en el Nippon Budokan ante la japonesa Akira Sone, en un combate muy táctico que se definió en "regla de oro" después de casi nueve minutos de enfrentamiento.
El subtítulo de la cubana es la segunda presea que alcanza la delegación cubana en Tokio, donde hace tres días el competidor de taekwondo Rafael Alba logró el bronce en la división de más de 80 kilogramos.
Cuba aspira a mantenerse entre las 20 primeras delegaciones en el medallero de los Juegos Olímpicos, meta muy ambiciosa al considerar su reducida delegación de 69 deportistas.
Ortiz, de 31 años, refirió a la prensa su desempeño en los presentes Juegos Olímpicos, que consideró como una de las mejores competencias de su vida, después de padecer del nuevo coronavirus, y con apenas dos meses y medio de entrenamiento.
"Muchos vieron imposible esta medalla, pero yo no. Me sacrifiqué y en apenas dos meses y medio me puse a punto para estar aquí, así que estoy satisfecha", dijo con firmeza.
La deportista, siempre sonriente, dejó una puerta abierta sobre su retiro del judo, al elogiar a la cubana ya retirada Driulis González, quien también ganó cuatro medallas olímpicas.
"Driulis ha sido la atleta mejor ranqueada de nuestro judo y siempre ha sido mi ídolo. Cuando competí en Beijing ella estaba buscando su quinta medalla olímpica, y yo sólo pensaba en imitarla. Hoy la estoy igualando y si me propusiera buscar otra medalla olímpica, la idea no sería superarla, sino seguir un legado", apuntó.
La cubana dedicó el subtítulo a su padre, fallecido hace nueve meses, porque "es la primera vez que él no la puede disfrutar".
Ortiz entrena en La Habana siete horas diarias, que al no haber tantas practicantes de judo cubanas en su peso, lo hace con hombres, una dura preparación que le ha permitido además alcanzar en Campeonatos Mundiales dos oros, dos de plata y cuatro bronces, desde 2009 hasta la fecha.
Uno de sus entrenadores la fichó en la calle, al fijarse que era una niña de fuerte constitución física, con lo que empezó una carrera en la que su primer título fue la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007.
Con 18 años y bajo la tutela del entrenador Ronaldo Veitía, participó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde obtuvo medalla de bronce, tras caer en semifinales ante la china bicampeona mundial Tong Wen.
La consagración llegó en la siguiente cita estival, en Londres 2012, en que conquistó la corona de su división y recibió el Botón de Oro que otorga por la trayectoria deportiva el Comité Olímpico Internacional.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, la cubana terminó con plata y este año encabezó la clasificación mundial en su categoría.
Hace unas semanas sonaron las alarmas cuando Ortiz terminó quinta en el Mundial de la especialidad en París, algo que preocupó a la afición cubana, acostumbrada a verla en el podio.
La competidora de judo aseguró entonces a Xinhua que no estaba preocupada con ese resultado, pues antes había enfermado de la COVID-19, a lo que se sumó el obligado aislamiento generado por la pandemia y la falta de una preparación internacional adecuada.