Por Raúl Menchaca
TOKIO, 4 ago (Xinhua) -- El boxeador cubano Arlen López ganó hoy miércoles en la división de los 81 kilogramos de los Juegos Olímpicos de Tokio y de esa forma conquistó su segundo oro olímpico consecutivo.
El cubano, campeón de los Juegos de Río de Janeiro 2016 en la división mediana, superó en la capital japonesa al británico Benjamin Whittaker, en una pelea en la que volvió a dominar como hizo en sus tres combates preliminares, ganados 5-0 en la Arena Kokugikan.
"Sentí algo de presión, pero eso me hizo salir al 100 por ciento en cada asalto de la competencia", confesó el flamante bicampeón.
El peleador explicó que en esta ocasión logró repetir el oro olímpico en otra división, a pesar de haber cumplido un ciclo competitivo muy atípico como consecuencia de la pandemia.
"Las dos medallas tienen importancia, aunque esta tiene un poco más de connotación porque llegué a esta división desde cero", afirmó al conversar con periodistas.
López, de 28 años, aseguró que seguirá boxeando, ahora con renovada motivación, no solo por sus dos títulos olímpicos, sino porque además su esposa espera gemelos, así que no descartó la posibilidad de presentarse en los venideros Juegos Olímpicos de París 2024.
Nacido el 21 de febrero de 1993 en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental de Cuba, el flamante bicampeón se inició en el boxeo a los 10 años a escondidas de su madre, luego de hacer pruebas fallidas en el béisbol.
Un ex boxeador guantanamero, Eleodoro "Duque" Stable, descubrió las condiciones naturales del pequeño y lo entrenó durante varios meses sin que lo supiera la madre, quien se oponía a que su hijo creciera "entre broncas y piñazos".
Ganar un primer torneo entre infantiles le abrió la puerta a la aceptación materna y desde entonces se dedicó a un deporte que considera como "una pasión".
Con 18 años, López se incorporó al equipo nacional en la división de los 69 kilogramos, un peso en el que había relevantes boxeadores cubanos, como el actual doble campeón olímpico Roniel Iglesias.
Su primer oro internacional llegaría en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014, victoria con la que inició una cadena de éxitos que hoy en día le permiten tener en sus vitrinas un enviable palmarés.
"En cuatro años de trabajo alcancé todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo a los que se puede aspirar. He logrado en poco tiempo lo que muchos deportistas no han podido en toda su carrera deportiva y eso me hace un boxeador feliz", dijo en entrevista al diario oficial "Granma".
Desde que a los 13 años descubrió que tenía igual golpe con la derecha que con la izquierda, perfeccionó su técnica y ahora es un peligroso peleador ambidextro de una exquisita técnica.
No se considera como un púgil de pegada, pero en la VI Serie Mundial organizada en La Habana en 2016, ganó sus cinco combates por caída técnica y desde entonces acumula varias victorias por esa vía.
Se auto evalúa, sin embargo, como un boxeador muy técnico, que trabaja de manera ardua en los entrenamientos para combatir en las tres distancias, en peleas a tres asaltos, que son sus favoritas.
López es de hablar pausado y de declaraciones sin estridencia, además de que gusta de permanecer en familia y reunirse con sus amigos del barrio natal para celebrar las victorias.
"Yo no soy un joven que ande con extravagancias. No me gustan las discotecas, ni el bullicio público, sin embargo, me encanta ver películas tanto en los cines, como en la casa, y escucho cualquier cantidad de música, en especial 'hip hop', y me gusta mucho el pollo frito", afirmó el peleador.
La escuadra cubana de boxeo, que clasificó a siete hombres en los presentes Juegos Olímpicos, ya tiene un oro ganado por Roniel Iglesias, en los 69 kilogramos, y un bronce de Lázaro Alvarez, en los 57.
Los cubanos que todavía siguen en competencia son Julio César La Cruz, que el próximo viernes estará en la final de los 91 kilogramos, así como Andy Cruz, que el mismo día tratará de asegurar la plata en los 63.