Tokio 2020-ESPECIAL: Omara Durand, la estrella cubana del deporte paralímpico
  Spanish.xinhuanet.com | 2021-09-04 20:49:21

Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 4 sep (Xinhua) -- La velocista Omara Durand ganó hoy su tercera medalla de oro en igual número de apariciones en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, con lo que se convirtió en la estrella de la delegación cubana y acumuló de esa forma ocho títulos en cuatro ediciones de esas singulares lides.

La cubana, que compite en la categoría T-12/T-13 de discapacitados visuales, logró en compañía de su guía Yuniol Kindelán los títulos en 100, 200 y 400 metros planos para mantener una trayectoria de diez años invicta sobre las pistas, desde su primera victoria en el Mundial disputado en la ciudad neozelandesa de Christchurch, en 2011.

Bajo una pertinaz lluvia, Durand cerró el sábado su actuación en el Estadio Olímpico de Tokio al ganar los 200 metros con crono de 23,03 segundos, válido para batir por una centésima su propio record mundial.

En la prueba reina del atletismo, los 100 metros, la antillana había parado los cronómetros en 11,49 segundos, un tiempo ligeramente superior al récord del mundo que posee con 11,40.

Antes dominó los 400 metros en una carrera en la que acusó los nervios del debut en la capital japonesa y aunque marcó un tiempo de 52,58 segundos, no pudo romper su propia marca mundial de 51,77, implantada en Río de Janeiro, en septiembre de 2016.

Con ocho títulos en su palmarés, Durand es la cubana más laureada en las citas paralímpicas, tras superar a Enrique Cepeda, quien ganó siete medallas en distintas disciplinas del atletismo durante su participación en cuatro Paraolimpiadas, desde Barcelona 1992 hasta Atenas 2004.

A punto de cumplir 30 años, la velocista inició su vida deportiva en una escuela interna para niños ciegos y débiles visuales, en su natal Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia del país y ubicada a unos 900 kilómetros al sudeste de La Habana.

El entrenador Reynaldo Cascaret la inició en el atletismo, un deporte que ella misma reconoce comenzó como un juego "hasta que me enamoré de las carreras".

Debutó en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008, donde no obtuvo resultados relevantes, una frustración que al mismo tiempo la obligó a ser más disciplinada y responsable en los entrenamientos.

Los primeros títulos llegaron en Londres 2012, donde ganó las carreras de 100 y 400 metros, lo que le abrió las puertas al reconocimiento internacional.

Cuatro años más tarde, en Río de Janeiro 2016, acompañada entonces por Kindelán, triunfó en 100, 200 y 400, a pesar de que un año y medio antes había dado a luz a su hija Ericka, a quien considera como "la mayor inspiración" de su vida.

"A los tres meses me reincorporé. Estaba muy gorda y lo primero que me propuse fue bajar de peso. Me costó trabajo, pero lo logré y entonces me enfoqué en retomar mi forma deportiva", rememoró en una vieja entrevista.

Durand recordó haber pasado momentos muy difíciles que supo superar por su propia voluntad y la ayuda de su entrenadora Miriam Ferrer, aunque ahora considera que sus resultados han sido mucho mejores después de la maternidad.

"No pienso que Tokio sea mi final en el deporte. Cuando termine me gustaría superarme profesionalmente. También mi familia es corta, porque tengo una sola hija y quisiera tener uno o dos más", adelantó la corredora.

Los tres títulos alcanzados por Durand en Tokio se sumaron al oro logrado por el saltador de largo Robiel Yankiel Sol en la categoría T-46/T-47 y la plata de Leinier Savón, también en salto de longitud, pero en T-12, así como el bronce del discóbolo Leonardo García en la clase F-56.

Cuba no logró su aspiración de ubicarse entre los 20 primeros en el medallero por países y regiones, y concluyó en el lugar 33 en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico: xinhuanet_spanish@news.cn
Volver Arriba

Tokio 2020-ESPECIAL: Omara Durand, la estrella cubana del deporte paralímpico

Spanish.xinhuanet.com 2021-09-04 20:49:21

Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 4 sep (Xinhua) -- La velocista Omara Durand ganó hoy su tercera medalla de oro en igual número de apariciones en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, con lo que se convirtió en la estrella de la delegación cubana y acumuló de esa forma ocho títulos en cuatro ediciones de esas singulares lides.

La cubana, que compite en la categoría T-12/T-13 de discapacitados visuales, logró en compañía de su guía Yuniol Kindelán los títulos en 100, 200 y 400 metros planos para mantener una trayectoria de diez años invicta sobre las pistas, desde su primera victoria en el Mundial disputado en la ciudad neozelandesa de Christchurch, en 2011.

Bajo una pertinaz lluvia, Durand cerró el sábado su actuación en el Estadio Olímpico de Tokio al ganar los 200 metros con crono de 23,03 segundos, válido para batir por una centésima su propio record mundial.

En la prueba reina del atletismo, los 100 metros, la antillana había parado los cronómetros en 11,49 segundos, un tiempo ligeramente superior al récord del mundo que posee con 11,40.

Antes dominó los 400 metros en una carrera en la que acusó los nervios del debut en la capital japonesa y aunque marcó un tiempo de 52,58 segundos, no pudo romper su propia marca mundial de 51,77, implantada en Río de Janeiro, en septiembre de 2016.

Con ocho títulos en su palmarés, Durand es la cubana más laureada en las citas paralímpicas, tras superar a Enrique Cepeda, quien ganó siete medallas en distintas disciplinas del atletismo durante su participación en cuatro Paraolimpiadas, desde Barcelona 1992 hasta Atenas 2004.

A punto de cumplir 30 años, la velocista inició su vida deportiva en una escuela interna para niños ciegos y débiles visuales, en su natal Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia del país y ubicada a unos 900 kilómetros al sudeste de La Habana.

El entrenador Reynaldo Cascaret la inició en el atletismo, un deporte que ella misma reconoce comenzó como un juego "hasta que me enamoré de las carreras".

Debutó en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008, donde no obtuvo resultados relevantes, una frustración que al mismo tiempo la obligó a ser más disciplinada y responsable en los entrenamientos.

Los primeros títulos llegaron en Londres 2012, donde ganó las carreras de 100 y 400 metros, lo que le abrió las puertas al reconocimiento internacional.

Cuatro años más tarde, en Río de Janeiro 2016, acompañada entonces por Kindelán, triunfó en 100, 200 y 400, a pesar de que un año y medio antes había dado a luz a su hija Ericka, a quien considera como "la mayor inspiración" de su vida.

"A los tres meses me reincorporé. Estaba muy gorda y lo primero que me propuse fue bajar de peso. Me costó trabajo, pero lo logré y entonces me enfoqué en retomar mi forma deportiva", rememoró en una vieja entrevista.

Durand recordó haber pasado momentos muy difíciles que supo superar por su propia voluntad y la ayuda de su entrenadora Miriam Ferrer, aunque ahora considera que sus resultados han sido mucho mejores después de la maternidad.

"No pienso que Tokio sea mi final en el deporte. Cuando termine me gustaría superarme profesionalmente. También mi familia es corta, porque tengo una sola hija y quisiera tener uno o dos más", adelantó la corredora.

Los tres títulos alcanzados por Durand en Tokio se sumaron al oro logrado por el saltador de largo Robiel Yankiel Sol en la categoría T-46/T-47 y la plata de Leinier Savón, también en salto de longitud, pero en T-12, así como el bronce del discóbolo Leonardo García en la clase F-56.

Cuba no logró su aspiración de ubicarse entre los 20 primeros en el medallero por países y regiones, y concluyó en el lugar 33 en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

010020070760000000000000011100001310168343