CARACAS, 16 sep (Xinhua) -- La región de América Latina y el Caribe está llamada a impulsar "mecanismos no imperiales" de integración de sus países, que supongan el reemplazo de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo el experto venezolano Cristóbal Cornieles.
En entrevista concedida a Xinhua, el coordinador académico de la Maestría en Derechos Humanos de la Universidad Bolivariana de Venezuela consideró que lo anterior supone proyectar una Geopolítica del Sur, promotora de un orden geopolítico alternativo, que actúe de forma respetuosa al derecho internacional y en defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Respecto a la Organización de Estados Americanos (OEA), Cornieles la considera "un organismo intergubernamental que, bajo un camuflaje institucional de multilateralismo, pretende instrumentalizar las políticas exteriores de los países soberanos de América Latina y el Caribe, bajo la Agenda Hemisférica unilateral de los Estados Unidos".
Cornieles dijo que, pese a que los documentos fundacionales de la OEA contemplaban la no intervención en los Estados, "en la práctica ha constituido uno de los instrumentos de la proyección geopolítica de Washington en América Latina y los Estados del Caribe, desarrollando una larga historia de irregularidades vinculadas a los intereses de EE. UU."
El magíster en derecho constitucional egresado de la Universidad de Valencia, España, aseveró que las raíces de la OEA están profundamente ligadas a las de Estados Unidos, ya que fue creada para servir a los intereses hegemónicos de esta "potencia colonial" que busca dominar a los países de la región.
Puntualizó que, el organismo se ha sustentado en una "ideología panamericanista" que se basa en las premisas colonialistas del "Destino Manifiesto" y la "Doctrina Monroe", las cuales consideran al resto de territorio americano como una especie de apéndice de Estados Unidos.
"Tal ideología, presentada falsamente como un multilateralismo interamericano, expresa la agenda común de Washington y de las élites latinoamericanas en su afán de erradicar toda iniciativa tildada de comunismo en el continente", manifestó el abogado y analista internacional.
Relató que, como evidencia de ello, en 1962 expulsaron a Cuba de la OEA mediante una resolución que establecía que "la adhesión de cualquier miembro de la OEA al marxismo-leninismo es incompatible con el sistema interamericano". Sin embargo, ninguna de las dictaduras militares de entonces fueron excluidas.
Cornieles consideró que el principal daño que ha generado la OEA a la región es la imposición de unas relaciones interestatales que han servido para fragmentar la unidad de las naciones.
Precisó que, a su juicio, la OEA ha perdido la confianza de las naciones de la región porque "se constituyó en instrumento intervencionista".
Detalló que, desde que Luis Almagro asumiera el secretario general de la OEA, se ha esforzado en restablecer la hegemonía estadounidense en la región. Su protagonismo en la promoción y justificación del Golpe de Estado en Bolivia en 2019 ha sido repudiado por diversos Gobiernos de la región.
El experto estimó además que la referida organización "es inoperante como árbitro diplomático", porque la OEA no logró imponerse como árbitro de los diferendos entre los países de la región, en torno a las rivalidades fronterizas poscoloniales.
Recordó que "no se tuvo en cuenta ni cuando se resolvió el conflicto del Canal del Beagle entre Chile y Argentina (en 1984), ni tampoco cuando se firmó la paz entre Ecuador y Perú (en 1998)".
Además, el analista venezolano consideró a la OEA "inoperante jurídicamente como instancia multilateralista".
Al respecto, explicó que, cuando las naciones integrantes lograron sublevarse contra las directrices de Washington, la Casa Blanca "hizo caso omiso de las resoluciones de los Estados miembros y actuó de manera unilateral".
Por lo tanto, Cornieles reiteró que "se requiere impulsar un nuevo regionalismo" y consideró perentoria la consolidación de las instancias de integración latinoamericanas y caribeñas, que operen "bajo una lógica de mutuo respeto, solidaridad y complementariedad".
Mencionó como organismos pioneros de la integración regional a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR); a las que consideró como espacios de integración política, económica y de defensa de la autodeterminación de los pueblos de la región.
