BUENOS AIRES, 28 sep (Xinhua) -- El académico argentino Patricio Giusto destacó que China ha logrado la construcción de una sociedad moderadamente próspera, a través de una experiencia de modernización que es valiosa como ejemplo y contribuye al desarrollo mundial.
"La modernización de China se caracteriza por buscar la prosperidad común y el progreso material y cultural equilibrado para todos", dijo el analista en diálogo con Xinhua en reacción a la publicación este martes por la Oficina de Información del Consejo de Estado del libro blanco titulado "El viaje épico de China de la pobreza a la prosperidad".
Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino, enfatizó que el desarrollo integral de China "permite la coexistencia armoniosa entre seres humanos y naturaleza, y se destaca por ser un desarrollo pacífico, que tiene lugar para todos".
"La visión global de China es un ejemplo, porque el país asiático ocupa una centralidad a nivel internacional, pero no para excluir a otros, sino para integrar y lograr que su progreso sea beneficioso para todos los pueblos", consideró el analista.
Giusto anotó que la modernización de China será compartida por una enorme población.
La consolidación de China como una economía que ha logrado metas impresionantes, como la eliminación de la pobreza y la construcción de una sociedad moderadamente próspera, es algo muy positivo para los residentes en China y para el mundo en su conjunto, resaltó.
El profesor visitante en la Universidad de Zhejiang destacó que en ese camino el país asiático "ha sido constante en la promoción de la paz a nivel global. China está consolidada como una potencia que defiende su soberanía y contribuye al desarrollo de la paz internacional".
Giusto valoró que la experiencia de China da una nueva opción a países y regiones que buscan alcanzar el crecimiento.
Remarcó que "China ha dado cumplimiento a una de las dos 'metas centenarias', que es la erradicación total de la pobreza extrema. Según datos del Banco Mundial, en los últimos 40 años China sacó de la pobreza extrema a 770 millones de personas, cifra que representa más del 70 por ciento de la reducción mundial de la pobreza en ese período".
"China alcanzó con casi 10 años de anticipación el objetivo de reducción de la pobreza de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, siendo la única gran potencia en lograr esa meta. Se trata de la mayor revolución social de la historia de la humanidad, por su magnitud y por el relativo corto período en que fue lograda", afirmó el analista.
Giusto señaló que junto con la reducción de la pobreza, el nivel de ingresos de las clases bajas ha aumentado sustancialmente, a la par de una mejora significativa en el desarrollo económico y en las condiciones integrales de vida.
"China ha logrado una exitosa integración y desarrollo armonioso entre campo y ciudad, pese a los desafíos pendientes en ese sentido. Se han fijado políticas específicas para favorecer a campesinos, mujeres, minorías étnicas, desocupados, adultos mayores y niños en condición de pobreza o abandono", dijo.
El director de la Consultora Diagnóstico Político enfatizó que en el camino de la pobreza a la prosperidad, para el año 2049, año centenario de la fundación de la República Popular China, la segunda gran meta es convertir a China en un "país socialista moderno".
"La estabilidad política que caracteriza a China ha favorecido la continuidad de las políticas exitosas en materia de desarrollo económico y reducción de la pobreza. La conducción del Partido Comunista de China (PCCh) ha permitido el cumplimiento efectivo de los grandes objetivos de largo y mediano plazo", observó el académico.
A la luz de los logros y el progreso obtenido, el rumbo elegido por el PCCh goza de amplio consenso y aceptación social en el pueblo chino, subrayó Giusto.
El analista valoró además que la apertura gradual e inteligente de China a partir de 1978 ha tenido resultados espectaculares, y el PIB, las exportaciones de manufacturas y las inversiones registraron tasas inéditas de crecimiento en la historia, sobre todo a partir de los años noventa.
"Tras el inicio en 2014 de la fase económica de 'nueva normalidad', con menor crecimiento y énfasis en el mercado interno y la innovación, la pobreza siguió bajando de manera sostenida y el desarrollo económico se siguió afianzando", explicó.
El experto resaltó que "mientras el mundo atraviesa un momento crítico por la pandemia de COVID-19, la experiencia de China deja lecciones para aprender, mientras que la idea de la comunidad de futuro compartido para la humanidad que promueve Beijing se plantea casi como una necesidad".