BEIJING, 18 oct (Xinhua) -- China logró un crecimiento económico estable en los primeros tres trimestres de este año, con lo que se mantiene en camino para cumplir su objetivo de crecimiento anual a pesar de los múltiples retos, incluida una crisis energética y un resurgimiento de casos de COVID-19.
El producto interno bruto del país (PIB) alcanzó los 82,31 billones de yuanes (alrededor de 12,8 billones de dólares) en los primeros tres trimestres del año, una expansión de 9,8 por ciento interanual. La cifra está muy por encima de su objetivo de crecimiento anual de "más de 6 por ciento", mostraron datos del Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
"La economía china ha mantenido el impulso de recuperación en los tres primeros trimestres con progreso en el ajuste estructural y el desarrollo de alta calidad", dijo el portavoz del BNE, Fu Linghui, en una conferencia de prensa.
En el tercer trimestre, el PIB del país aumentó 4,9 por ciento interanual, más lento que el crecimiento de 18,3 por ciento en el primer trimestre y de 7,9 por ciento en el segundo trimestre.
La moderación del tercer trimestre fue afectada por el resurgimiento de la pandemia, las inundaciones y una elevada base de comparación el año pasado, indicó Fu, quien añadió que la economía mostró una fuerte resiliencia y vitalidad a pesar de esos desafíos.
"China es capaz de lograr sus objetivos de desarrollo social y económico para todo el año", afirmó.
La segunda mayor economía del mundo enfrentó una serie de desafíos en el tercer trimestre. Las intensas lluvias de verano generaron severas inundaciones en muchas provincias, alterando las actividades económicas. En diversas ciudades se registró una nueva ronda de resurgimiento de la COVID-19 atribuible a la variante Delta, lo que añadió presión a los gobiernos locales para mantener las operaciones económicas regulares.
La escasez de energía se ha sumado recientemente a la presión. El aumento de los precios internacionales de la energía y la escasez doméstica de suministros de carbón provocaron en parte cortes de electricidad en algunas regiones, lo que afectó los pedidos de producción regulares.
Los encargados de formular la política del país están enfrentando activamente estas dificultades con medidas para impulsar el suministro de electricidad, incentivar el consumo y facilitar el comercio exterior para mitigar el impacto de los "golpes múltiples" sobre la economía.
"La escasez de energía en China es sólo temporal, y su impacto en la economía está bajo control", dijo Fu, quien citó los datos del BNE de que la generación de electricidad del país se aceleró en septiembre, al aumentar 4,9 por ciento interanual el mes pasado en comparación con el año anterior.
Los datos de hoy señalan muchos puntos positivos en la economía. Las ventas minoristas de bienes de consumo aumentaron 16,4 por ciento interanual en los tres primeros trimestres de este año, y las ventas minoristas por internet subieron 18,5 por ciento.
La tasa de desempleo urbano calculada mediante encuestas en el país se situó en septiembre en 4,9 por ciento, 0,5 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del año anterior.
Durante el periodo de enero a septiembre, China añadió 10,45 millones de nuevos empleos urbanos en los tres primeros trimestres, para alcanzar 95 por ciento del objetivo para todo el año.
Al reconocer el progreso, Fu advirtió sobre el aumento de la incertidumbre en el entorno internacional y la recuperación desigual de la economía nacional, y añadió que el país adoptará varias medidas para mantener la economía dentro de un rango razonable.
"Con la creciente fortaleza fiscal de China y el amplio margen de las políticas monetarias, el país es capaz de introducir medidas eficaces que puedan responder oportunamente a los cambios y mantener la operación económica estable", dijo.
