COMENTARIO: Washington no debería jugar con fuego en asunto de Taiwan
  Spanish.xinhuanet.com | 2021-10-28 14:50:26

BEIJING, 28 oct (Xinhua) -- El Secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, ha vuelto a traspasar todas las lineas rojas con China al demandar "una participación mucho mayor" de Taiwan en la ONU.

Estas declaraciones irresponsables de Blinken, realizadas el martes, vulneran gravemente el principio de "una sola China" y los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos. Washington ha vuelto a incumplir sus compromisos, sobre los cuales se vertebran las relaciones de China con EE. UU., vulnerando además la legalidad internacional.

Hace medio siglo, la 26ª Asamblea General de la ONU aprobó por amplia mayoría la resolución 2758, mediante la cual todos los países acordaron restituir a la República Popular China como miembro de pleno derecho en esta institución internacional. Dicha resolución resolvió, inequívocamente, cualquier aspecto político, legal o procedimental sobre la representación de China ante la ONU.

En los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos, Washington reconoció a la República Popular China "como el único gobierno legítimo de China", asumiendo la posición china sobre "la existencia de una sola China, siendo Taiwan una parte inseparable de China".

El principio de una sola China es un consenso global, una norma universalmente aceptada en las relaciones internacionales, que no admite distorsiones ni provocaciones de ningún tipo. Hasta la fecha, un total de 180 países, incluido EE. UU., han establecido relaciones diplomáticas con China adhiriéndose a dicho principio.

El Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo de China, y Taiwan es una parte inalienable del territorio chino. Por tanto, la isla no tiene ningún derecho de pertenencia a la ONU o cualquier otra organización intergubernamental conformada exclusivamente por estados soberanos. La participación de Taiwan en las actividades dentro de la esfera internacional debe estar sometida, en todo momento, al principio de una sola China.

EE. UU., desde hace tiempo, está instrumentalizando la cuestión de Taiwan para obstaculizar la reunificación y el desarrollo de China. Sus actuaciones malintencionadas, desde la venta de armas hasta las visitas de autoridades estadounidenses a Taiwan, han dañado los fundamentos de la relación de China con EE. UU. e introducido elementos de mucha incertidumbre, además de hacer peligrar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwan.

Actualmente, algunos políticos estadounidenses han optado por ignorar los hechos históricos y la legalidad internacional, cuestionando la autoridad de la ONU mientras envían señales equívocas a las fuerzas separatistas que pretenden forzar la "independencia" de Taiwan.

Taiwan es una cuestión que concierne solamente a la soberanía e integridad territorial de China. Beijing jamás negociará sobre cuestiones que pudieran afectar a los intereses vitales de China. Tanto el pueblo chino, como sus gobernantes, tienen la capacidad y determinación suficientes para salvaguardar la soberanía e integridad territorial del país.

Quien juega con fuego se acaba quemando. Washington debe poner fin de inmediato a todas estas actuaciones y declaraciones temerarias, erróneas e irresponsables, cumplir con sus compromisos internacionales, respetar la resolución 2758 de las Naciones Unidas, reducir el clima de tensión con China e implementar las medidas necesarias para estabilizar las relaciones a ambos lados del estrecho de Taiwan.

 
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COMENTARIO: Washington no debería jugar con fuego en asunto de Taiwan

Spanish.xinhuanet.com 2021-10-28 14:50:26

BEIJING, 28 oct (Xinhua) -- El Secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, ha vuelto a traspasar todas las lineas rojas con China al demandar "una participación mucho mayor" de Taiwan en la ONU.

Estas declaraciones irresponsables de Blinken, realizadas el martes, vulneran gravemente el principio de "una sola China" y los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos. Washington ha vuelto a incumplir sus compromisos, sobre los cuales se vertebran las relaciones de China con EE. UU., vulnerando además la legalidad internacional.

Hace medio siglo, la 26ª Asamblea General de la ONU aprobó por amplia mayoría la resolución 2758, mediante la cual todos los países acordaron restituir a la República Popular China como miembro de pleno derecho en esta institución internacional. Dicha resolución resolvió, inequívocamente, cualquier aspecto político, legal o procedimental sobre la representación de China ante la ONU.

En los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos, Washington reconoció a la República Popular China "como el único gobierno legítimo de China", asumiendo la posición china sobre "la existencia de una sola China, siendo Taiwan una parte inseparable de China".

El principio de una sola China es un consenso global, una norma universalmente aceptada en las relaciones internacionales, que no admite distorsiones ni provocaciones de ningún tipo. Hasta la fecha, un total de 180 países, incluido EE. UU., han establecido relaciones diplomáticas con China adhiriéndose a dicho principio.

El Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo de China, y Taiwan es una parte inalienable del territorio chino. Por tanto, la isla no tiene ningún derecho de pertenencia a la ONU o cualquier otra organización intergubernamental conformada exclusivamente por estados soberanos. La participación de Taiwan en las actividades dentro de la esfera internacional debe estar sometida, en todo momento, al principio de una sola China.

EE. UU., desde hace tiempo, está instrumentalizando la cuestión de Taiwan para obstaculizar la reunificación y el desarrollo de China. Sus actuaciones malintencionadas, desde la venta de armas hasta las visitas de autoridades estadounidenses a Taiwan, han dañado los fundamentos de la relación de China con EE. UU. e introducido elementos de mucha incertidumbre, además de hacer peligrar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwan.

Actualmente, algunos políticos estadounidenses han optado por ignorar los hechos históricos y la legalidad internacional, cuestionando la autoridad de la ONU mientras envían señales equívocas a las fuerzas separatistas que pretenden forzar la "independencia" de Taiwan.

Taiwan es una cuestión que concierne solamente a la soberanía e integridad territorial de China. Beijing jamás negociará sobre cuestiones que pudieran afectar a los intereses vitales de China. Tanto el pueblo chino, como sus gobernantes, tienen la capacidad y determinación suficientes para salvaguardar la soberanía e integridad territorial del país.

Quien juega con fuego se acaba quemando. Washington debe poner fin de inmediato a todas estas actuaciones y declaraciones temerarias, erróneas e irresponsables, cumplir con sus compromisos internacionales, respetar la resolución 2758 de las Naciones Unidas, reducir el clima de tensión con China e implementar las medidas necesarias para estabilizar las relaciones a ambos lados del estrecho de Taiwan.

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