BEIJING, 6 nov (Xinhua) -- El 2021 es un año especial en la historia de China, y el calendario de Xi Jinping ha estado ocupado.
En los últimos meses, Xi pronunció un discurso en las celebraciones del centenario del Partido, anunció el logro de una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos, inspeccionó el Tíbet y habló con los astronautas que trabajaban en la primera estación espacial de China, asistió a conferencias de las Naciones Unidas en línea y sostuvo conversaciones telefónicas o mediante enlace de vídeo con líderes mundiales, incluidos el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente estadounidense, Joe Biden.
La próxima semana, Xi, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), asistirá a un pleno de alto perfil del Partido, la sexta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista de China.
Sobre la mesa del plenario hay un documento histórico - una resolución sobre los grandes logros y las experiencias históricas del Partido Comunista de China en sus 100 años de lucha.
Xi Jinping pronuncia un discurso importante en la ceremonia celebrada con motivo del 100º aniversario de la fundación del Partido Comunista de China en Beijing, capital china, el 1 de julio de 2021. (Xinhua/Ju Peng)
Pocos partidos políticos de todo el mundo podrían presumir de una historia tan larga y de una gobernanza nacional ininterrumpida. El PCCh ha gobernado a China durante 72 años. Actualmente, Xi es el núcleo del liderazgo del PCCh. Antes de él, generaciones de liderazgo colectivo central han abarcado décadas con Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao como representantes principales.
Desde su elección como secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, en noviembre de 2012, Xi ha sido presentado como un hombre de determinación y acción, un hombre de pensamientos y sentimientos profundos, y un hombre que heredó un legado pero se atreve a innovar, y una persona con visión de futuro y dedicada a trabajar incansablemente.
Bajo su liderazgo, China se está convirtiendo en un país poderoso, y ahora está entrando en una era de fortaleza, dice Channel News Asia.
En el nuevo viaje, Xi es, sin duda, la figura central a la hora de trazar el curso de la historia. ¿Cómo liderará al Partido frente a las oportunidades y los desafíos? ¿Cómo devolverá a China al centro del escenario mundial? Hoy, el mundo está observando a Xi tan de cerca como hace nueve años.
AVANZANDO JUNTO CON EL PUEBLO
En septiembre, durante una inspección a la aldea de Gaoxigou, en la provincia noroccidental de Shaanxi, Xi visitó las tierras agrícolas para inspeccionar los cultivos y charlar con los aldeanos que trabajaban en los campos. Xi elogió los logros locales en la lucha contra la pobreza. Gaoxigou fue alguna vez un pueblo pobre; hoy es próspero gracias a los esfuerzos incansables de funcionarios del Partido y aldeanos.
En 1974, Xi Jinping se unió al Partido en Liangjiahe, a unos 150 kilómetros de Gaoxigou. En 1969, Xi llegó a Liangjiahe como un "joven educado", que sólo tenía 15 años. Durante los siguientes siete años, Xi vivió en un pequeño pueblo en el campo de la meseta de Loess. Al final de un día de trabajo, regresaba a su primitiva casa tipo cueva y dormía en una sencilla cama de arcilla. Se necesitarían 38 años y múltiples puestos en varios niveles de la jerarquía del Partido hasta que lo elevaran al puesto más alto.
Después de unirse al PCCh, Xi se convirtió en secretario del Partido de Liangjiahe. Conociendo sus habilidades, uno de sus colegas de la aldea dijo que Xi "trabajaba seriamente, tenía muchas ideas, y podía unir a la gente y a los funcionarios".
Al recordar su tiempo en la aldea pobre, Xi expresó que lo que más deseaba era que los aldeanos "tuvieran carne en sus platos".
Para mejorar las vidas de quienes llamaban hogar a la comunidad, Xi inició varios proyectos, incluidos pozos, campos en terrazas y pozos de generación de metano. Estos proyectos tendrían un impacto significativo en la vida, el trabajo y las actitudes de los aldeanos.
En su tiempo libre, el joven Xi devoró tantos libros como pudo. En particular, leyó El Capital tres veces; sus reflexiones sobre la obra llenaron 18 cuadernos.
Su padre, Xi Zhongxun, estuvo entre la primera generación de líderes centrales del PCCh. Xi Jinping a menudo evocaba la sabiduría que le impartía el anciano Xi. Inspirado por un libro escolar muy querido, decidió que llevaría la antorcha revolucionaria desde muy joven.
En 1975, Xi fue admitido en la prestigiosa Universidad de Tsinghua, en Beijing. Después de graduarse, trabajó en la oficina general de la Comisión Militar Central, antes de mudarse a Zhengding, un distrito de la provincia de Hebei, en 1982.
Al recordar el traslado a Zhengding, Xi dijo que se había ofrecido como voluntario para trabajar a nivel de base entre la gente. Dijo que quería amar al pueblo igual que a sus padres.
Después de Zhengding, la carrera política de Xi lo llevó a las provincias costeras de Fujian y Zhejiang, y a la metrópoli de Shanghai. Dondequiera que fue, sus estrechos vínculos con el pueblo eran notables. Escribió conmovedores ensayos en memoria de sus amigos y colegas fallecidos en Zhengding. Ayudó a financiar el tratamiento médico de un aldeano de Liangjiahe con su propio dinero.
El cuidado de Xi por la gente se puede ver en todos los aspectos de su trabajo. Zhang Hongming, uno de sus colegas en Zhejiang, todavía recuerda la actitud y la ética laborales de Xi cuando la provincia era azotada por tifones.
"Incluso si nueve de nuestras diez evacuaciones son en vano, todavía tenemos que hacerlo para garantizar la seguridad absoluta de la gente", recordó Zhang sobre las instrucciones de Xi.
La filosofía centrada en las personas de Xi explica por qué ordenó esfuerzos inquebrantables para salvar la vida de las personas a toda costa durante la epidemia de COVID-19, manifestó Liu Jingbei, profesor de la Academia de Liderazgo Ejecutivo de China en Pudong, Shanghai.
En 2007, Xi regresó a Beijing como miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh y más tarde como vicepresidente de China. Supervisó diversas esferas como la construcción del Partido, el trabajo de organización, los asuntos de Hong Kong y Macao y los preparativos para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
A la edad de 59 años, Xi fue ascendido a la posición más alta del Partido en noviembre de 2012. Alrededor de un mes después, Xi desafió el frío del invierno para visitar a los habitantes pobres de Hebei. Se sentó con los aldeanos y les preguntó sobre sus ingresos y si tenían suficiente comida, colchas y carbón para mantenerse calientes durante el invierno. Xi dijo que su corazón se apretó cuando vio que algunos aldeanos todavía estaban luchando para llegar a fin de mes.
Xi Jinping visita a aldeanos empobrecidos en el aldea de Luotuowan del pueblo de Longquanguan, en el distrito de Fuping de la provincia septentrional china de Hebei, el 30 de diciembre de 2012. (Xinhua/Lan Hongguang)
FORTALECER LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO
El 2021 es el noveno año de la campaña anticorrupción más amplia de la historia de China, liderada por Xi. No muestra signos de detenerse.
En el último año, más de 20 altos funcionarios y ejecutivos del sector financiero han sido sancionados o investigados. Durante los últimos 30 días, un ex funcionario de nivel ministerial de los organismos encargados de aplicación de la ley del Gobierno central ha sido investigado y otro ha sido sancionado.
Cuando Xi fue elegido secretario general del Comité Central del PCCh, China ya era la segunda economía más grande del mundo. Sin embargo, se enfrentaba a desafíos internos.
"Los hechos han demostrado que si se permite que la corrupción se propague, eventualmente conducirá a la caída de un partido político y al colapso del Gobierno", advirtió Xi con firmeza.
Durante los últimos nueve años, se han sancionado o investigado a más de 400 funcionarios de nivel ministerial y superiores, entre ellos, un ex miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh y dos ex vicepresidentes de la Comisión Militar Central. Entre 2014 y 2020, más de 8.300 prófugos fueron repatriados de más de 120 países y regiones.
"En un momento crítico, Xi cambió la situación", comentó un editorial de prensa extranjera.
Xi ordenó hacer esfuerzos para "encerrar al poder en la jaula de controles sistémicos". También dirigió la campaña para establecer la Comisión Nacional de Supervisión. Todos los empleados del sector público son supervisados tras la reforma de la supervisión.
Como secretario general del Comité Central del PCCh, Xi ha dirigido los esfuerzos para formular y revisar unas 200 políticas internas del Partido. También llevó a cabo cinco actividades educativas en todo el Partido para fortalecer los ideales y creencias de los miembros del Partido y asegurar que actúan de manera eficaz y coherente.
Xi también concede gran importancia a la democracia intrapartidista. Los comentarios solicitados desde miembros del PCCh han sido incorporados a todos los informes de los congresos nacionales del Partido, los documentos revisados en las sesiones plenarias y los principales documentos, decisiones y políticas de reforma del Partido.
Hasta junio de este año, el número de miembros del PCCh había crecido a 95 millones, 10 millones más que la población de Alemania. Expertos en asuntos chinos aseguran que el Partido se ha vuelto más disciplinado, puro y poderoso.
Xi Jinping disfruta ahora más que nunca de un mayor apoyo dentro del PCCh, dijo Neil Thomas, un observador de China.
En 2016, la sexta sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh estableció el estatus de Xi como el núcleo del Comité Central del PCCh y de todo el Partido.
Sin un núcleo de liderazgo fuerte, al PCCh le resultaría difícil unificar la voluntad de todo el Partido o construir la solidaridad y la unidad entre la gente de todos los grupos étnicos. No podría lograr nada ni llevar a cabo ninguna de sus "grandes luchas con muchas características históricas nuevas", dijo Wang Junwei, investigador del Instituto de Historia y Literatura del Partido del Comité Central del PCCh.
En octubre de 2017, el Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era fue adoptado oficialmente en el XIX Congreso Nacional del PCCh. El Pensamiento fue consagrado en los Estatutos del PCCh y en la Constitución de China.
Al igual que Mao Zedong y Deng Xiaoping, Xi ha avanzado en la adaptación del marxismo al contexto chino y lo ha mantenido relevante, dijo Xin Ming, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh (Academia Nacional de Gobernanza).
HACIENDO FUERTE A CHINA
Después de la Guerra del Opio de 1840, China se redujo gradualmente a una sociedad semicolonial y semifeudal. Fue intimidada y sufrió de pobreza y debilidad.
"¡Qué humillación! China fue pisoteada en ese momento", señaló Xi al recordar esa parte de la historia.
El PCCh se fundó en 1921 para cambiar la situación.
Según Han Qingxiang, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh (Academia Nacional de Gobernanza), la búsqueda de la revitalización nacional está marcada por cuatro hitos decisivos: la fundación del Partido en 1921; la fundación de la República Popular China en 1949; el advenimiento de la reforma y la apertura en 1978, y la nueva era después del XVIII Congreso Nacional del PCCh en 2012.
Dos semanas después de la elección de Xi como secretario general del Comité Central del PCCh, presentó "el sueño chino" de la revitalización nacional. Este octubre, en un evento para conmemorar el 110º aniversario de la Revolución de 1911, Xi mencionó la "revitalización" 25 veces en su discurso de 35 minutos, convirtiéndolo en uno de los mensajes más enfatizados.
Xi cree que el rejuvenecimiento requiere tanto de un diseño estratégico como de un trabajo duro. Tomó la iniciativa siendo un hombre de acción. Solo en 2019, participó en más de 500 eventos importantes. Su itinerario de trabajo cubría fines de semana de aproximadamente 30 semanas en ese año. Revisó cada proyecto de los principales planes de reforma.
Aunque Xi tiene poco tiempo para sí mismo, se las arregla para encontrar espacio y nadar. Ésto y el trabajo físico durante su juventud le aseguran que tenga suficiente resistencia para lidiar con los asuntos del Partido, el Gobierno y el Ejército. Lo que es más importante, a él lo impulsa un sentido de misión.
"La felicidad se logra a través del trabajo duro", dijo.
Xi a menudo visita granjas, aldeas de pescadores, hogares de agricultores, pequeños restaurantes, supermercados, talleres de fábrica, laboratorios, hospitales y escuela, e incluso inspecciona granjas de cerdos y baños públicos para obtener información de primera mano.
Xi Jinping inspecciona una escuela primaria en el pueblo de Laoxian del distrito de Pingli de la ciudad de Ankang, en la provincia noroccidental china de Shaanxi, el 21 de abril de 2020. (Xinhua/Xie Huanchi)
Zhang Mengjin, un ex colega de Xi en la provincia de Zhejiang, dijo: "Xi procesa bastante información todos los días por lo que es imposible engañarlo con mentiras o alardear. Tenemos que ser honestos al informarlo".
Xi ha superado la prueba frente a numerosos obstáculos y crisis en los últimos nueve años.
A principios de 2015, cuando Yemen se sumió en el caos, ordenó a la armada evacuar a cientos de ciudadanos chinos que habían quedado varados.
Cuando Estados Unidos inició una guerra comercial contra China, diseñó la estrategia de que China no quería tal guerra, pero no tenía miedo a una y lucharía si resultaba necesario.
También dijo que fortalecer el diálogo y la cooperación era la única opción correcta para ambos países. "El vasto océano Pacífico tiene suficiente espacio para los dos grandes países que son China y Estados Unidos", afirmó Xi.
Desde realizar patrullas regulares en las aguas de las islas Diaoyu, romper el llamado arbitraje del Mar Meridional de China y encontrar soluciones a los conflictos fronterizos entre China y la India, hasta facilitar el regreso de los chinos detenidos ilegalmente en el extranjero, Xi ha encabezado la planificación estratégica y táctica y, de ser necesario, ha intervenido personalmente.
En 2019, cuando disturbios sociales atenazaron Hong Kong, Xi dirigió los esfuerzos para salvaguardar la causa de "un país con dos sistemas" y detener el intento de incitar una "revolución de colores".
En vísperas del Año Nuevo Lunar de 2020, con la epidemia de COVID-19 nublando las festividades, Xi pasó una noche sin dormir. Al día siguiente, convocó una reunión de liderazgo del Partido para discutir la respuesta del país. Antes de la reunión, Xi había tomado la decisión de restringir el movimiento de personas y los canales de salida en Hubei y Wuhan. El tiempo ha demostrado que esta estricta medida era la única opción viable.
Xi Jinping conversa mediante un enlace de vídeo con un paciente y personal médico en el Hospital Huoshenshan en Wuhan, en la provincia central china de Hubei, el 10 de marzo de 2020. (Xinhua/Ju Peng)
Xi introdujo en el Partido los términos "cisne negro" y "rinoceronte gris". De hecho, el profesor Han de la escuela del Partido considera que prevenir y disipar los riesgos resulta un hito trascendental en la nueva era.
"Es realmente una enorme responsabilidad y una ardua tarea gobernar un país tan grande", dijo Xi al responder una pregunta de un político extranjero. "Estoy dispuesto a ser abnegado y dedicarme al desarrollo de China. No decepcionaré al pueblo".
ABRIENDO NUEVOS CAMINOS DE REFORMA
Cuando Xi asumió el cargo de secretario general del Comité Central del PCCh, la fuerza de China había aumentado significativamente tras más de 30 años de reforma y apertura. Sin embargo, no estaba exento de problemas, incluyendo la presión a la baja sobre la economía, las disparidades de riqueza, el daño ambiental y la tensión social. Las reformas también encontraron cierta resistencia. Se necesitaba un enfoque más científico y de alto nivel.
Xi diseñó un modelo chino de modernización caracterizado por un camino de desarrollo innovador, coordinado, ecológico y abierto, que es para todos.
Xi Jinping aplaude a las personas galardonadas con medallas durante una gran reunión celebrada con motivo del 40º aniversario de la reforma y la apertura de China en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital china, el 18 de diciembre de 2018. (Xinhua/Xie Huanchi)
Los observadores coinciden en que esta visión de desarrollo busca sacar a la China socialista de la trampa de un desarrollo que dependa de un crecimiento extenso e ineficiente a costa del daño ecológico, girando hacia un desarrollo de alta calidad y evitando escenarios en que los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres.
Como jefe de la comisión central para profundizar en la reforma integral, Xi lanzó una serie de reformas que abrieron nuevos caminos al tiempo que hacían avanzar la reforma y apertura de Deng Xiaoping.
La reforma ha llegado a diversos campos, abarcando las políticas de uso de la tierra, la construcción del Partido en empresas estatales, el procedimiento judicial, la planificación familiar, las políticas fiscales y de impuestos, el mercado inmobiliario, la ciencia y la tecnología y la lucha antimonopolio.
Una medida de reforma destaca entre todas: la modernización de las instituciones, que impacta directamente en el desarrollo y la estabilidad a largo plazo de China. Su esencia es la defensa y mejora del socialismo con características chinas y la modernización del sistema y la capacidad de gobernanza de China.
En ocasiones, las reformas enfrentaron grandes dificultades. Para abordar controversias y eliminar obstrucciones, el propio Xi tuvo que dar la última palabra.
Xi dirigió un grupo encargado de redactar el documento de la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh. El documento se centraba en la profundización de la reforma integral.
Los funcionarios y expertos que participaron en la redacción y evaluación dijeron que Xi personalmente llevó a cabo investigaciones y tomó decisiones, lo que facilitó muchos avances. Por ejemplo, la nueva propuesta de "dejar que el mercado juegue el papel decisivo en la asignación de recursos" fue resultado de una decisión clave de Xi.
"Sin la determinación del secretario general Xi no habría sido posible implementar muchas reformas importantes", según una fuente familiarizada con el proceso.
Para revertir el deterioro ambiental, Xi exigió que las fábricas contaminantes resolvieran sus problemas o se enfrentaran al cierre. Emitió una prohibición de 10 años sobre la pesca para proteger el río Yangtse, el más largo de China. Asimismo, dio seis instrucciones para desmantelar villas construidas ilegalmente en las Montañas Qinling, hogar de los pandas gigantes, los monos de nariz chata y muchos otros animales salvajes raros.
Xi Jinping conoce sobre la conservación ecológica en las montañas Qinling en la Reserva Natural Nacional de Niubeiliang, en la provincia noroccidental china de Shaanxi, el 20 de abril de 2020. (Xinhua/Ju Peng)
Para muchos chinos, la mejora del medio ambiente resulta más evidente. En 2020, el porcentaje de días con buena calidad del aire fue del 87 por ciento en las ciudades a nivel de prefectura y superior. La proporción de agua superficial con buena calidad aumentó hasta el 83,4 por ciento. Como resultado, el 89,5 por ciento de los chinos afirmaban estar satisfechos con el medio ambiente.
Las reformas han vuelto a China más abierta. En 2013, se estableció en Shanghai la primera zona piloto de libre comercio. En la actualidad, el número de tales zonas llega a 21, incluyendo todo el territorio de la isla de Hainan, que tiene el tamaño aproximado de un pequeño país europeo. La lista negativa de inversiones extranjeras se ha reducido aún más.
Mientras que algunos países escogieron imponer barreras comerciales, China se convirtió en anfitrión de una serie de exposiciones globales de comercio e inversión. Xi inauguró personalmente la Exposición Internacional de Importaciones de China, una de múltiples exposiciones a nivel nacional a lo largo del país. China también tomó la iniciativa de ratificar la Asociación Económica Integral Regional.
En el lapso de unos siete años hasta finales de 2020, China había lanzado 2.485 planes de reforma. Los objetivos y misiones establecidos en la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh se habían completado esencialmente como fueron programados, anunció Xi.
Entre 2013 y 2020, el PIB de China creció a un promedio interanual de alrededor de un 6,4 por ciento, contribuyendo con más del 30 por ciento al incremento económico mundial promedio durante varios años consecutivos. El PIB de China superó el umbral de 100 billones de yuanes en 2020, equivalentes a alrededor del 70 por ciento del PIB de Estados Unidos.
En 2021, China ocupó el puesto 12 en el Índice Global de Innovación, por encima de Japón, Israel y Canadá. Es el principal receptor de inversión extranjera directa y el mercado de consumo número 1 del mundo.
Hasta ahora, el logro más impresionante en la nueva era ha sido materializar el "primer objetivo del centenario", a saber, la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos, indicó Liu Ronggang, también investigador del Instituto de Historia y Literatura del Partido del Comité Central del PCCh.
El término modestamente acomodado, o "Xiaokang" en chino, se origina en el Libro de los Cantares de la antigua China. Es una aspiración a una vida acomodada del pueblo chino durante miles de años.
El país tiene el sistema de seguridad social más extenso en escala y el grupo de ingresos medios más grande del mundo. La pobreza extrema ha desaparecido de una vez y por todas.
En los últimos nueve años, cerca de 100 millones de personas han salido de la pobreza extrema.
Xi ordenó a los miembros del Partido y funcionarios que se desplazaran a las aldeas empobrecidas para llevar a cabo medidas de reducción de la pobreza en el frente de batalla.
El propio Xi visitó cada una de las 14 áreas contiguas más pobres del país. Eliminar la pobreza extrema ha sido comparado con luchar una guerra. De hecho, la campaña tuvo sus héroes caídos, pues más de 1.800 personas fallecieron en el cumplimiento del deber.
Xi también reformó integralmente las fuerzas armadas. Reiterando el principio establecido por Mao Zedong de que "el Partido comanda el arma", introdujo una serie de reformas en el sistema de liderazgo y mando militar, así como en el tamaño, estructura y composición de las fuerzas. Exigió que los militares estuvieran listos para el combate. Inspeccionó regularmente las bases militares. Abordó el primer portaaviones construido por China y el submarino de propulsión nuclear de nueva generación.
Xi Jinping está a bordo del portaaviones Shandong e inspecciona a la guardia de honor en un puerto naval en Sanya, en la provincia meridional china de Hainan, el 17 de diciembre de 2019. (Xinhua/Li Gang)
Gerd Kaminski, un jurista y sinólogo austriaco, dijo que después del XVIII Congreso Nacional del PCCh, las características chinas pasaron a ser un principio rector cada vez más central en todas las cuestiones importantes del desarrollo del país, incluida su filosofía de gobernación.
En tal proceso, el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas para una nueva era ha pasado las pruebas, aseguró Han Qingxiang. "Efectivamente lidera el curso histórico de la revitalización nacional e influye en todo el mundo".
CONTRIBUYENDO A LA COMUNIDAD GLOBAL
Xi ha estado a la vanguardia de los esfuerzos de China para interactuar con la comunidad internacional y hacer contribuciones a la misma.
Antes del brote de la pandemia de COVID-19, Xi había visitado 69 países en 41 giras internacionales. Asimismo, fue el primer jefe de Estado chino en asistir al Foro Económico Mundial en Davos. Dijo que si bien emplear tanto tiempo en las visitas a ultramar podría ser considerado como un "lujo", pensaba que "vale la pena".
Su agenda durante las visitas al extranjero es generalmente apretada, y puede extenderse hasta la madrugada. Pasó uno de sus cumpleaños durante una gira en el exterior.
"Todo lo que hacemos los comunistas chinos es para mejorar la vida del pueblo chino, revitalizar a la nación china y promover la paz y el desarrollo para la humanidad", sostuvo Xi.
Altay Atli, académico basado en Estambul, Turquía, afirmó que bajo el liderazgo de Xi hay una transformación de la participación de China en los asuntos internacionales, tanto económicos como diplomáticos. En ese sentido, Atli apuntó que el mundo está presenciando el surgimiento de un país importante con una influencia global.
"El mundo es muy grande y hay demasiados desafíos para que no se oiga la voz de China, se compartan las ideas de solución de China y se necesite de la participación de China", señaló Xi.
En 2013, Xi planteó la noción de "construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad".
Al abordar los detalles de su visión, Xi propuso que la comunidad internacional debía promover la asociación, la seguridad, el crecimiento, los intercambios entre civilizaciones y la construcción de un ecosistema sano, citando un proverbio: "Los intereses a considerar deben ser los intereses de todos".
Una comunidad de futuro compartido para la humanidad cuenta con un excelente pedigrí. Los politólogos han señalado que el concepto hereda la idea marxista de "una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno es condición para el libre desarrollo de todos", así como el ideal chino de "armonía". Es la propuesta más reciente sobre los asuntos exteriores lanzada por el PCCh, después de la "Teoría de los tres mundos" de Mao Zedong y la afirmación de que "la paz y el desarrollo son los dos temas principales del mundo" de Deng Xiaoping.
La respuesta de la comunidad internacional ha sido positiva. Cuando Xi presentó su visión en el Palacio de las Naciones, en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, en enero de 2017, los políticos, diplomáticos y celebridades de todo el mundo respondieron con más de 30 rondas de aplausos en 47 minutos.
Xi Jinping pronuncia un discurso de apertura conocido como "Trabajar juntos para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad" en la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, el 18 de enero de 2017. (Xinhua/Rao Aimin)
Bajo dicho concepto, Xi propuso un nuevo enfoque de las relaciones internacionales basado en la cooperación de beneficio mutuo y el principio de lograr un crecimiento compartido mediante la discusión y la colaboración en la gobernanza global.
"¿Qué tipo de orden internacional y sistema de gobernanza son los más adecuados para el mundo y para los pueblos de todos los países? Esto es algo que debe ser decidido por todos los países mediante consultas, en vez de por un país individual o unos pocos países", indicó Xi.
De acuerdo con las ideas defendidas por Xi, el mismo principio debe atravesar el marco de las relaciones entre los grandes países, generando estabilidad general y desarrollo equilibrado. En muchas ocasiones, Xi ha subrayado que es posible evitar la "trampa de Tucídides" si las naciones mantienen la comunicación y se tratan con sinceridad.
Para 2019, 180 países habían establecido relaciones diplomáticas con China, marcando un rápido crecimiento frente a las cerca de 30 naciones con vínculos formales en la década de 1950. En los últimos años, cinco países de América Central y la región del Pacífico han establecido o recuperado sus lazos diplomáticos con China.
"Tenemos amigos en todos los rincones del mundo", señaló Xi.
Al reunirse en octubre mediante enlace de vídeo con la saliente canciller alemana, Angela Merkel, Xi se refirió a ella como una vieja amiga: "El pueblo chino da importancia a la amistad; no olvidaremos a los viejos amigos y siempre mantendremos la puerta abierta para usted".
El mismo año en que Xi instó por primera vez al mundo a construir juntos una comunidad de futuro compartido para la humanidad, también propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Para agosto de 2021, unos 172 países y organizaciones internacionales habían firmado más de 200 documentos de cooperación con China dentro del marco de la iniciativa. De acuerdo con un informe del Banco Mundial, los proyectos de la Franja y la Ruta ayudarán a sacar de la pobreza extrema a 7,6 millones de personas y de la pobreza moderada a 32 millones de personas a nivel global.
Xi ha visitado personalmente varios proyectos de la Franja y la Ruta, incluyendo el Puerto del Pireo, Grecia, la planta siderúrgica Smederevo, en Serbia, y el Parque Industrial China-Bielorrusia, en Minsk, Bielorrusia.
El desarrollo global, sin embargo, no se debe lograr a expensas del medio ambiente. En 2020, Xi ofreció una señal clara de compromiso al afirmar ante el mundo que China alcanzará el pico de sus emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y conseguirá la neutralidad de carbono antes de 2060.
"El mundo debe agradecer a China por su contribución a la respuesta ante el cambio climático", indicó el ex primer ministro australiano Kevin Rudd.
Cuatro años atrás, Xi ofreció el fuerte apoyo de China al Acuerdo de París y, sin el apoyo de China, el acuerdo no sería lo que es ahora, añadió Rudd.
El compromiso de Xi para ofrecer una mano amiga trasciende los asuntos ambientales y de desarrollo. Hoy en día, China es una fuerza vital para resolver los temas globales y regionales claves, desde la proliferación nuclear hasta la respuesta a la pandemia.
"Debemos mancomunar esfuerzos en lugar de abandonarlos. Debemos 'derribar murallas' en vez de levantarlas", señaló.
Hace unos meses, cuando la retirada repentina de las tropas estadounidenses provocó disturbios en Afganistán, Xi hizo una llamada telefónica a su homólogo ruso, Vladimir Putin, y se reunió con líderes de los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai mediante enlace de vídeo, con el fin de apoyar la transición estable de Afganistán, entablar un diálogo en el país, y ayudar al pueblo afgano.
Tras el brote de la pandemia de COVID-19, Xi llamó a la solidaridad y cooperación global. Bajo sus instrucciones, China proporcionó materiales antiepidémicos a más de 150 países y 14 organizaciones internacionales y envió 37 equipos médicos a 34 países.
Xi se comprometió a convertir las vacunas chinas contra la COVID-19 en un bien público global, y prometió ofrecer 2.000 millones de dosis de vacunas al mundo este año. El país también hizo la promesa de donar 100 millones de dólares al mecanismo COVAX.
Xi Jinping preside la cumbre extraordinaria China-África sobre la solidaridad contra la COVID-19 y pronuncia un discurso de apertura en Beijing, capital china, el 17 de junio de 2020. (Xinhua/Ding Haitao)
A lo largo de los últimos cien años, el país más poblado del mundo ha recorrido un camino casi increíble: de una nación afectada por la pobreza a una en la que se han satisfecho las necesidades básicas para llegar al estado actual de prosperidad moderada. Xi calificó este éxito como una contribución a la humanidad.
Más del 70 por ciento de la reducción de la pobreza del mundo en los últimos 40 años se alcanzó en China y por China, lo que significa que el país cumplió su meta de reducción de pobreza de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU diez años antes de la fecha prevista.
Al ofrecer sus impresiones sobre Xi, la presidenta de la 73ª sesión de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa Garcés, lo llamó "un capitán experimentado", y destacó la importancia de sus contribuciones, como la defensa del multilateralismo, la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la idea de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
CUMPLIENDO NUEVAS MISIONES
El PCCh planea lograr el rejuvenecimiento nacional a través de un par de objetivos, conocidos como "dos centenarios".
Durante los últimos nueve años, como máximo dirigente del Partido, Xi ha dirigido el país para completar el primer paso y ha presidido el diseño del segundo paso de este plan histórico.
En primer lugar, la modernización socialista debe estar "básicamente realizada" para el año 2035, y en segundo lugar, China debe convertirse en un gran país socialista moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y bello para mediados del siglo XXI, lo cual será alrededor del centenario de la RPC.
Las hojas de ruta complementarias apoyan estos objetivos generales. En particular, Xi encabezó la redacción de las propuestas de la dirección del Partido para el XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y los Objetivos a Largo Plazo para 2035, que fueron adoptados en octubre de 2020.
Xi ha descrito el último siglo del PCCh como "un milagro histórico" y ha expresado su confianza en que el rejuvenecimiento de la nación china está en ciernes. Sin embargo, también ha advertido que no es momento para la indecisión. "En este momento crítico, no debemos detenernos, dudar o esperar", sostuvo Xi.
Advirtió que lograr el rejuvenecimiento nacional no será un paseo por el parque, y que las pruebas que se avecinan serán cada vez más complejas.
"Realizar este gran sueño exige una gran lucha", expresó.
Por lo tanto, la próxima sexta sesión plenaria del XIX Comité Central del PCCh llega en un momento importante, ya que se debatirá una resolución sobre los principales logros y experiencias históricas en los 100 años de historia del Partido.
"A lo largo de sus 100 años de lucha, el PCCh ha acumulado ricas experiencias, ha comprendido importantes reglas y ha desarrollado teorías y sabiduría de gobierno. Este gran tesoro debe ser resumido para inspirar mejor la gobernanza del Partido", manifestó Han Qingxiang.
En los últimos 100 años, el PCCh sólo ha adoptado dos resoluciones relacionadas con cuestiones históricas, en 1945 y 1981. En ellas se analizaron las causas y se sacaron conclusiones sobre importantes acontecimientos y personajes históricos, a través de las cuales todo el Partido llegó a un claro consenso y así se fortaleció en la unidad.
"Las resoluciones anteriores del Partido sobre cuestiones históricas desempeñaron un profundo papel en la creación de un consenso y en la obtención de fuerzas para cumplir nuevas misiones. Esto es lo que esperamos de la próxima sesión plenaria", expresó el investigador académico Wang Junwei.
Este año la historia se ha convertido en una especie de palabra de moda para todos los miembros del PCCh. Una amplia campaña educativa ayudó a los funcionarios a reconocer la historia del Partido, y se inauguró un nuevo Museo del PCCh.
El 18 de junio, Xi y sus colegas recorrieron el museo, viendo exposiciones que exhibían los bonos emitidos por el gobierno de la dinastía Qing utilizados para pagar la indemnización de guerra exigida por el desigual Tratado de Shimonoseki; el manuscrito de las notas de Karl Marx de Bruselas; la lista de los 58 miembros del PCCh cuando se fundó el Partido; el coche fabricado en los primeros años de la RPC; y el modelo del explorador chino enviado al planeta Marte. Cada exposición era un testimonio vívido de cómo el Partido dirigía a China.
La exposición concluía con un "túnel del tiempo", que enlazaba todas las coyunturas históricas significativas desde 1921 hasta hoy, conduciendo al público hacia el futuro.
Xi citó una vez a Mao Zedong, diciendo que "después de varias décadas, la victoria de la revolución democrática del pueblo chino, vista en retrospectiva, parecerá sólo un breve prólogo de un largo drama. Un drama comienza con un prólogo, pero el prólogo no es el clímax".
"La historia no ha terminado, ni es posible que termine", manifestó Xi en la conferencia de conmemoración del 95º aniversario de la fundación del PCCh. "El PCCh y el pueblo chino tienen toda la confianza en su capacidad para ofrecer una solución china que ayude a la exploración de un sistema social mejor para la humanidad".
Tras concluir su recorrido por la exposición, Xi y sus colegas hicieron un voto frente a la bandera del Partido, reviviendo un ritual que realizan todos los nuevos miembros del PCCh.
"Lucharé por el comunismo el resto de mi vida", aseguró Xi.
Xi Jinping encabeza a otros líderes del PCCh y el Estado, incluidos a Li Keqiang, Li Zhanshu, Wang Yang, Wang Huning, Zhao Leji, Han Zheng y Wang Qishan, a repasar el juramento del Partido tras visitar una exposición sobre la historia del PCCh en el Museo del PCCh en Beijing, capital china, el 18 de junio de 2021. (Xinhua/Li Xueren)