NACIONES UNIDAS, 7 oct (Xinhua) -- El Consejo de Seguridad de la ONU expresó el viernes su seria preocupación por el golpe de Estado del 30 de septiembre en Burkina Faso que derrocó al presidente Paul-Henri Sandaogo Damiba, en especial dados los serios desafíos de seguridad en la región del Sahel.
El segundo golpe militar en Burkina Faso en ocho meses es lamentable y socava la estabilidad, aseguraron los miembros del Consejo en un comunicado, llamando a las partes en el país del África occidental a resolver sus diferencias a través del diálogo.
El 24 de enero, el entonces presidente de Burkina Faso, Roch Kabore, fue derrocado en un incidente similar, y Damiba juramentó el 16 de febrero.
Los miembros del Consejo aplaudieron el llamamiento de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental para que se ponga fin a la violencia y los saqueos de todo tipo, y subrayaron la urgente necesidad de restaurar el orden constitucional en Burkina Faso. Expresaron su apoyo a los esfuerzos de mediación regionales y continentales.
También dieron la bienvenida a la declaración emitida por la Unión Africana (UA) que reafirma la oposición de la UA a cualquier toma o retención del poder por medios inconstitucionales en Burkina Faso y exige el respeto escrupuloso del calendario para un rápido retorno al orden constitucional.
Lamentaron además que la inestabilidad política y de seguridad y la grave situación socioeconómica y humanitaria en Burkina Faso brinden una oportunidad a los grupos terroristas para causar estragos en ese país. Alentaron un mayor apoyo internacional para ayudar a abordar la situación allí.
También acogieron con beneplácito el asesoramiento de la Comisión de Construcción de la Paz de la ONU en relación con el apoyo a los esfuerzos por lograr la paz en Burkina Faso, incluido el compromiso y la coordinación de la Comisión con los socios regionales e internacionales del país africano para abordar eficazmente los desafíos del país en materia de construcción de la paz y transición.
















