BEIJING, 25 mar (Xinhua) -- Los lazos económicos y comerciales entre China y Brasil han experimentado durante los últimos años un dinámico desarrollo debido a la alta complementariedad y podrán consolidarse especialmente en terrenos como la agricultura, el comercio de servicios digitales y la alta tecnología, afirmaron expertos consultados por Xinhua.
Del 26 al 31 de marzo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, realizará una visita de Estado a China con una comitiva que tendrá una presencia récord de unos 240 empresarios inscritos, además de parlamentarios, gobernadores y ministros.
Según el secretario de Promoción Comercial, Inversiones y Agricultura del Ministerio de Exteriores de Brasil, Daniel Costa Fernandes, la delegación abarcará casi todos los sectores de la economía del país, y sólo el del agronegocio enviará cerca de 90 representantes.
En este sentido, Wang Fei, investigador adjunto del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China enfatizó la "buena voluntad" de la visita de Lula para afianzar las relaciones comerciales y de inversión entre los dos países.
"Sin duda, ésta será la mayor delegación empresarial brasileña que visita China, lo cual transmite la buena voluntad de Brasil de profundizar la cooperación con China y explorar aún más el enorme mercado asiático", comentó Wang.
Recordó que China se ha convertido desde 2009 en el primer socio comercial de la mayor economía sudamericana, que exporta a China principalmente los productos agropecuarios como soja, carnes y algodón.
Según el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios de Brasil, las exportaciones del país alcanzaron 334.136 millones de dólares en 2022, en los cuales China ocupó el 26,8 por ciento.
A su vez, Tang Jie, investigadora del Instituto de Estudios Americanos y Oceánicos de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica destacó la resiliencia que ha mostrado el comercio bilateral durante los tres años de la pandemia de la COVID-19.
"Apoyado por la fuerte complementariedad entre ambas economías, el comercio entre China y Brasil ha resistido a los contratiempos y desafíos globales acaecidos por la pandemia y la interrupción de las cadenas de suministro", aseveró Tang.
De acuerdo con las estadísticas de la Administración General de Aduanas de China, el volumen comercial entre los dos países superó los 100.000 millones de dólares durante los tres años consecutivos de la pandemia y alcanzó los 171.490 millones de dólares en 2022, un aumento del 48,68 por ciento respeto al año de 2019.
En cuanto a la pospandemia, la especialista señaló que ambos países pueden diversificar su canasta de comercio con productos agrícolas como tabaco y azúcar, cuya venta Brasil puede fomentar en China, además de los tradicionales como soja.
Aparte del comercio de bienes, Tang también consideró el comercio de servicios digitales como un nuevo punto de crecimiento para lograr el desarrollo de alta calidad del comercio bilateral.
"Las medidas de confinamiento y cuarentena durante la pandemia estimularon en gran medida el crecimiento del comercio de servicios digitales entre China y Brasil, tales como la telemedicina, la educación en línea, el comercio electrónico transfronterizo, entre otros. Y se espera que la buena tendencia se mantenga y se profundice en la pospandemia", acotó Tang.
Por su parte, Zhang Xiaodong, vicepresidente del Banco de China, puso de relieve el creciente papel de la inversión en la relación económica bilateral, agregando que China es un importante inversor en Brasil, además de ser el principal socio comercial.
De acuerdo con un estudio divulgado en 2022 por el Consejo Empresarial Brasil-China, la inversión china en Brasil entre 2007 y 2021 totalizó 70.300 millones de dólares en 202 diferentes proyectos. Sólo en 2021, la cifra llegó a 5.900 millones de dólares, un alza del 208 por ciento con respecto a la de 2020.
"La cooperación en materia de inversión entre los dos países se ha profundizado no solamente en valores, sino también en diversos ámbitos. Por ejemplo, la inversión china en Brasil se está extendiendo de áreas como minería, infraestructura, agricultura, industria manufacturera y finanzas a los campos emergentes como alta tecnología y energía verde y baja en carbono", indicó Zhang.
De manera similar, Wang también acentuó la disminución de la inversión china en materias primas y el mayor flujo de capital en el sector manufacturero y la industria de servicios locales, lo cual refleja que ambas economías se han vuelto cada vez más interconectadas por enfocarse más en el mercado del otro, en lugar de llevar simplemente los recursos naturales al país propio.
"Como importantes economías emergentes en los hemisferios oriental y occidental, una cooperación económica más profunda entre China y Brasil promueve la solidaridad entre sí, salvaguarda la estabilidad global y favorece la prosperidad común del mundo", concluyó Wang.
