SAO PAULO, 7 jun (Xinhua) -- La carga del gasto del complejo industrial-militar, pilar de la economía estadounidense, es el único consenso bipartidista en Estados Unidos, país que ha soportado recientemente una crisis contrarreloj en el Congreso por la discusión para elevar el techo de su deuda, dijeron analistas brasileños.
"El único consenso que existe entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano, construido sobre la fuerza del lobby del complejo militar-industrial, es el aumento creciente del sector de la defensa", evaluó el experto Marcos Cordeiro Pires, coordinador del Instituto de Estudios Económicos e Internacionales de la Universidad Estatal de Sao Paulo.
El sábado pasado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023 para evitar una cesación de pagos de la deuda pública, que sería histórica, en medio de una situación de ásperas negociaciones entre el Congreso y la Secretaría del Tesoro.
Según Cordeiro Pires, en el marco de la discusión sobre el endeudamiento estatal, "es importante destacar que los gastos militares de Estados Unidos están blindados frente a posibles recortes derivados del límite del techo de gasto".
El especialista brasileño enfatizó que "es el núcleo del gasto público estadounidense, ya que encarna el 12 por ciento del presupuesto federal o el 5 por ciento del Producto Interno Bruto, lo cual representó en 2022, un gasto de 877.000 millones de dólares, monto superior a la suma gastada por las diez naciones siguientes en el ranking de defensa".
El profesor analizó la crisis generada por el techo del endeudamiento estadounidense que llegó al 123 por ciento del PIB de Estados Unidos y dijo que la deuda pública "es un componente central de la economía de los países capitalistas" con la cual se puede organizar políticas anticíclicas para mitigar la inflación o la recesión.
Citó el circuito del endeudamiento estadounidense de los últimos 15 años, como el socorro a bancos y empresas con la crisis del sistema hipotecario de 2008, el apoyo a familias y compañías en la pandemia de la COVID-19 y más recientemente la biomedicina y la industria de semiconductores.
"La deuda crece porque el Gobierno no puede organizar superávits presupuestarios y acaba pagando la deuda antigua emitiendo nueva deuda. En este sentido, teniendo en cuenta que la deuda crece a un ritmo más rápido que la tasa de crecimiento y la tasa de inflación, es previsible que el techo se reajuste periódicamente", explicó Cordeiro Pires.
Teniendo en cuenta que es el único país que emite dólares, Cordeiro Pires advirtió que EE. UU. sufrirá las consecuencias de la elevación de la deuda para hacer frente a varios retos futuros en términos de economía doméstica.
"Es importante recordar que la deuda estadounidense se financia en dólares. Teniendo en cuenta que esta moneda sigue siendo un pilar de la economía mundial, todos los cambios en el importe de la deuda o en los tipos de interés que la remuneran provocan impactos a nivel mundial", advirtió Cordeiro Pires.
Estos impactos, continuó, son efectos recesivos, con aumento de la tasa de interés, de la inflación, entre otras. Asimismo, "el privilegio del dólar lleva a las demás economías del mundo a financiar involuntariamente la deuda estadounidense, perjudicando los intereses de sus propias poblaciones", sostuvo.
En la misma línea se pronunció el politólogo y analista internacional de la Universidad de Rio Grande do Sul (UFRGS) Diego Pautasso, para quien la carga presupuestaria del gasto militar es claramente "una opción política de Estados Unidos".
"La política imperial genera gastos crecientes, pero al mismo tiempo, el complejo militar-industrial ha sido un pilar de su economía, aunque a un coste enorme para el resto del mundo. La mayor parte de la innovación en Estados Unidos ha estado vinculada al gasto en defensa y guerra", sostuvo Pautasso.
El profesor aprovechó la ocasión para enlazar esta situación con la cuestión geopolítica a la que se enfrenta Estados Unidos.
"El aumento del techo de deuda de Estados Unidos está en la base de una fuga de recursos de la periferia del sistema. El problema es que Washington está dejando de ser el epicentro geoeconómico del mundo en favor del crecimiento de China y otros países del Sur Global. En este sentido, la desdolarización representa un enorme desafío para el futuro de la posición global de Estados Unidos", aseveró.
