SANTIAGO, 20 jun (Xinhua) -- El Banco Central de Chile rebajó su proyección de crecimiento para la economía del país sudamericano este 2023, de entre un -0,5 por ciento a 0,5 por ciento estimado en marzo pasado, a un rango entre -0,5 por ciento y 0,25 por ciento, informó hoy la entidad en su reciente Informe de Política Monetaria (IPoM).
El ente regulador estimó para 2024 un avance de entre 1,25 y 2,25 por ciento, por sobre la medición anterior, mientras que para 2025 mantuvo las expectativas de un crecimiento entre el 2 y 3 por ciento.
El Banco Central chileno publicó este martes su segundo IPoM del año, correspondiente al presente mes de junio, en el que señaló que la economía local "ha ido avanzando en la resolución de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en los últimos años".
"Esto ha permitido reducir la inflación en línea con lo previsto, avanzando en la consolidación de su convergencia a la meta de 3 por ciento" prevista para la segunda mitad de 2024, añadió el organismo, respecto del actual 8,7 por ciento anual que marcan los precios al consumidor, de acuerdo con los datos de mayo anterior.
En ese contexto, el informe indicó que la inflación "sigue alta y sus efectos están presentes en diversos ámbitos de la economía", no obstante, explicó que el descenso paulatino del indicador responde a una política monetaria contractiva por varios trimestres.
El ente rector acordó el lunes mantener la tasa de interés de política monetaria (TPM) en 11,25 por ciento, una cifra estancada desde diciembre pasado tras once alzas consecutivas. La decisión fue adoptada con tres votos a favor y dos en contra.
En un comunicado, el Banco Central argumentó que, de mantenerse la trayectoria a la baja de la inflación, "la TPM iniciará un proceso de reducción en el corto plazo, cuya magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación".
Con todo, el IPoM afirmó que los riesgos que enfrenta la economía chilena "son significativos y emanan principalmente de la situación macrofinanciera global, ya que un deterioro por sobre lo previsto podría desencadenar episodios de alta volatilidad, reducir la liquidez y fomentar la salida de capitales desde el mundo emergente".













