Por José Aguiar
LIMA, 21 jun (Xinhua) -- Las autoridades peruanas han emprendido una nueva lucha contra la discriminación étnico-racial a través de la estrategia "Perú sin Racismo", con la cual buscan generar desde el pasado 13 de junio una mayor concientización social sobre la gran diversidad cultural de la que goza la nación andina.
La campaña se ha vuelto indispensable en un país en el que conviven cerca de 7 millones de ciudadanos de pueblos indígenas u originarios y del pueblo afroperuano contra los que se siguen registrando acciones discriminatorias en las diferentes regiones, incluida Lima.
La directora general del programa Ciudadanía Intercultural del Ministerio de Cultura, Diana Álvarez, explicó a Xinhua que la campaña impulsada desde el Ejecutivo tiene entre otros objetivos estratégicos "contribuir" a la erradicación de la discriminación y promover la diversidad cultural.
Las autoridades se enfocarán en esta ocasión en las regiones de Lima, su vecina provincia del Callao (centro-oeste), Arequipa (sur), Cusco (sureste), La Libertad (noreste), Ayacucho (centro-sur) y Ucayali (centro-oriente), debido a que según una encuesta son las que tienen los índices más altos de discriminación.
En el marco de este evento se tiene planificado, en una primera etapa que va hasta fines de junio, sensibilizar e informar a más de 10.000 peruanos sobre la valoración de la diversidad cultural y las prácticas de prevención frente a la discriminación étnico-racial.
Este aspecto se trabajará de la mano con el tema de la seguridad ciudadana, ya que se ha determinado que "donde hay mayor porcentaje de inseguridad, también hay un mayor porcentaje de violencia por delitos de discriminación racial", explicó Álvarez.
Dentro de las actividades de concientización también se realizarán ferias y se desarrollarán acciones con las comisarías policiales, municipalidades, hospitales, colegios y otros organismos, dado que en estas instituciones públicas las personas se han sentido muchas veces discriminadas.
De acuerdo con los testimonios, sienten discriminación por el color de piel o la forma de hablar su lengua originaria, lo cual se traduce "en hacerlos esperar más del tiempo para brindarles la atención, no atenderlos y otras acciones" contrarias a lo que corresponde.
Según la encuesta "Percepciones y actitudes sobre diversidad cultural y discriminación étnico-racial", realizada por el Ministerio de Cultura en 2018, se percibe que cerca del 60 por ciento de la población quechua, aimara y de la Amazonía es discriminada por su forma de hablar, su vestimenta o idioma.
En tanto, un 60 por ciento percibe que el pueblo afroperuano es discriminado principalmente por su color de piel, sus costumbres, rasgos físicos y porque son asociados a la delincuencia.
En el caso de los colegios es importante abordar la situación a través de cursos autoguiados, porque allí se inicia "esta suerte de bromas que terminan normalizando discursos que generan exclusión y hasta discriminación", sostuvo Álvarez.
Precisó que entre las malas prácticas están referirse a animales para compararlos con personas por sus rasgos físicos, el color de piel o imitar su forma de hablar, o aplicar la típica caracterización exagerada para imitar a personas procedentes de la zona andina o del pueblo afroperuano.
El problema del racismo y la discriminación, remarcó, se sigue presentando debido a la "falta de valoración de la diversidad o del otro, ya que hay una suerte de entender a la otra persona como menor o inferior por el lugar de procedencia, y eso pasa porque no se entiende que esta diferencia cultural nos enriquece".















