BUENOS AIRES, 27 jul (Xinhua) -- Las recientes medidas impositivas y cambiarias tomadas por el Gobierno de Argentina responden a una "coyuntura política y económica" que plantea un incentivo para algunas exportaciones agrícolas pero también podría añadir presiones inflacionarias, sostuvieron hoy jueves economistas argentinos.
El incremento de los impuestos a la compra de divisas para importaciones de un conjunto de bienes y servicios, el encarecimiento del dólar oficial con fines de atesoramiento y el establecimiento de un dólar diferencial para ciertos productos del agro se producen en un contexto pre-electoral y de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), apuntaron los analistas en diálogo con Xinhua.
Diego Martínez Burzaco, economista especializado en mercados de capital y jefe de inversiones de INVIU, aseguró, que "no se trata de medidas de fondo o de tipo estructural".
"Estas medidas están consensuadas con el FMI para destrabar el acuerdo financiero vigente entre las partes, lo positivo es que evitaría romper un acuerdo con el organismo ante el escenario de debilidad financiera que tiene Argentina", expresó Burzaco.
Entre las medidas oficializadas el pasado lunes, destacaron la aplicación del Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS) de 25 por ciento a la compra de dólares destinados al pago de servicios, con excepción de la salud y la educación; y otro del 7,5 por ciento a la compra para pago de bienes, exceptuando medicamentos, combustibles y productos de la canasta básica alimentaria.
También se estableció un dólar diferencial de 340 pesos por unidad para las exportaciones de los productos del agro provenientes de las "economías regionales" (alternativos a la soja).
Burzaco explicó que el Gobierno busca una mayor regulación de la economía para, por un lado, "evitar una devaluación" y, además, mejorar el nivel de reservas internacionales por la vía del incentivo a la liquidación de divisas proveniente de esas exportaciones, en su mayoría cerealeras.
"Creo que son medidas que además podrían favorecer el panorama de cara a las elecciones primarias (del próximo 13 de agosto) y allí, en función del resultado de las elecciones podría venir alguna profundización o no de algunas medidas", indicó.
"Estaremos expectantes estos días sobre si se llega definitivamente al acuerdo (con el FMI) y después si efectivamente vamos a tener alguna aceleración de estas medidas luego de las elecciones primarias", acotó.
Por su parte, Gustavo Neffa, director de la firma de consultoría financiera Research for Traders, coincidió en el planteamiento de que las medidas gubernamentales se producen dando una señal al FMI, en virtud de propiciar los desembolsos del organismo "para usar esos dólares para estabilizar el tipo de cambio en caso de que sea necesario".
Para el economista, el dólar diferencial a los productos del agro incluyendo el maíz (excluyendo la soja), definido en 340 pesos, implica "de facto" una "devaluación" del peso si se considera las cotizaciones oficiales del dólar en el país sudamericano.
"Se le da un mejor dólar de exportación al agro incluido al maíz, por ahora la soja no, a 340 pesos, cuando el oficial está en alrededor de 271 pesos", indicó Neffa a la vez que destacó que, por otro lado, aumentará el precio de algunas importaciones.
Neffa señaló que el aumento de algunas importaciones acompañada de la subida del dólar en el mercado paralelo tras el anuncio de las medidas podría añadir mayores presiones inflacionarias.
"Puede ser que la baja de la inflación que hayamos visto en junio tenga corta vida, y que este mes estemos por arriba del 6 por ciento (mensual) y se detenga esa desaceleración que habíamos visto", remarcó.
