RÍO DE JANEIRO, 15 ago (Xinhua) -- La cooperación espacial entre China y Brasil funciona "a todo vapor", según afirmó a Xinhua António Carlos Pereira, responsable del segmento espacial del programa CBERS en el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués) de Brasil.
Durante la entrevista concedida a Xinhua, Pereira valoró positivamente la cooperación espacial entre ambos países, iniciada en 1988 y gracias a la cual, desde entonces, se han lanzado seis satélites al espacio, de los que actualmente hay dos en funcionamiento (el CBERS 4 y el CBERS 4A), mientras que hay un tercero en fase de desarrollo.
"Yo diría que la cooperación va a todo vapor. Tenemos dos satélites en funcionamiento y un tercero en fase de desarrollo, así que tenemos una asociación muy fructífera desde el punto de vista de los satélites", dijo Pereira, y apuntó que la cooperación espacial va más allá de los satélites.
"Tenemos otras asociaciones en cooperación con China aquí en el INPE. Tenemos el proyecto de Laboratorio de Climas Espaciales, con la Academia de Ciencias de China y el Centro Nacional chino de Ciencias Espaciales. Es un estudio del clima espacial, en lugar de utilizar el clima terrestre utilizamos el clima espacial", enumeró.
Pereira explicó que este estudio se basa en utilizar la influencia del Sol, en la señal GPS, para monitorear las anomalías del Atlántico Sur. "Cuando hay una explosión solar, el impacto de esa explosión solar, esa carga de energía que viene hacia la Tierra puede incluso dañar satélites y sistemas de transmisión de energía", añadió.
En este proyecto de estudio del clima espacial, una asociación que data de 2014, "Brasil y China trabajan juntos. Hay sensores repartidos por Brasil, China y otros lugares del mundo precisamente para hacer estos estudios".
"También tenemos el proyecto BINGO, que es un radiotelescopio enorme, un radiotelescopio para estudiar oscilaciones producidas por los átomos de la radiación del principio del universo, es decir, se está estudiando el universo, el origen del universo", agregó.
Pereira trabaja para el proyecto de satélites CBERS desde 1992 en el INPE. Y es responsable, desde 2013, del segmento espacial del satélite.
Doctor en Ingeniería y Tecnología Espaciales (área de mecánica espacial y control) en el INPE, el especialista recordó que los dos satélites que actualmente se encuentran en órbita fueron lanzados en 2014, en el caso del CBERS 4, y en 2019, en el caso del CBERS 4A. Los dos están a unos 780 kilómetros de la Tierra, orbitando a alrededor de 28.000 kilómetros por hora.
"Ambos satélites están operando normalmente según lo especificado, según sus requisitos. Proporcionan imágenes diarias de todo el territorio brasileño, de todo el territorio chino y de las naciones africanas, así como del sudoeste asiático, de Singapur y de toda África. En el caso de África, una parte es responsabilidad de China y la otra de Brasil", comentó.
Según él, los satélites CBERS "también proporcionan imágenes para el programa Disasters Charter, un programa de varios países en el que siempre que hay un desastre natural, si los satélites han pasado por encima del lugar de los hechos, generan imágenes y proporcionan imágenes para ayudar y evaluar el desastre. Como ejemplo, el accidente del barco petrolero en las Islas Mauricio, en 2020".
En el caso de Brasil, las imágenes de los satélites CBERS se usan principalmente para medir la deforestación en sus biomas, especialmente la Amazonía.
"El INPE utiliza mucho las imágenes para los dos programas que tiene, que se llaman PRODES y DETER. El DETER identifica la deforestación en tiempo real, descubre la deforestación e informa a las autoridades para que puedan comprobarlo y el PRODES genera el informe anual de deforestación. Así que hay dos proyectos como el que tenemos para el tema de la deforestación en el Amazonas. Y también hay otros biomas que monitoreamos, como el Cerrado, entre otros", puntualizó.
Durante la visita que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo en abril a China, ambos Gobiernos anunciaron un acuerdo para promover la fabricación de un nuevo satélite, que será el CBERS 6, el cual costará alrededor de 100 millones de dólares y cuyo lanzamiento está previsto en 2028.
Según Pereira, "el CBERS 6 será complementario de los anteriores. Los satélites anteriores son satélites ópticos, son cámaras ópticas. El CBERS 6 utilizará la tecnología SAR (radar de apertura sintética), cuya gran ventaja es que puede vigilar cualquier región en condiciones climáticas muy diversas, con nubes, lluvia o nieve".
"Por ejemplo, si utilizamos el CBERS 4 o el 4A en una región con nubes, no podemos ver el suelo, pero la tecnología SAR, que es una señal de microondas, permite atravesar las nubes, incluso las copas de los árboles, para ver el suelo. Esa es la gran ventaja de la tecnología SAR, complementa a los satélites ya operativos", explicó.
Y agregó: "Si tenemos en cuenta que parte del año la región amazónica está cubierta de nubes, lo que es natural en la región, el satélite SAR es extremadamente útil para esas ocasiones en las que hay nubes. Es una tecnología diferente".
Pereira consideró a China como "un buen socio" espacial para Brasil. "Desde un punto de vista sistémico, nos involucramos juntos, discutimos el satélite, discutimos cómo debe ser el satélite y luego dividimos el satélite. Cada país es responsable de un proyecto y cada uno con sus industrias nacionales y también con la industria internacional hacemos el equipo, producimos el equipo y luego hacemos la integración conjunta", subrayó.
A ojos del experto, tras 35 años de programa espacial, "sin duda el proyecto CBERS es muy significativo para Brasil, porque ha permitido el fortalecimiento de la industria espacial brasileña y el aumento de la competitividad de esta industria en el mercado internacional".
"Así que el hecho de tener una demanda, una necesidad de desarrollar equipos, obliga no solo a Brasil sino también a China a empezar a desarrollar esta industria espacial, a suministrar estos equipos, por lo que fue fundamental y sigue siendo fundamental para el desarrollo de la industria brasileña", aseveró.