LA PAZ, 16 sep (Xinhua) -- El Gobierno boliviano, bajo el liderazgo del presidente Luis Arce, ha rechazado contundentemente el informe de Estados Unidos que aplaza la lucha antidrogas en Bolivia, calificándolo como "unilateral e intencionalidad geopolítica".
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, respondió a la última "descertificación" por parte de EE. UU. respecto a la política antidroga boliviana, señalando que este informe es "elaborado de manera unilateral y carece de sustento técnico, y que procede con una intencionalidad claramente geopolítica".
Del Castillo también expresó que este informe va en contra de los tratados internacionales relacionados con la soberanía y la integridad territorial, así como el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.
El presidente estadounidense, Joe Biden, incluyó a Bolivia en la lista de los países que no cumplieron con sus "obligaciones" en relación con los acuerdos internacionales antidrogas.
Sin embargo, Del Castillo señaló una "contradicción" en la postura de la Administración Biden al comparar la estabilidad del cultivo de coca en Bolivia, que representa solo el 8 por ciento de toda la producción en la región andina, con la certificación de políticas de los países que han aumentado significativamente sus cultivos.
Bolivia, como Estado miembro de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, considera que la única entidad certificada para evaluar las políticas antidroga a nivel internacional es la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas.
El ministro destacó los esfuerzos bolivianos en la lucha contra el narcotráfico, que incluyen récords en incautaciones, destrucción de laboratorios y pistas clandestinas.
Además, mencionó que recibieron el reconocimiento de los organismos internacionales como la Unión Europea y otros países de la región por su compromiso y resultados en esta lucha.
Este enfrentamiento entre Bolivia y Estados Unidos sobre la evaluación de la política antidroga en el país andino subraya la complejidad de las relaciones bilaterales y las implicaciones geopolíticas en la lucha contra las drogas en la región.