NUEVA YORK, 22 sep (Xinhua) -- En su lucha de décadas contra el terrorismo, Estados Unidos criticó regularmente a países como Irán, Pakistán y Arabia Saudita por exportar ideologías extremistas y violencia, pero, irónicamente, hoy el propio Washington está acusado de hacer lo mismo, informó el martes la revista Foreign Affairs.
"La difusión de teorías de conspiración, creencias en la superioridad racial, extremismo antigubernamental y otras manifestaciones de odio e intolerancia de origen estadounidense se ha convertido en un problema tal que algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos (Australia, Canadá y Reino Unido) han designado tanto a grupos como a ciudadanos estadounidenses como terroristas extranjeros", dice el informe.
Después de décadas de esfuerzos insuficientes e ineficaces para reprimir una franja racista antigubernamental, Estados Unidos se ha convertido en el ejemplo de extremismo y terrorismo de extrema derecha, apunta.
"La exportación por parte de Estados Unidos de estas dos ideas (la teoría del 'gran reemplazo' y el 'aceleracionismo') está radicalizando a hombres y mujeres en todo el mundo, incitando a gobiernos extranjeros a tomar medidas para proteger a sus ciudadanos. Pero en el fondo, este es un problema estadounidense, por lo que requiere el liderazgo estadounidense para resolverlo", añade.