LA PAZ, 24 sep (Xinhua) -- Bolivia vive una compleja situación ambiental que amenaza su ecosistema y la calidad de vida de sus ciudadanos, con problemas como la crisis hídrica y los incendios, afirmó el viceministro de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal, Magin Herrera.
"Tenemos múltiples impactos que genera la crisis climática, como incremento de temperaturas, focos de calor, incendios; tenemos temporada seca, es un año escaso de lluvias, sequía, escasez de agua, y estamos sintiendo el rigor del fenómeno de El Niño", manifestó Herrera en una entrevista con Xinhua.
Para hacer una evaluación de la crisis climática que sufre el país se han emprendido varias acciones, dijo el viceministro, y agregó que se precisa trabajar más estrecha y coordinadamente con los gobiernos subnacionales a fin de enfrentar la situación.
Según aseguró, los impactos que sufre el país están directamente relacionados con los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña.
"El Niño está normalmente asociado con precipitaciones pluviales en el oriente del país, causando inundaciones, mientras que, en el occidente de Bolivia, se asocia a sequías y anomalías negativas", explicó.
El aumento de la temperatura se manifiesta en ráfagas de viento cambiantes y en precipitaciones pluviales impredecibles que superan los pronósticos, abundó.
Además, El Niño, que ya está presente en el país, genera densidad solar en diversas regiones, lo que provoca la evaporación de los espejos de agua, lagos y lagunas.
Esta sequía, explicó Herrera, está afectando directamente la agricultura.
"Recién en septiembre el altiplano inicia la siembra de la papa, si no tenemos la humedad apropiada ni el comportamiento adecuado del clima, podría verse afectada la siembra y la agroproductividad", detalló.
Para abordar la creciente crisis hídrica, el Gobierno boliviano implementa, entre 2020 y 2023, el plan "Agua para Vivir Bien", con una inversión de 8.200 millones de bolivianos (unos 1.187 millones de dólares) en 838 proyectos de agua, saneamiento y riego destinados a garantizar el acceso al agua de la población y para la agricultura.
Uno de los proyectos clave mencionados por Herrera es el programa de "presas resilientes", que con una inversión de 500 millones de dólares contempla la construcción de embalses a lo largo de la cordillera de los Andes para captar agua.
Además, el Gobierno lanzó el 15 de septiembre una política nacional de uso eficiente del agua con la que busca concienciar a la población sobre la importancia de utilizar el recurso de manera responsable en las actividades cotidianas.
El viceministro hizo un llamado, así mismo, a no perforar pozos precipitadamente, ya que no todos los espacios geológicos del país son adecuados para esta operación.
Abordó también la ola de calor que se avecina y aseguró que se tomaron las precauciones necesarias y se consultó con técnicos de las nueve gobernaciones.
"Estamos observando un aumento en los focos de calor e incendios, pero estamos en una época en la que es normal debido a la falta de lluvias en el altiplano", explicó.
En los próximos días, anticipó, se presentará un informe actualizado con datos sobre las áreas afectadas por la sequía y otras inclemencias en el país, así como las regiones donde se ha logrado controlar la situación.