QUITO, 9 oct (Xinhua) -- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, reconoció hoy lunes que el país vive "momentos difíciles" por el aumento inusitado de la violencia y ofreció seguir combatiendo este fenómeno social hasta el último día de su gobierno.
"Sé que estamos viviendo momentos difíciles por el incremento de la violencia, pero hoy como pocas veces en nuestra historia, tenemos que demostrar el pueblo aguerrido que somos", escribió Lasso en la red social X, al saludar a los ciudadanos de Guayaquil (suroeste), su ciudad natal, al conmemorarse 203 años de su Independencia.
"Como hace 203 años dimos ejemplo al lograr la independencia de España, unidos y convencidos de que esa era una lucha necesaria y definitiva, hoy necesitamos esa misma unidad y convicción", señaló el mandatario.
Lasso ratificó su voluntad de seguir luchando contra la inseguridad que afecta a Guayaquil, una de las ciudades más violentas, y al resto de Ecuador, donde a diario ocurren extorsiones, secuestros, robos, asesinatos y atentados, que el gobierno atribuye a grupos de delincuencia organizada ligados al narcotráfico.
"Saludo a mi ciudad por su independencia y le aseguro que hasta el último día de mi Gobierno seguiré enfrentando a este monstruo de mil cabezas que es el crimen organizado, para lograr la paz que nuestra ciudad y el Ecuador merecen", apuntó.
El país vive desde el pasado sábado un feriado nacional de tres días con ocasión de la Independencia de Guayaquil, polo económico e industrial de Ecuador.
Lasso hizo estas declaraciones después de que la noche del domingo emitió un decreto ejecutivo mediante el cual renovó por 30 días el estado de excepción, por grave conmoción interna, en todo el territorio nacional.
Según el Gobierno, la medida garantiza la intervención de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el combate contra el crimen organizado y la delincuencia común.
La renovación del estado de excepción ocurre después de que el pasado sábado, Lasso reorganizó el alto mando de la Policía tras el asesinato en prisión de siete reclusos, seis colombianos y un ecuatoriano, implicados en el magnicidio de Fernando Villavicencio, excandidato presidencial perpetrado en agosto pasado.
El mandatario designó nuevo comandante general de la Policía y removió a dos altos generales, además de que destituyó a Luis Ordóñez como director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI), ente que controla las prisiones.