BUENOS AIRES, 9 ene (Xinhua) -- Desafíos políticos derivados de la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, además de retos económicos que generan incertidumbre y expectativas entre los residentes, han marcado el primer mes de la presidencia del dirigente liberal Javier Milei en Argentina.
El mandatario asumió el cargo el 10 de diciembre de 2023 e implementó un amplio programa de reformas políticas, económicas y sociales, así como en materia electoral y fiscal, mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y un proyecto de ley con más de 660 artículos que comenzó a tratar este martes el Congreso.
Milei dijo recientemente a la prensa local que ganó las elecciones presidenciales el año pasado anunciando un ajuste del gasto público y aseguró que esa propuesta tiene una aprobación con "niveles nunca vistos, hay un fuerte consenso por parte de la población".
"A lo largo de la historia argentina, todos los ajustes recayeron en el sector privado. Esta es la primera vez que el ajuste recae el 60 por ciento en el sector público. Estamos haciendo recortes profundos por todos lados, y dos tercios del ajuste recaen en la política", aseveró el mandatario.
El dirigente liberal admitió que por la herencia recibida del gobierno anterior debió implementar un programa "de estabilización duro", pero remarcó que en paralelo prevé aumentar "el gasto de las partidas sociales para dar contención a las personas que se vean afectadas negativamente durante el ajuste".
El DNU y el proyecto de ley deben ser aprobados por el Congreso, donde La Libertad Avanza, el partido de gobierno, es minoría, situación que obliga al oficialismo a tejer alianzas con otros espacios, como Propuesta Republicana (PRO, centroderecha), que comparte parte de sus postulados.
En la Cámara de Diputados el oficialismo tiene 38 escaños sobre un total de 257 y en el Senado cuenta con 7 de 72 legisladores, mientras que Unión por la Patria, frente que gobernó entre 2019 y 2023, tiene 101 diputados y 33 senadores.
El PRO, en tanto, tiene 37 diputados y 7 senadores, además de haber conseguido la titularidad del Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, y de haber sumado al ministro de Economía, Luis Caputo, cercano al expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
"En lo político, el desafío es la construcción de los consensos en un escenario muy hostil a priori para Milei, donde hay sectores que están en las antípodas ideológicas de él y los va a necesitar. En lo político viene ese desafío, la construcción del consenso en un escenario inédito, fragmentado y hostil para el presidente", dijo a Xinhua el académico Patricio Giusto.
Para ajustar el gasto público Milei dispuso no renovar los contratos en el Estado nacional que tenían una vigencia menor a un año, reducir de 18 a 9 la cantidad de Ministerios del Gabinete, además de disminuir al mínimo las transferencias de recursos nacionales a las provincias.
Las medidas fueron complementadas con un DNU y un proyecto de ley que, de manera combinada, desregulan el comercio, los servicios y la industria, y dejan sin efecto la normativa que "distorsione los precios del mercado, impida la libre iniciativa privada o evite la interacción espontánea de la oferta y la demanda".
Además, derogan o modifican alrededor de 300 regulaciones, entre ellas las que impiden privatizar empresas públicas, y establecen cambios en materia de empleo e indemnizaciones por despido, en el régimen de partidos políticos, en la composición de la Cámara de Diputados y en materia de impuestos y jubilaciones.
"Vamos a poner de patas para arriba la organización económica. Esta nos está llevando a ser el país más miserable del mundo. Entramos al Siglo XX siendo el país más rico del mundo, no puede ser que hoy seamos el 130, tengamos cerca de 50 por ciento de pobres y más de 10 por ciento de indigentes. No puede ser. No quiero una Argentina que sea la villa miseria más grande del mundo", afirmó el mandatario ante la prensa local luego de asumir el cargo.
Las medidas han generado descontento en parte de la población, que se ha manifestado con cacerolazos y marchas convocadas por la Confederación General del Trabajo (CGT, central obrera) y organizaciones sociales, mientras que otros sectores las han apoyado, por suponer un cambio radical respecto de las políticas previas en el país.
El mandatario aseguró que quienes se quejan son "los que pierden beneficios, la casta, los que tienen más acceso a la queja, como los empresarios prebendarios o los políticos".
La socióloga y docente Josefina De Rosa (40) dijo a esta agencia que "lo primero que se me viene a la cabeza al hacer un balance de este primer mes de gobierno es la incertidumbre. La realidad es que, más allá de estar de acuerdo o no con lo que Milei proponía en campaña, esperaba a esta altura que estuvieran algunas cuestiones definidas y siento que todavía falta. No se sabe qué va a pasar, entonces la principal sensación es de incertidumbre".
La mujer, que vive en el barrio capitalino de Saavedra junto a sus hijos Lorenzo y Ramiro, ha notado "una fuerte suba de los precios en las tarifas del transporte, de los servicios públicos, de los alimentos y del combustible".
"En ese marco, preocupa y genera incertidumbre saber qué va a suceder con los ingresos, sobre todo en la clase media y en la clase media-baja, que empieza a tener mayores gastos, pero sin una mejora en los salarios, lo que derivará en menor capacidad de ahorro y en recortes, por ejemplo en rubros como salud o esparcimiento", advirtió De Rosa.
La socióloga también consideró "preocupante" la situación de los jubilados, ya que el Gobierno modificó la fórmula por la que se actualizan sus haberes, y la situación de los sectores más vulnerables, que tienen una "mínima contención".
"Siento que este ajuste lo va a absorber el sector medio y el sector medio-bajo, las familias que tienen hijos y muchos gastos en educación. Hay además una sensación de desilusión al ver que, a diferencia de lo prometido en la campaña, ciertos sectores acomodados, los pertenecientes a la política, a los grandes capitales, a las grandes empresas, siguen en una situación en la que no se ve que se hayan tocado sus ingresos o sus privilegios", agregó.
Por su parte, la escribana pública Ana Funes Coronel, 44 años de edad, celebró en diálogo con Xinhua este primer mes del gobierno de Milei: "Quizás es un exceso de optimismo, pero Milei hace lo que dice, está convencido y no se distrae del objetivo. Es un outsider del mundillo burocrático y eso le da un plus, además de sus saberes en empresa, mercado, mundo, idiomas y economía".
"Nunca hemos tenido un mandatario como él y eso me da muchísima esperanza. Porque soy de Tucumán, del norte argentino, pero del norte que no se ve en las fotos turísticas, sino del norte donde por ejemplo la gente no se detiene a ver que Milei cortó la emisión monetaria y eso les va a devolver poder adquisitivo", señaló Funes Coronel.
La entrevistada consideró que quienes reprueban al mandatario "se enojan con las consecuencias y no con las causas. A mí me gusta el largo plazo y celebro no solo sus medidas económicas, sino también su política exterior y en materia de seguridad".
La mujer, que reside en la ciudad de San Miguel de Tucumán, capital de la provincia, admitió que las medidas gubernamentales podrán ser "dolorosas" y generar "resistencia", pero se mostró confiada en que Milei "cumplirá acabadamente sus proyectos".
"Me encantaría que sus éxitos en la esfera federal y nacional se repliquen en el norte argentino, que los señores feudales pierdan el control estatal arbitrario, dejen el culto al proteccionismo, al pobrismo, al asistencialismo paternalista, el odio a los ricos y a los herederos como bandera, y se fomente la educación en libertad, el trabajo y la apertura del comercio", completó la escribana.
