Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 30 ene (Xinhua) -- La ola de calor extremo que azota la zona centro-sur de Chile será un fenómeno habitual impulsado por el cambio climático y el fenómeno de El Niño, advirtieron expertos en la materia del país sudamericano, quienes esperan para esta semana nuevos picos de temperatura.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres chileno declaró el pasado domingo "Alerta roja" para la región Metropolitana, donde viven unos 7 millones de personas, por calor extremo; sin embargo, el aviso se extendió posteriormente para las regiones de O'Higgins y Maule, al sur de la capital.
El profesor del Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas de la Universidad de Tarapacá, Oliver Meseguer Ruiz, explicó a Xinhua que estos fenómenos van a ser cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático.
"A esto se le suma el fenómeno de El Niño, que genera anomalías positivas en las temperaturas que afectan a Chile continental", agregó el especialista en el análisis de la variabilidad climática.
Detalló que se ha dado "una serie de conjunciones de factores, además de unas condiciones sinópticas particulares, de un anticiclón muy potente frente a las costas de Chile, que hace que estemos padeciendo calor por encima de lo habitual. Pero estas situaciones van a ser cada vez más habituales y frecuentes en el tiempo y más intensas".
El registro histórico de calor en Chile lo encabeza la ciudad de Los Ángeles, a unos 500 kilómetros al sur de la capital, cuando marcó 42,2 grados Celsius en 2017, mientras que en el área metropolitana el pico marcado fue de 38 grados Celsius en 2019, de acuerdo con datos de la Red Oficial de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).
Para esta semana, la DMC pronosticó hasta 39 grados Celsius para la capital, lo que significaría un récord en el territorio metropolitano, un valle atomizado por la cordillera de Los Andes por el este y la cordillera de la Costa en el oeste, que mira al océano Pacífico.
"Será habitual que las temperaturas alcancen o estén en torno a los 37, 38 grados en estas situaciones. La última ola de calor tan intensa data del año 2019, donde eran habituales las temperaturas superiores a los 38 grados en Santiago o los 37 grados en Concepción (centro-sur)", complementó Meseguer Ruiz.
El doctor en geografía remarcó que "son numerosos los estudios que ya han determinado que hay una tendencia muy significativa al aumento, a la persistencia y a la cada vez mayor intensidad de la ola de calor en el Chile Continental, particular y especialmente centrado en la zona central y centro-sur".
"Sin duda este fenómeno es especialmente peligroso para aquellas partes de la población que están más expuestas o que tengan problemas de índole cardiovascular o de tensión alta. Esto puede ocasionar muertes asociadas a los golpes de calor; hay que estar especialmente atentos para evitar los esfuerzos en las horas centrales del día y mantenerse bien hidratados", advirtió el experto.
En tanto, el meteorólogo de la Fundación San Ignacio del Huinay, de la Universidad Católica de Valparaíso y la empresa generadora Enel, Miguel Fernández, agregó que la presencia del fenómeno de El Niño ha sido más intensa en los últimos años y favorece la presencia de un océano más cálido de lo habitual y, como respuesta, una atmósfera también más cálida.
"Todo esto ha permitido que nos encontremos afectados por una masa de aire con las características necesarias que favorecen un aire más cálido de lo habitual; y si a esto le agregamos el problema del cambio climático, se produce la fórmula perfecta para una ola de calor como la recientemente registrada y como la que se pronostica esta semana", aseveró Fernández a Xinhua.
El experto puntualizó que esta ola de calor extremo es algo que "expertos a nivel mundial han alertado desde hace ya largo tiempo, por lo tanto, no es posible descartar que eventos similares se repitan en los próximos meses".
La DMC informó el lunes que, hasta el momento, enero en Santiago promedia una temperatura de 31,5 grados Celsius, el segundo enero más cálido desde 1950 y sólo superado por el mismo mes en 2017 cuando anotó 33,3 grados.
