BUENOS AIRES, 20 feb (Xinhua) -- El objetivo del Gobierno argentino de revertir el déficit fiscal y transitar hacia un superávit primario para este 2024 podría obstaculizarse por la propia recesión económica que generan las medidas de "shock" y por el elevado costo social que éstas implican, sostuvo hoy el analista económico Martín Epstein.
Según Epstein, los primeros logros en materia fiscal anunciados por el Gobierno del presidente Javier Milei, a principios de año, derivan de un fuerte aumento impositivo junto a un amplio recorte a las partidas gubernamentales; Sin embargo, a futuro, corre riesgo la posibilidad de aumentar la recaudación tributaria o achicar aún más el gasto público.
"Para el objetivo de revertir el déficit y convertirlo en superávit hay dos caminos que no son opuestos: uno es aumentar la recaudación, la otra es bajar el gasto; en el escenario en el que estamos es poco probable que el Gobierno pueda aumentar la recaudación a mediano plazo porque la economía está contrayéndose", dijo a Xinhua el analista económico en el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Frente a la disminución de esta posibilidad, "entonces el único camino posible para lograr el superávit que plantea Milei es la contracción del gasto", con lo cual frente a un panorama que ya es de recesión y de elevada inflación significaría un ajuste "cada vez más brutal", cuyos eventuales resultados estarían por verse y que además generarían un panorama más dramático a nivel social, afirmó.
El eje de las medidas ortodoxas para lograr el anhelado "déficit cero" se centran, por un lado, en la reducción del gasto público, priorizando de esta forma la eliminación de la obra pública, la quita de subsidios al transporte y la energía, la reducción de las transferencias discrecionales a las provincias, el cambio de la fórmula jubilatoria, entre otras medidas.
Por otra parte, el Ejecutivo ha optado por incrementar el ingreso a través de alícuotas adicionales a las exportaciones (retenciones) y mediante el incremento de impuestos a la importación de bienes y servicios así como a la compra de divisas y pagos en el exterior (Impuesto PAIS).
En enero, el Impuesto PAÍS registró un incremento interanual de 1.302,3 por ciento mientras que las retenciones crecieron 574,3 por ciento interanual, según datos oficiales.
Epstein explicó que el Gobierno de Milei optó además por "pisar partidas presupuestarias y no ejecutar algunas asignaciones previstas, lo que contribuyó al ahorro en materia de gasto", contribuyendo a los datos fiscales positivos del primer mes del 2024.
"Estamos en 2024 con una prórroga del Presupuesto del 2023, y esto también le facilita al ministro de Economía y al propio presidente Milei pisar partidas o hacerlas crecer por debajo de la inflación; ese doble mecanismo de no ejecutar partidas directamente o que esas partidas pierdan capacidad de compra significa en la lectura de Milei un ahorro en materia de gasto", refirió el entrevistado.
El también profesor en la Universidad de Buenos Aires agregó que "esta estrategia, junto con el aumento de impuestos como el Impuesto PAIS (a la compra de divisas) y a los derechos de exportación para ciertos productos, ha permitido al Gobierno alcanzar el superávit fiscal y financiero en enero".
Otro factor condicionante de la estabilidad macroeconómica argentina es el tema de la deuda, afirmó Epstein, quien destacó que los compromisos vigentes, especialmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), siguen siendo un desafío importante.
"El gobierno actual propone un esquema de repago de las cuotas que se vencen este año en función del ajuste al gasto público; esto es problemático porque a una economía que necesita dólares para sostener la actividad se le van a sacar los dólares para pagarle al FMI; entonces habría un proceso de destrucción del aparato productivo muy significativo", enfatizó.
En cuanto a la relación entre el déficit cero y la inflación, Epstein señaló que la estrategia de Milei se basa en la creencia de que reducir el déficit llevará a una disminución de la emisión monetaria y, por ende, a una menor inflación. Sin embargo, argumentó que la inflación en Argentina es un problema multifacético que va más allá de la emisión monetaria, incluyendo la falta de dólares y otros factores estructurales.
"Es con expansión y con crecimiento que se puede revertir el problema del déficit y generar un escenario de superávit; el resto son gestiones ficticias, porque es temporal, es a corto plazo, y la única manera de sostener el tiempo de esa ficción es ahogando a la economía argentina en una recesión mucho más profunda", remarcó.
Respecto a la posible dolarización de la economía, Epstein sostuvo que las actuales medidas apuntan a este objetivo como meta principal del Gobierno, pero Argentina "no cuenta con la disponibilidad de dólares" para llevarla a cabo en el corto plazo.
El analista económico en CEPA expresó su escepticismo sobre las proyecciones optimistas del Gobierno ya que a pesar de las estimaciones oficiales de crecimiento para finales del año corriente se observan "datos negativos en varios sectores clave de la economía argentina".











