LA PAZ, 29 feb (Xinhua) -- Bolivia se encuentra en estado de "alerta" ante la amenaza del desborde de ríos por las persistentes lluvias que pone en riesgo la seguridad de sus ciudadanos en los nueve departamentos del país, en medio del ascenso de la cifra de familias afectadas que llegó a 31.000, según reportes del Gobierno.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, lanzó este jueves nuevos avisos de alerta, roja y naranja, que se extienden hasta la próxima semana, aunque la fecha varía según la región, marcando un periodo de incertidumbre en la población.
La alerta roja, el más alto nivel de emergencia, ha sido activada en las ciudades capitales de Cobija (norte) y La Paz.
En la capital de Pando (noroeste), Cobija, la alerta se extiende hasta el 11 de marzo, con foco en las poblaciones vulnerables de Iñapari, Cobija y áreas adyacentes.
Esta medida llega tras la declaración de desastre en Cobija, donde centenares de familias ya se encuentran afectadas por las inundaciones de los últimos días producto del nivel del río que superó el miércoles los 17 metros de altura marcando un nuevo récord y dejando atrás las cifras registradas en 2012, cuando alcanzó los 13 metros.
El desastre se evidencia también en La Paz, donde la alerta roja abarca zonas urbanas críticas afectadas por las riadas que se llevaron calles, puentes y hasta casas.
Además, se ha decretado alerta naranja en los nueve departamentos del país, extendiendo el alcance de la precaución y la preparación ante posibles desastres.
Esta información de alerta permite a las autoridades regionales y habitantes de comunidades ribereñas anticipar y actuar en consecuencia ante posibles desbordes.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, dijo durante en un acto público de entrega de ayuda a familias afectadas por la mazamorra en la localidad paceña de Palca, que la magnitud del riesgo por las intensas lluvias que provocan inundaciones, mazamorras y riadas exige una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.
De acuerdo al Viceministerio de Defensa Civil, el inclemente golpe de las lluvias ha afectado a 317 de los 340 municipios del país, desencadenando la angustia de 31.000 familias (entre damnificadas y afectadas) y un saldo trágico de 42 vidas perdidas.
Añadió que 837 fueron arrasadas por completo, obligando a centenares de personas a abandonar sus hogares en busca de refugio seguro.
La magnitud del desastre se concentra principalmente en el departamento de La Paz, donde 18.448 familias resultaron afectadas.
Calvimontes subrayó que la emergencia ha llevado a declarar 12 municipios en estado de desastre y siete en emergencia.
El Gobierno ha movilizado recursos y personal para brindar asistencia y apoyo en la evacuación de las zonas afectadas.
