BRASILIA, 2 ago (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó hoy viernes la ley que regula la producción de hidrógeno de baja emisión de carbono, conocido como hidrógeno verde, que establece una serie de iniciativas para desarrollar la industria de ese combustible en el país sudamericano.
Una de las medidas destacadas es el Régimen Especial de Incentivos a la Producción de Hidrógeno con Baja Emisión de Carbono (Rehidro), que tendrán una validez de cinco años a partir del 1 de enero de 2025.
La norma, que había sido aprobada previamente por el Congreso Nacional, era esperada por los inversionistas interesados en vender este combustible limpio, que no produce contaminación durante su fabricación o consumo.
En un acto celebrado en la localidad de Pecém, estado de Ceará (noreste), el presidente Lula da Silva destacó el potencial energético de Brasil, afirmando que puede situar al país a la vanguardia de la transición energética.
"Cuando veo a la gente hablar de hidrógeno verde, energía solar, eólica, biomasa, pienso: ¿Qué país del mundo puede competir con Brasil? ¿Qué país del mundo es capaz de competir con nuestro país en este tema de transición energética?", afirmó el presidente.
"Una cosa que vamos a hacer es pedir al mundo rico que nos envíe créditos de carbono, porque nosotros somos los que tenemos bosques que preservar, ellos ya quemaron los suyos", agregó.
El hidrógeno verde se obtiene mediante electrólisis, utilizando energía proveniente de fuentes renovables, por lo que su producción no genera emisiones de carbono.
El ministro brasileño de Minas y Energía, Alexandre Silveira, subrayó que este proyecto también tiene un papel fundamental en el fomento de la cadena nacional de suministro de insumos y equipos, así como en el desarrollo de la producción nacional de fertilizantes nitrogenados, reduciendo la dependencia externa.
"Las plantas de hidrógeno fortalecerán el sector de los fertilizantes verdes y reducirán nuestra dependencia de las importaciones. El hidrógeno es esencial para producir amoniaco verde y fortalecer nuestra industria nacional y la agricultura", dijo el ministro.
"Este conjunto de políticas públicas que estamos implementando nos dará un Brasil más moderno y consolidará nuestro liderazgo en la transición energética. Ceará será uno de los grandes polos de hidrógeno verde (...), poniendo en práctica los 33 memorandos de entendimiento ya firmados", agregó.
Otro punto importante del marco legal es el Sistema Brasileño de Certificación del Hidrógeno (SBCH2), que establece la estructura, gobernanza y competencias, así como la certificación voluntaria por intensidad de emisiones, basada en el análisis del ciclo de vida.
El proyecto de ley también presenta incentivos para la investigación, el desarrollo y la innovación en la producción de hidrógeno y sus diversas rutas de producción, con el objetivo de establecer la neutralidad tecnológica.
Además, define a la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocarburantes (ANP) como regulador del hidrógeno, estableciendo una intensidad límite de 7kgCO2eq/KgH2. Esto favorece el uso de fuentes bajas en carbono como la eólica, la fotovoltaica y el etanol.
Actualmente, están en estudio 57 Gigawatts (GW) de proyectos de hidrógeno verde en Brasil, considerando todos los niveles de madurez, especialmente en los estados de Bahía, Ceará, Piauí, Pernambuco y Rio Grande do Norte.
Los proyectos de hidrógeno que ya están registrados en el MME, es decir, los que se encuentran en fases más avanzadas, suman un estimado de 212.000 millones de reales (unos 37.000 millones de dólares) en inversiones.
