TOKIO, 6 sep (Xinhua) -- Un marine estadounidense estacionado en Okinawa, la prefectura más meridional de Japón, fue remitido el jueves a la Fiscalía como sospechoso de agredir sexualmente y lesionar a una mujer a finales de junio, el tercer caso de este tipo que sale a la luz en la isla este año, informaron los medios locales.
El último incidente, ocurrido en el norte de la isla principal de la prefectura, fue denunciado a la Policía por una institución médica a la que acudió la víctima, de unos 20 años, poco después de la presunta agresión, informó Kyodo News citando fuentes de la investigación.
El miembro de la Infantería de Marina, de unos 20 años de edad, que se encuentra bajo custodia militar estadounidense, ha sido interrogado voluntariamente por la Policía local, que ha construido el caso a partir de sus publicaciones en las redes sociales y las imágenes de las cámaras de seguridad alrededor de la presunta escena del crimen, según el informe.
La Policía dijo que los dos se conocían, pero no reveló si el hombre admitió las acusaciones, añadió.
El caso llega después de que otros dos miembros del Ejército estadounidense fueran acusados en la prefectura de agresión sexual e intento de agresión sexual, acusaciones que salieron a la luz en junio a raíz de los informes de los medios de comunicación locales, conmocionando a Okinawa.
Un militar de las Fuerzas Aéreas estadounidenses fue acusado en marzo de presunto secuestro y agresión sexual a una menor, mientras que un marine estadounidense fue detenido en mayo como sospechoso de intento de violación con resultado de lesiones. Pero la Policía no reveló estos casos en su momento, alegando la privacidad de las víctimas.
Los dos casos dieron lugar a quejas formales de Okinawa ante la Embajada de Estados Unidos, el Ejército estadounidense y el Gobierno japonés, y a peticiones de cambios en el acuerdo sobre el estatus de las fuerzas que rige la población militar estadounidense en Japón.
Okinawa alberga el 70 por ciento de todas las bases militares estadounidenses en Japón, mientras que solo representa el 0,6 por ciento de la superficie total del país. Los delitos cometidos por miembros de las fuerzas estadounidenses y personal no militar han sido una fuente constante de quejas para la población local.