RÍO DE JANEIRO, 17 sep (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que el país no está preparado para hacer frente a los centenares de incendios que afectan en estos momentos a distintas regiones del territorio nacional y sugirió que los fuegos podrían ser el resultado de acciones orquestadas por parte de algunos sectores que intentan crear confusión en el país.
Lula se reunió este martes con los jefes de otros poderes del Estado en el Palacio presidencial de Planalto para debatir un paquete de medidas contra los incendios forestales.
En declaraciones a la prensa, el mandatario afirmó que "el hecho concreto es que a mí me parece que hay mucha anormalidad. Algunas cosas son las habituales y ordinarias que se incendian. La sequía es la peor de los últimos tiempos, el calor también. Y es en todo el mundo".
En este sentido, señaló a sectores "que intentan crear confusión en este país", contra quienes prometió una investigación para aplicar la ley "a fondo".
A la reunión acudieron los presidentes del Supremo Tribunal Federal (STF), Luís Roberto Barroso; de la Cámara de Diputados, Arthur Lira; y del Senado, Rodrigo Pacheco; así como el Fiscal General de la República, Paulo Gonet; el Presidente del Tribunal Superior de Justicia (STJ), Herman Benjamin; además de varios ministros.
Tras la reunión, el Gobierno federal anunció que tiene previsto presentar un paquete de medidas para enfrentar los incendios que están asolando distintas regiones del país, destruyendo la vegetación autóctona y arrojando humo sobre las ciudades.
Lula repitió varias veces que "todavía" no podía afirmar que los incendios en distintas partes del país sean acciones criminales, pero sí existen "fuertes indicios", e insinuó que las acciones pueden estar vinculadas a intereses políticos.
"Vamos a tomarlo muy en serio porque este país no puede verse afectado de esta manera, posiblemente todo esto se deba a la COP30 aquí en Brasil, o a la actuación de Brasil en las discusiones medioambientales en todo el mundo, quizá parte de ello se deba a intereses políticos", precisó el presidente.
"No lo sabemos, no podemos acusar, pero hay sospechas. Es importante no olvidar deciros que una persona muy importante en la llamada a la acción de septiembre, en la Avenida Paulista, utilizó las palabras 'incendiemos Brasil' o 'Brasil se va a incendiar'. Puedes verlo en Internet", reveló.
Lula reconoció también que el país no estaba preparado para afrontar estas situaciones. Y pidió un esfuerzo conjunto de los poderes del Estado para dotar a las entidades e instituciones federales de las herramientas necesarias para hacer frente a las nuevas crisis climáticas.
"El hecho concreto es que hoy, en Brasil, no estábamos para nada preparados para hacernos cargo de estas cosas. Las ciudades no están preparadas. Hasta el 90 por ciento de las ciudades no están preparadas para hacer frente a esto. Hay pocos estados que estén preparados, que tengan defensa civil, bomberos, brigadas contra incendios, casi nadie lo hace", indicó.
La catástrofe climática también está provocando una grave sequía en la región norte de Brasil, dejando ríos innavegables y amenazando el abastecimiento de algunas ciudades.
La crisis climática y la propagación de los incendios por varias regiones del país han dado munición a la oposición, particularmente al ala vinculada al expresidente Jair Bolsonaro. El argumento es que su predecesor fue duramente criticado en 2020 por los incendios que destruyeron parte del Pantanal, pero ahora el daño medioambiental es aún mayor.