SAO PAULO, 17 sep (Xinhua) -- Brasil debe endurecer las penas contra autores de crímenes ambientales por los incendios forestales intencionales perpetrados en varias regiones del país desde agosto pasado, entre ellos en la selva amazónica, aseveró hoy martes la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva.
"La pena de delitos ambientales por provocar incendios es de 2 a 4 años de prisión (...) una pena leve", expresó Silva al programa "Buen Día, Ministra" de la cadena Empresa Brasil de Comunicación (EBC).
"Muchas veces una condena se transforma en una pena alternativa y muchos jueces reducen las condenas", agregó la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático.
Silva sostuvo para la EBC que frente a la sequía más severa de la historia que atraviesa Brasil desde agosto anterior, ahora está prohibido cualquier encendido de fuego, ya sea en campos para cultivo o bosques.
"Existe una prohibición del uso del fuego en todo el territorio nacional. Los últimos en emitir un decreto de prohibición de incendios fueron los estados de Rondonia (noroeste) y Pará (norte) hace semana y media. La situación de riesgo es en todo el territorio nacional", dijo.
La ministra relacionó cuestiones de tipo político con las acciones criminales por los incendios de campos o bosques, al señalar que "existe una alianza criminal entre ideologías políticas que quieren negar el tema del cambio climático".
Defendió en ese sentido los proyectos de ley presentados en el Congreso para endurecer las penas a quienes provoquen incendios en campos, además de apoyar la iniciativa del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para pedir celeridad al Poder Judicial en las investigaciones en la materia.
Dijo que imágenes satelitales y de servicios de inteligencia han sido fundamentales para investigar estos incendios, sobre todo en la Amazonia, la mayor reserva de biodiversidad del mundo, así como en el bioma Pantanal, en la región occidental del país sudamericano, en la frontera con Bolivia y Paraguay.
Brasil posee el 60 por ciento de la selva amazónica sudamericana y una parte de ella presenta una importante actividad agropecuaria.
La Policía Federal ha abierto 52 investigaciones por incendios intencionales en Brasil, donde se han quemado de manera reciente al menos 1,4 millones de hectáreas de pastos y 1 millón de hectáreas en áreas forestales, así como 900.000 hectáreas en zonas agrícolas y ganaderas, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático.
