Por Pau Ramírez
RÍO DE JANEIRO, 28 sep (Xinhua) -- La crisis climática mundial hace que sea urgente acelerar la transición energética y Brasil se destaca para liderar este cambio mientras exista una fuerza de trabajo entre los sectores público y privado, destacaron especialistas del sector.
En entrevista con Xinhua, la directora de Petróleo, Gas y Biocombustibles de la Empresa de Investigación Energética (EPE), Heloisa Borges, afirmó que "en 15 años podremos generar toda la energía que necesitamos a partir de fuentes renovables", ante la urgencia de invertir en plantas solares, eólicas y de hidrógeno verde para descarbonizar la economía brasileña para 2040.
"No basta con detener la exploración de nuevos pozos de petróleo o minas de carbón, tenemos que ir cerrando los que ya están en funcionamiento", comentó la experta sobre el rápido avance de la transición energética y su necesidad de mejorar.
En ese sentido, resaltó que, a diferencia del escenario mundial en el que tres cuartas partes de las emisiones proceden del sector energético, Brasil cuenta con una matriz mayoritariamente renovable y destaca en la transición energética, especialmente en el uso de biocombustibles como el etanol y el biodiésel.´
Sin embargo, la especialista aclaró que, pese a estar en una posición de liderazgo, el país sudamericano no puede "importar soluciones para problemas" pues se enfrenta a restos particulares que "son diferentes".
Recordó además que el 25 por ciento de la matriz de transporte de Brasil ya es renovable, principalmente debido al uso de biomasa.
Por su parte, André Lavor, director general de la firma de biocombustibles Binatural, explicó que si Brasil consigue detener el ciclo de quema y deforestación que emite grandes cantidades de contaminantes, podría convertirse en uno de los primeros países en alcanzar el estatus neto cero en 2030.
"Hemos identificado al menos 190.000 millones de dólares en oportunidades de inversión en estos sectores hasta 2040 para la descarbonización de la economía brasileña", subrayó en referencia a fuentes renovables, hidrógeno verde, biogás, créditos voluntarios de carbono y movilidad eléctrica.
Lavor advirtió que minimizar los costes de la transición podría ser perjudicial para la nación sudamericana, mientras que "con un poco más de inversión, podríamos duplicar con creces nuestro PIB (Producto Interno Bruto) de aquí a 2050".
"La oportunidad para Brasil es tan grande que intentar minimizar el coste de la transición energética es un error. Lo que deberíamos hacer es maximizar el potencial socioeconómico asociado a esta transición energética", reseñó.
Según el directivo, esto incluye el segmento de la movilidad, tratado en el Proyecto de Ley de Combustibles del Futuro, actualmente en discusión en el Congreso, que, aunque pretende impulsar sectores como el biometano y el biodiésel, este sector ya está bien establecido en Brasil desde hace años.
En tanto, a nivel federal, el Gobierno planea invertir 2.000 millones de reales (unos 367,4 millones de dólares) en 10 años para impulsar el uso de fuentes de energía limpias.
En tanto, el coordinador del Centro de Innovación y Transición Energética de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sao Paulo (Poli-USP), Erik Eduardo Rego, sostuvo que se necesita ampliar la producción y uso del "SAF (Combustible Sostenible para la Aviación), el biobúnker (combustible marino), el biometano, el hidrógeno verde, el amoníaco verde, el fertilizante verde y el metanol".
"Esto requiere un capital intensivo. No solo necesitaremos deuda, sino también capital", explicó.
En opinión del experto, el mercado libre de energía será un motor importante de la transición energética en Brasil, ya que ofrece a los consumidores la posibilidad de elegir el proveedor, el tipo de energía, el precio y las condiciones.
"No completaremos ninguna transición energética sin que el consumidor sea el protagonista y tenga un acceso barato", pronosticó.