Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 21 oct (Xinhua) -- Para la experta uruguaya en opinión pública, Mariana Pomiés, el candidato presidencial Yamandú Orsi, del opositor Frente Amplio (FA), será el más votado en las elecciones del próximo 27 de octubre en Uruguay, aunque sin la mayoría para evitar una segunda vuelta ante el oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional (PN), programada para el 24 de noviembre venidero.
"El FA si bien sigue teniendo un nivel alto de votación para poder ganar en primera vuelta, tendría que captar más de la mitad de los indecisos de hoy, cosa que es difícil", opinó Pomiés en entrevista con Xinhua.
La directora de la consultoría de opinión pública Cifra consideró que por esa razón, "lo más probable es que haya segunda vuelta" el 24 de noviembre para elegir al sucesor del presidente Luis Lacalle Pou (2020-2025) del PN.
A decir de la directora de Cifra, en el eventual balotaje se enfrentaría el postulante del FA, coalición de izquierda que gobernó entre 2005 y 2020, y el candidato más votado de la Coalición Republicana, conformada por cuatro partidos de centro y centro-derecha que compiten por separado en primera vuelta, pero que un mes después unirían fuerzas como lo hicieron en 2019 para llevar a la Presidencia a Lacalle Pou.
Según la última encuesta de Cifra, divulgada el 27 de septiembre pasado, Orsi (FA) tenía una intención de voto entre los electores del 44 por ciento, Delgado (PN) del 24 por ciento, Ojeda (PC) del 14 por ciento y otros partidos del 5 por ciento, mientras que los indecisos y los votos en blanco tendrían 13 por ciento, en línea con otras encuestas.
Nadie dudaba del segundo lugar de Delgado (55 años) por detrás de Orsi (57 años), pero en las últimas semanas ha habido un descenso en la intención de voto para el PN, captada por el candidato Andrés Ojeda (40), del Partido Colorado (PC), socio principal del PN en la Coalición Republicana.
Para Pomiés "no hay duda de que el FA va a ser el partido más votado" y Delgado, que se presenta como la continuidad del Gobierno, sería segundo, "aun acortando la diferencia" con Ojeda, que se reivindica como la "nueva política" y el "cambio" dentro del oficialismo.
"Podría llegar a pasar que Ojeda lo alcance, pero creo que la ventaja de Delgado es la confianza en la estructura del PN que "en el interior está muy aceitada, mientras que la estructura del PC es bastante más pequeña".
La experta consideró que Ojeda, quien generó controversia con una publicidad en la que exhibía su musculatura en un gimnasio, atrapando la atención de un sector de la población menos interesado en la política, "logró un muy alto nivel de conocimiento de la opinión pública y aceptación".
"Ha tenido una buena estrategia de campaña para lograr esa visibilidad en tan corto tiempo y en el volumen que la logró", sostuvo sobre el postulante del histórico PC, que por décadas gobernó Uruguay, la última vez entre 2000 y 2005.
Si bien casi la mitad de la población uruguaya aprueba la gestión de Lacalle Pou, destacada por su manejo de la pandemia, la sequía y la inflación, no ha logrado transferir esa popularidad a Delgado, quien se desempeñó como secretario de la Presidencia en el presente mandato.
"Los méritos de este Gobierno se han concentrado mucho en la figura del presidente", opinó Pomiés, licenciada en sociología.
"Su imagen y su popularidad es buena, y ha hecho difícil a otros miembros del Gobierno u otros posibles líderes construir sus liderazgos", interpretó.
A juicio de la entrevistada, "la no presencia de voluntad de cambio es lo que más nos inclina a varios analistas a pensar que es difícil que la coalición no termine ganando al final, por poco como pasó hace cinco años y por poco como pasó con la LUC (Ley de Urgente Consideración del Gobierno ratificada en referéndum)".
"Cuando uno estudia las percepciones encuentra que tampoco el FA es percibido como una opción de un cambio muy radical", dijo Pomiés.
"El propio FA se ha encargado de comunicar que hay matices, visiones distintas, pero que no son grandes golpes de timón los que darían en el Gobierno", observó.
La especialista en opinión pública planteó que de hecho, "el actual Gobierno tampoco ha dado un gran golpe de timón respecto a algunos aspectos de los tres gobiernos del FA".
"Han habido algunos cambios, pero el modelo ha sido el mismo. La estructura tributaria no se tocó, el Estado casi no se tocó, o sea, las grandes cosas no se movieron, venían de 15 años del Gobierno del FA y venían de 40 años de gobiernos del PN y el PC", resumió la directora de Cifra.