RÍO DE JANEIRO, 23 oct (Xinhua) -- El Centro de Desarrollo Tecnológico en Salud de la estatal Fundación Oswaldo Cruz (CFTS-Fiocruz) de Brasil y el Centro Nacional de Bioinformación de China (CNCB, por sus siglas en inglés) firmaron un memorando de entendimiento para la colaboración en las áreas de Bioinformática y Big Data en Ciencias Biológicas, anunció hoy miércoles la entidad brasileña.
El memorando, firmado la víspera, prevé no sólo colaboraciones en investigación y educación, sino también para abordar retos nacionales, regionales y globales.
El documento se signó durante la conferencia conmemorativa de los 50 años de relaciones Brasil-China, en la Academia Brasileña de Ciencias (ABC) en Río de Janeiro, con el director del CNCB, Yang Yungui, y el director del Centro de Desarrollo Tecnológico en Salud (CDTS), Carlos Morel.
Este miércoles se realizó una visita al Campus de Manguinhos de la Fiocruz en Río de Janeiro por parte de la delegación del CNCB, que visitó el nuevo edificio del CDTS, el Castillo Morisco, y mantuvo una reunión de trabajo en el Centro de Relaciones Internacionales en Salud.
"El profesor Yang es el director de uno de los mayores centros informáticos de China, que está inaugurando un centro aún mayor a 100 kilómetros de Beijing, que visité el año pasado", explicó Morel.
"La idea es utilizar sus infraestructuras en el ámbito de la bioinformática y las biociencias, sobre todo en la formación de los jóvenes, y en una asociación en diversos ámbitos de la bioinformática, en particular en el campo de la secuenciación del genoma de los patógenos", añadió el especialista brasileño.
El CNCB está considerado como una importante infraestructura de biodatos, con instalaciones de última generación y un centro mundial en servicios de bioinformática de "big data" (macrodatos), innovación y espíritu empresarial. El acuerdo allana el camino para el intercambio de investigadores y estudiantes, explorando oportunidades de colaboración en investigación y participación en conferencias.
"Venimos con el objetivo de crear una colaboración real en proyectos relacionados con las ciencias médicas y de la vida, así como de intercambiar talentos, como jóvenes científicos y estudiantes", explicó el director Yang.
"Nuestro objetivo es que las nuevas generaciones de ambas partes se conozcan trabajando, estudiando e intercambiando lugares. Creo que será beneficioso para ambas partes", agregó.
Cuatro campos específicos son de especial interés para la colaboración: la caracterización de los mecanismos de resistencia antiviral; la fusión de datos clínicos-epidemiológicos-inmunológicos-ómicos; la terapia génica basada en nanoestructuras y biología sintética, y los enfoques de aprendizaje automático para aprovechar los datos multiómicos a gran escala, así como otros campos relacionados que puedan surgir.
Morel destacó dos grandes áreas en las que el CDTS ha trabajado mucho: los antivirales y una serie de diagnósticos modernos.
"Han desarrollado una tecnología de diagnóstico muy moderna, que acaba de publicarse en "Vaccines", un nuevo enfoque para diagnosticar el (mal de) Chagas y también se están centrando en la COVID-19, la sífilis y la oropouche", dijo Morel.
"Se trata de dos grandes líneas que dependen fundamentalmente de la secuenciación de los genomas de los patógenos. Así que el apoyo de un gran centro en China, que dispone de esta tecnología y de estos datos, compartidos con nosotros, podría ser algo positivo", añadió el director del CDTS.
Con una duración prevista de cinco años, el documento prevé la creación de un grupo de trabajo.
"La idea es que el futuro edificio del CDTS pueda albergar a investigadores visitantes en sus laboratorios de bioseguridad y pueda funcionar también como centro de innovación de la Fiocruz", dijo Marco Tulio Castro, coordinador general adjunto de Planificación y Gestión Estratégica del CDTS.
