NANCHANG, 25 oct (Xinhua) -- Al caer la noche se vuelven bulliciosas las calles de la avenida Taoxichuan, en la capital china de la porcelana, Jingdezhen, donde se llevó a cabo la Feria de Otoño de las Ferias de Arte de Primavera y Otoño de Taoxichuan 2024.
Más de 500 artistas de todo el mundo llegaron a Taoxichuan para mostrar sus creaciones en los estands que inundan las calles, y entre ellos había un joven español, más exactamente de la comunidad autónoma de Cataluña: Jaume Ribalta.
Consciente de la atención que despierta una de sus obras en particular, una tetera, Ribalta se esmera al presentarla a sus clientes potenciales. "La bautizo 'Guanzhu' en chino mandarín. El carácter chino 'guan' significa observación, mientras que 'zhu' simboliza la acción de verter el agua", explica, destacando que la obra combina la singular forma del estanque catalán con elementos tradicionales chinos, creando un diálogo armonioso entre las dos culturas.
Este es el tercer año desde que Ribalta decidió irse a vivir en Jingdezhen, una ciudad del noreste de la provincia de Jiangxi, en el este de China. Allí alquiló una granja en la localidad de Xianghu, donde estableció su estudio.
Para el joven español, como ceramista, venir a Jingdezhen es apenas natural. "En el pasado, siguiendo la Ruta Marítima de la Seda, los productos cerámicos chinos entraron en el mercado europeo. Ahora estoy en el camino de los antepasados", dice, y agrega: "Venir a Jingdezhen es un viaje retrospectivo. Si quieres conocer la historia y el presente de la porcelana, tienes que venir a Jingdezhen".
Cuando llegó a Jingdezhen, a Ribalta le preocupaban el idioma y su aspecto de extranjero. "Creía que me iba a ser muy difícil y complicado integrarme en la vida local", rememora, pero acota que muy pronto descubrió que el estilo de funcionamiento en la ciudad es otra cosa.
"En la cerámica contemporánea, los artistas trabajan de forma independiente, pero en Jingdezhen los artesanos prestan mucha importancia a la colaboración, y cada paso del proceso está abierto a los recién llegados", explica Ribalta, quien se declara aún sorprendido porque durante su creación, desde la fabricación de los moldes hasta la pintura a mano y la cocción, recibe generoso apoyo de parte de los artesanos locales veteranos.
Después de dos años y medio en Jingdezhen, el artista ha elaborado a mano 50 tazones con tapa, 40 tazas de té y 20 teteras mezclando los patrones de cerámica en blanco y negro de su Barcelona natal con la exquisita técnica azul-blanco de Jingdezhen. Todas las creaciones se han vendido, lo que le ayuda en gran medida a navegar por las difíciles primeras etapas de su negocio.
Las Ferias de Arte de Primavera y Otoño de Taoxichuan es un escenario donde artistas de cerámica y porcelana de todo el mundo aprecian este arte e intercambian sus ideas y creaciones.
Son beneficiarios del "Proyecto Aves Migratorias", iniciado en 2015 por el Estudio Internacional de Arte Taoxichuan. En este programa de residencia de tres meses cada año, artistas extranjeros recomendados por entidades de arte de más de 50 países y regiones pueden residir en la ciudad y explorar su creatividad, con todos los gastos cubiertos. A cambio, se pide a los becarios que dejen un tercio de sus obras.
Hasta el momento, más de 3.600 artistas extranjeros han participado en el programa, creando abundantes obras y estableciendo un sólido vínculo con la ciudad.
"Este año, hemos recibido un número récord de más de mil solicitudes de artistas extranjeros ansiosos por trabajar aquí", dice Wu Hao, director del estudio. "Un creciente número de artistas extranjeros vienen a Jingdezhen a buscar hacer realidad su sueño, y ellos se han convertido en una fuerza impulsora para la internacionalización de la cultura cerámica de esta ciudad", añade Wu.
