BUENOS AIRES, 1 abr (Xinhua) -- El ex astro argentino del fútbol Diego Armando Maradona padecía "cirrosis" pero los estudios posteriores a su muerte indicaron que no tenía alcohol ni drogas en la sangre y en la orina.
Así lo confirmaron este martes los médicos que declararon como testigos en la séptima audiencia del juicio que se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro (periferia norte de Buenos Aires).
"Las muestras de orina y sangre dieron que no se detectó la presencia de alcohol etílico ni de otro agente volátil", indicó el bioquímico Ezequiel Gustavo Ventosi, perito de la Policía Científica bonaerense.
El médico, que intervino en los análisis complementarios de la autopsia de Maradona y de objetos secuestrados de la habitación donde falleció, dijo que "también dieron negativo en cocaína, marihuana, éxtasis y anfetaminas".
Asimismo, dio su testimonio Silvina De Piero, perito anatomopatológica de la Policía Científica, quien sostuvo que "el hígado tenía lesiones de grasa, símbolos compatibles con un cuadro de cirrosis".
La profesional detectó "una patología pulmonar crónica" en el exfutbolista, "compatible con un cuadro de insuficiencia cardíaca".
Por su parte, el médico legista Alejandro Ezequiel Vega expresó que el hígado de Maradona era "compatible con cirrosis", asociada generalmente al consumo excesivo de alcohol.
"El tamaño del corazón era totalmente aumentado, fuera del tamaño normal. Era un corazón enfermo, patológico. El riñón tenía una enfermedad de base, una isquemia próximo al momento del fallecimiento", dijo.
El 25 de noviembre de 2020, Maradona murió a los 60 años en una casa del barrio privado San Andrés, en Tigre, 22 días después de ser sometido a una operación en la cabeza por un hematoma subdural.
Vega añadió que el abdomen del ex DT estaba hinchado considerablemente y precisó que tenía acumulado más de 3.000 mililitros de líquido, es decir, más de tres litros.
Este jueves declararán como testigos tres hermanas de Maradona y su ex pareja Verónica Ojeda, mamá de su último hijo, Dieguito Fernando.
En este juicio son juzgados siete profesionales de la salud, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luque (44), la psiquiatra Agustina Cosachov (40) y el psicólogo Carlos Ángel Díaz (33).
Todos están imputados por "homicidio simple con dolo eventual", un delito que tiene una pena prevista de 8 a 25 años de prisión.
