Por Carina López
MÉXICO, 5 dic (Xinhua) -- México concretó la realización de su primera película de animación creada de manera total mediante la técnica "stop motion" con "Soy Frankelda", un proyecto que tomó 14 años de trabajo al estudio "Cinema Fantasma" y que representa uno de los desarrollos más ambiciosos de la animación en el país latinoamericano.
En entrevista con Xinhua, los directores Arturo y Roy Ambriz destacaron que la cinta se ha convertido en la producción mexicana de animación que más festivales internacionales ha alcanzado, un logro que consideran un reflejo del talento creativo en el país.
"Soy Frankelda" narra la vida de una joven del siglo XIX que anhela convertirse en escritora y que, para alimentar su imaginación, crea seres fantásticos inspirados en el folclore mexicano.
Tras atravesar un acontecimiento traumático, la protagonista se adentra en su propio subconsciente, donde se enfrenta a las criaturas que ella misma ha concebido, en un entorno donde la frontera entre la realidad y la fantasía se vuelve cada vez más difusa.
"La idea de hacer 'Frankelda' fue inspirarnos en la autora Mary Shelley, la escritora de Frankenstein, y pensar qué le hubiera pasado si hubiera nacido en México. Probablemente, hubiera sido aún más difícil para ella publicar en el siglo XIX historias de terror o considerarlas grotescas", explicó Arturo Ambriz.
"Bajo esta forma de pensar, fuimos creando a esta escritora mexicana llamada Francisca Imelda, que adopta el seudónimo de 'Frankelda' para poder escribir y publicar sus relatos", agregó.
Al ser la primera cinta en su tipo en tierras mexicanas, la producción implicó retos inéditos, pues no existía una ruta técnica o artística a seguir, por lo que los hermanos Ambriz decidieron crear sus propios métodos para fabricar marionetas, construir escenarios y diseñar movimientos de cámara.
"No había personas que hubieran estado en otra producción, ni de 'stop motion' ni de 2D. Fueron muchísimos retos artísticos y técnicos", recordó Roy.
El proceso de "Soy Frankelda" también implicó un crecimiento narrativo, pues la transición de producir cortometrajes y series a realizar un largometraje representó un reto integral para el equipo, que pese a la intensidad del trabajo, concluyó el trabajo con gran éxito.
En la producción, las secuencias más complejas fueron aquellas que involucraban marionetas y múltiples elementos en movimiento, debido a que coordinar acciones simultáneas como lograr que las flores respondieran al viento o recrear la lluvia, incrementaban de forma considerable la dificultad técnica, al hacer que cada toma requiriera de más tiempo y precisión.
Arturo relató que además de los retos de producción, la paciencia fue indispensable, pues ambos reconocen que tuvieron que aprender a disfrutar la animación cuadro por cuadro pese a la exigencia del trabajo.
En su oportunidad, Roy señaló que uno de los aspectos que más disfrutaron durante la creación del largometraje, fue la posibilidad de mezclar elementos de drama, terror y comedia, pues el equipo procura trabajar siempre en función de aquello que les apasiona y que consideran necesario para la historia.
Para los creadores, el impacto internacional de "Soy Frankelda" ha sido sorprendente, debido a que la cinta llegó a distintas partes del mundo e incluso, en Rusia, los seguidores hicieron un doblaje ilegal que ellos mismos han difundido.
Esa recepción, coincidieron los cineastas, confirma que mientras más específicos y originales son los temas más conectan con el público, por lo que confían que la película llegue a distintas salas de cine no solo en México, sino en distintos países, donde se espera que su mezcla de fantasía, drama y sensibilidad mexicana encuentre eco.
Para la periodista mexicana, Tzuara de Luna, quien asistió a la proyección de "Soy Frankelda", la propuesta destaca no solo por su riqueza visual, sino por ser el primer largometraje mexicano realizado de forma completa en "stop motion".
Se trata de un logro relevante en el país y en América Latina, donde impulsar las artes suele ser complicado debido a que los recursos se orientan a cubrir las necesidades básicas, lo que contrasta con naciones con mayor desarrollo económico.
"Por eso me gustó, porque veo a México incursionando en un ramo del cine que no había estado. Entonces, eso me gusta mucho. Creo que visualmente está muy limpia y muy bien hecha, se notan los detalles de los personajes que por sí solos se me hacen una verdadera obra de arte", expresó De Luna.
La consolidación de ese universo narrativo no es reciente, pues antes del largometraje, "Cinema Fantasma" alcanzó una mayor proyección en 2019, tras concretar una serie para la plataforma de entretenimiento HBO Max denominada "Los sustos ocultos de Frankelda", convertida en uno de los motores del crecimiento del estudio, que cuenta con el respaldo del reconocido cineasta mexicano, Guillermo del Toro.
"La experiencia con Guillermo del Toro ha sido padrísima (muy buena). La relación con él es muy cercana, como un amigo o un tío que te bulea (acosa). Se preocupa por nosotros, porque salgamos adelante. Ahora, él nos está apoyando. Es un ciclo y lo que esperamos es que, en el futuro, nosotros también podamos ayudar a más personas a cumplir sus sueños", añadió Roy.
Convertida en un referente del "stop motion", "Soy Frankelda" demuestra que la animación mexicana puede trascender fronteras con historias únicas, al abrir oportunidades para futuros cineastas y fortalecer la presencia del país en la industria internacional.
