Por Noelia Aráuz
MANAGUA, 8 dic, (Xinhua) -- Las familias nicaragüenses celebraron la noche del domingo la popular fiesta nacional de La Gritería, una tradición que cada año saca a las calles a miles de personas.
Calles, barrios y plazas de cada ciudad de Nicaragua se desbordaron de personas que participaron en una de las expresiones culturales y religiosas más emblemáticas del país, marcada por un ambiente de fraternidad, unidad y solidaridad.
En Managua, numerosos hogares instalaron elaborados altares en sus portales, convirtiendo cada barrio en un recorrido festivo de luz, flores y cantos marianos.
Vecinos y visitantes entonaron el tradicional grito: "¿Quién causa tanta alegría?", al que la multitud respondió con fuerza: "¡La Concepción de María!".
Las familias anfitrionas ofrecieron a los asistentes una diversidad de obsequios con dulces, alimentos y pequeños artículos utilitarios.
En el barrio Ducualí, en el Distrito 5 de la capital nicaragüense, la familia Acevedo volvió a abrir sus puertas a la comunidad para que cientos de personas pudieran apreciar un altar adornado con flores, luces y una imagen de la Virgen de tamaño real.
"Aquí estamos un año más compartiendo con nuestro pueblo, con la comunidad, estamos felices de poderlos recibir un año más en esta casa. Aquí estamos siempre para recibir a nuestros prójimos", dijo María Teresa Acevedo a Xinhua.
La tradición familiar de montar un altar, iniciada hace 27 años por su tía Juana, se ha transmitido entre generaciones.
"Nos motiva a compartir, a celebrar la solidaridad, el amor, la paz, la alegría aquí en el barrio. No hay que olvidar que este pueblo es cien por ciento mariano y somos socialistas y solidarios", afirmó Acevedo.
En la colonia Cristian Pérez, también la familia Barrera Arana celebró La Gritería por 33 años consecutivos, un legado heredado del abuelo paterno.
"Hacemos variedad de productos para compartir porque es bonito darle a la gente el poquito que tenemos nosotros. Se siente uno satisfecho", expresó Jazmina Barrera a Xinhua.
La noche reunió a grupos de vecinos y familias que recorrieron las calles entonando los tradicionales cánticos marianos, algunos acompañados de guitarras y panderos, mientras recolectaban los obsequios preparados para los peregrinos.
"Hay que cantarle con mucho amor (porque) el grito más fuerte aquí en Nicaragua es ¿Quién causa tanta alegría? ¡La concepción de María!", subrayó Evertz Ampie, poblador de Managua.
En distintos sectores de la capital, largas filas de devotos esperaban su turno para cantar frente a los altares.
A diferencia de otras ciudades del país, en Managua es tradición que los visitantes interpreten al menos dos estrofas de dos canciones antes de recibir los regalos.
"Las calles están llenas de alegría porque hay paz y estamos compartiendo en todos los barrios, en todos las colonias, y con las familias", señaló Jamileth Gradys, secretaria política del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional en el Distrito 4.2.
Originada en la ciudad de León en 1857, La Gritería se ha extendido a todo el país y se mantiene como una de las celebraciones más arraigadas en la identidad nicaragüense, símbolo de unidad comunitaria y devoción mariana.
