MONTEVIDEO, 9 dic (Xinhua) -- El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, defendió hoy martes que su prioridad es llevar a cabo la "revolución de las cosas simples", que describió como "transformaciones prácticas" que cambian la vida de las personas.
Durante un almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) el mandatario hizo un balance de sus poco más de nueve meses de gestión y aseguró que los ejes de gobierno están pensados "desde lo cotidiano".
"Gobernar no consiste o no se trata solo de hacer grandes anuncios que entusiasman. Es ordenar, es facilitar, es resolver. Es lograr que las cosas funcionen mejor todos los días y para todas las personas", sostuvo Orsi.
En ese sentido, ejemplificó con acciones como "un trámite que se simplifica, una beca que llega a tiempo, una espera en la salud que se reduce o una coordinación que evita que el Estado se pise a sí mismo".
Afirmó que de las 63 prioridades acordadas en el primer Consejo de Ministros, 44 compromisos ya se encuentran en implementación y que se monitorea el avance de cada uno "para que sea un plan vivo, medido y corregido cuando haga falta".
"El país avanza simultáneamente en empleo, salud, infancia, educación, producción, transporte, seguridad", manifestó ante miembros del gabinete, funcionarios y empresarios asistentes al foro realizado en un céntrico hotel de Montevideo.
Orsi reconoció que "algunas de las noticias más importantes con respecto a la figura del presidente han sido la cantidad de los tropiezos discursivos", aunque se defendió al decir que "si no se entiende, se explica, porque mi vocación docente tiene eso".
"Lo políticamente correcto, confieso, me tiene un poco cansado. Voy a ser yo mismo y decir lo que pienso una y otra vez", subrayó.
Sobre la herencia del gobierno de Luis Lacalle Pou (Partido Nacional, 2020-2025) "no fue un desastre", pero "tampoco fue el paraíso".
Orsi, un profesor de historia de 58 años que gobernó durante una década el departamento de Canelones (sur), asumió la presidencia el 1 de marzo pasado en el regreso al poder del izquierdista Frente Amplio (FA) después de cinco años en la oposición.











