Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 11 dic (Xinhua) -- Las elites políticas de centro, en Chile, sufrirán "necesariamente" una restructuración tras la elección presidencial, afirmó el politólogo Mario Herrera, a tres días de los comicios que llevarán al poder a un nuevo mandatario que no pertenece al grupo de partidos políticos tradicionales de la nación sudamericana.
"El centro de las elites sufrirá, necesariamente, una reestructuración posterior a esta elección presidencial. Esto implica que hay que pensar el sistema político en función de cuatro bloques", explicó a Xinhua el director de la Escuela de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad de Talca.
Chile elegirá el próximo domingo a un nuevo presidente en un balotaje que enfrentará a la izquierdista, militante del Partido Comunista y apoyada por el oficialismo, Jeannette Jara, y al ultraderechista, fundador del Partido Republicano, José Antonio Kast.
Ambos candidatos no son parte de los partidos del centro político tradicional chileno que han gobernado la nación austral en las últimas dos décadas.
Según los sondeos de opinión, Kast, quien postula por tercera vez a la presidencia, se quedaría con el máximo puesto del Ejecutivo del país sudamericano.
Para Herrera, a diferencia de la elite política, el centro ciudadano está compuesto por "desafectos, desinteresados y por personas con una identidad política que mezcla elementos de izquierda y derecha".
"Todos esos son perfiles diferentes. Mientras los desafectos y desinteresados son más volátiles y están caracterizados por no haber participado en los últimos procesos electorales, los del centro ideológico seguirán al candidato de su sector", reflexionó el analista.
El experto subrayó que esto no significa que el país esté mirando a los extremos, "de hecho, ni Jara ni Kast llegaron a la segunda vuelta con un discurso de los extremos. Más bien, son los desinteresados y desafectos, la generación que quedó excluida con el voto voluntario, quienes inclinan la balanza hacia la derecha o la izquierda".
El próximo domingo unos 15,77 millones de personas están habilitadas para participar en la primera elección presidencial chilena con carácter obligatorio que definirá al nuevo mandatario.
Sobre la irrupción de Kast, quien tiene la primera posibilidad para convertirse en presidente de Chile, Herrera consideró que mantiene "una buena estrategia de campaña pensada en el largo plazo, más que por un discurso de derecha radical como en otras partes del mundo. Es una extrema derecha 'a la chilena': moderada y sin identidad ideológica fuerte".
Remarcó que no existe otra forma de concebir la democracia sin los pactos, por lo que la composición del Congreso recién electo "garantizará que tengan que llegar a acuerdos para sacar adelante leyes".
"Ninguna campaña ha tenido éxito en dirigir la atención a ese punto. Eso porque para la generación de indecisos vinculados con el desafecto, las variables de acuerdos son irrelevantes", aseveró.
El 16 de noviembre pasado Jara, con 26,8 por ciento de los votos, y Kast, con 23,9 por ciento de las preferencias, avanzaron al balotaje presidencial que se realizará este domingo.
Ambos dejaron en un segundo plano a los representantes de los partidos tradicionales, como Carolina Tohá, miembro del bloque de centroizquierda que gobernó ininterrumpidamente entre 1990 -cuando Chile retornó a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990)- hasta 2010, y que quedó fuera en la primaria de este bloque, superada por Jara
Asimismo, Kast logró capturar el voto de la derecha tradicional que gobernó entre 2010 y 2014 y 2018 y 2022 con Sebastián Piñera y que presentó como candidata en la primera vuelta a Evelyn Matthei, quien obtuvo el quinto puesto.
