LA PAZ, 13 dic (Xinhua) -- El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, cerró su primer mes de mandato con un clima de alivio inicial en sectores críticos y un trasfondo aún de incertidumbre económica, marcado por la espera de medidas estructurales y un país expectante.
Durante gran parte del mes, tras su posesión el pasado 8 de noviembre, Paz y su gabinete dedicaron gran parte de sus intervenciones públicas a subrayar la frágil situación económica nacional y a convocar a un "esfuerzo colectivo" para iniciar una etapa de reconstrucción.
Sin embargo, analistas consultados por Xinhua señalaron que el ciclo de denuncias y medidas preliminares debe dar paso a decisiones de fondo.
Entre los primeros movimientos de gestión, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Gabriel Espinoza, destacó a inicios de diciembre la caída del dólar paralelo, que en los últimos días se mantuvo por debajo de los 10 bolivianos tras la publicación diaria de un valor referencial en el Banco Central de Bolivia (BCB).
El Gobierno también atribuyó al cambio de gestión la reducción de las largas filas para acceder a combustibles, un problema que se arrastraba desde hace meses en las principales ciudades.
Como parte de las nuevas medidas, Paz anunció además la eliminación de cinco impuestos menores y adelantó que en las próximas semanas se trabajará en una mayor flexibilización del tipo de cambio, una de las decisiones más esperadas por el sector empresarial.
El Ejecutivo presentó estas disposiciones como señales de "reactivación inmediata" orientadas a recuperar divisas, aunque especialistas consideran que el impacto real dependerá de la profundidad de las reformas que acompañen estas medidas.
Las elecciones nacionales, que concluyeron con la segunda vuelta histórica en octubre pasado, y el cambio de Gobierno han generado expectativas favorables sobre la capacidad de Bolivia para superar la crisis económica y cumplir sus compromisos internos y externos, un clima que también se ha reflejado en los mercados internacionales.
En su evaluación, el economista, investigador y máster en Análisis de Riesgo Crediticio, Fernando Romero, afirmó a Xinhua que el Gobierno de Paz ha despertado expectativas de transformación con resultados iniciales, pero aún se esperan medidas de fondo para enfrentar una crisis que combina debilitamiento productivo, caída de reservas y tensiones fiscales.
Reconoció que los primeros anuncios dieron resultados positivos parciales respecto al tipo de cambio del dólar, la eliminación de impuestos para favorecer inversiones y la reducción de filas por gasolina, aunque observó que el diésel continúa encarecido.
El experto destacó que los ajustes en el Banco Central y las decisiones de política monetaria que han evitado un deterioro inmediato y descontrol de la divisa estadounidense, pero enfatizó que se debe apuntar al corazón del problema.
La renovación del directorio del ente emisor, consideró, abre posibilidades de generar políticas nuevas para la recuperación de reservas internacionales y estabilizar el tipo de cambio.
Según los datos del Ejecutivo, el dólar en el mercado paralelo pasó de 12,10 a 9,53 bolivianos, una evolución atribuida en parte al valor de referencia fijado por el BCB, que ayudó a moderar el mercado informal.
No obstante, observó como consecuencia del dólar indicativo lanzado desde el BCB se tienen actualmente tres tipos de mercados del dólar: el oficial, el referencial y el paralelo; eso genera duda, aunque posibilitó bajar el precio en el paralelo.
En el plano externo, Romero dijo que la apertura del mercado egipcio a la carne boliviana fue recibida como una señal positiva, aunque en el ámbito interno continúa sin resolverse el alto precio del producto.
En el ámbito político, la fragilidad no es menor, según consideró el analista, abogado y experto en seguridad José Ugarte a Xinhua.
El especialista dijo que las primeras medidas del Gobierno, si bien dieron cierto respiro en el tema del precio referencial del dólar, la mayoría de las medidas se centraron en alivios para sectores empresariales, mientras los grupos populares siguen a la espera de soluciones sobre el diferimiento de créditos, la escasez de diésel y la subida del precio del pan.
Sin embargo, el experto advirtió que aún es prematuro hacer una evaluación precisa del Gobierno en un mes de gestión y espera que una apreciación más objetiva se dé después de los tres primeros meses.









