LISBOA, 17 mar (Xinhua) -- Provocar a Rusia y neutralizar a Europa son los "dos ejes" de la estrategia de Estados Unidos en el continente viejo en un intento por consolidar sus esferas de influencia, lo que en parte ha dado como resultado el conflicto actual entre Rusia y Ucrania, opinó el experto portugués Boaventura de Sousa Santos.
EE. UU. "busca a toda costa consolidar zonas de influencia, que garantiza facilidades comerciales para sus empresas y el acceso a materias primas", dijo el sociólogo en un artículo reciente publicado en el diario portugués Público.
El conflicto en Ucrania "se estaba preparando desde hace mucho tiempo" no solo por Rusia, sino también por Estados Unidos, abundó De Sousa Santos en el artículo titulado "Para una autocrítica de Europa".
El académico citó un informe elaborado, a petición del Pentágono, por la organización de investigación RAND Corporation en 2019, que analizaba "una serie de medidas no violentas capaces de explotar las vulnerabilidades y ansiedades reales de Rusia como un medio para presionar al Ejército y la economía de Rusia y el estatus político del régimen en el país y en el extranjero".
Dichas medidas, dice el informe, podrían obligar a Rusia a "competir en campos o regiones donde Estados Unidos tiene una ventaja competitiva, llevando a Rusia a expandirse militar o económicamente, o haciendo que el régimen pierda prestigio e influencia a nivel nacional y/o internacional".
En lo que respecta a Europa, según afirmó el sociólogo, "el principio es consolidar el estatuto de un socio más pequeño que no se aventura a perturbar la política de las zonas de influencia. Europa debe ser un socio viable, pero no puede esperar reciprocidad".
Para resolver la crisis de Ucrania, continuó, Rusia y EE. UU./la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)/la Unión Europea deben dialogar, y una Ucrania independiente no debe unirse a la Alianza Atlántica.
Después de sus intervenciones en Serbia en 1999, Afganistán (2001), Irak (2004) y Libia (2011), "¿es posible seguir considerando a la OTAN como una organización defensiva?", se preguntó el experto portugués al término del artículo.
