SHARM EL SHEIKH, Egipto, 10 nov (Xinhua) -- El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, aseguró que China contribuye en gran medida a reducir las emisiones globales de dióxido de carbono al desempeñar el importante papel de ser "líder en tecnología de energía limpia a nivel mundial".
En una entrevista con Xinhua el miércoles, llevada a cabo durante el 27º periodo de sesiones de la Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se desarrolla en la ciudad costera egipcia de Sharm El Sheikh, Birol subrayó que "el mundo está pasando por una gran crisis energética".
Mucha gente teme que el uso de combustibles fósiles provoque un aumento drástico de las emisiones de carbono, pero los análisis de la AIE muestran que este año el incremento de las emisiones globales de carbono será inferior al 1 por ciento, manifestó.
Birol explicó que la mayor aplicación de tecnologías de energías renovables, incluidas las solar, eólica y de hidrógeno, desacelerará de manera efectiva el crecimiento de las emisiones globales de carbono.
"La industria de vehículos de nueva energía se está desarrollando rápidamente este año, además, alrededor del 50 por ciento de los autos eléctricos en el mundo provienen de China", país que, a juicio del jefe de la AIE, desempeña "un importante papel en la promoción y aplicación de tecnologías verdes".
Para Birol, se debe incentivar el flujo de más inversiones en energía limpia hacia los países en desarrollo, en un intento por combatir el cambio climático, especialmente en África.
Existen muchas formas de apoyar la energía limpia en el mundo en desarrollo, una de las cuales sería cumplir la promesa de 100.000 millones de dólares en financiación climática desde los países desarrollados, señaló.
"Espero que las economías avanzadas cumplirán con sus compromisos", añadió.
La COP27 comenzó el domingo en Sharm El Sheikh, Egipto, con la esperanza de transformar las promesas globales de financiación del clima en acciones concretas.
Durante la conferencia de dos semanas, más de 40.000 participantes de unos 190 países, así como decenas de organizaciones internacionales y regionales, buscarán posibles soluciones para uno de los desafíos más grandes que afronta el mundo.
