BUENOS AIRES, 15 feb (Xinhua) -- El economista y profesor universitario argentino Pablo Levinton destacó el fomento de relaciones comerciales entre Argentina y China durante 2022 a pesar de la crisis económica producto de la COVID-19.
"El 2022 siguió consolidando a China como uno de los principales socios comerciales de Argentina, en el cual se demuestra una cierta recuperación respecto a la crisis económica producto de la pandemia y que afirma el carácter de interés comercial entre ambos países", aseveró en conversación con Xinhua el enseñante de Economía de la Universidad Nacional de Lanús.
Levinton aseguró que la economía argentina ha consolidado a China como socio comercial en los últimos 20 años, lo cual le ha permitido ampliar sus exportaciones de forma exponencial, generando una importante entrada de divisas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en 2022, China fue el segundo destino de las exportaciones argentinas, las cuales aumentaron un 27,4 por ciento respecto del 2021, así como el principal origen de las importaciones del país sudamericano, que se incrementaron un 29,4 por ciento.
La nación asiática representó el 9,1 por ciento de los despachos totales argentinos en 2022, mientras ocupó el 21,5 por ciento de las importaciones, ratificándose como uno de los más importantes socios comerciales del país detrás de Brasil, según la misma fuente.
El economista argentino explicó que el grueso de las mercancías adquiridas desde Beijing corresponden a bienes de capital y bienes intermedios, mientras los despachos locales están concentrados principalmente en productos agropecuarios.
"El 70 por ciento de los bienes de capital que importa Argentina proviene de China, es así que a pesar de que en 2022 ha existido un déficit comercial en el intercambio con China, el mismo fue ocasionado debido a la importación de maquinarias y demás elementos para ser utilizados en el proceso productivo, lo que generará una mayor productividad y una mejora de la industria argentina en un mediano y largo plazo", enfatizó Levinton.
Para el también magíster en Economía Aplicada de la Universidad de Geociencias de Beijing, la Franja y la Ruta puede consolidar a China como un gran proveedor de bienes de capital, "esencialmente en lo que respecta a material de desarrollo industrial y de infraestructura", algo que ya se ha comenzado a notar con su participación en la rehabilitación y creación de nuevas líneas férreas, carreteras, plantas de energías renovables, entre otros.
En opinión del economista Levinton, el 2023 plantea un escenario eventualmente similar para la relación bilateral, con una profundización de otros ámbitos de la cooperación económica. Concretamente hablando, para el primer trimestre está contemplado la puesta en marcha definitiva de "UniLiB", la primera planta argentina de desarrollo de baterías de litio, instalada en las inmediaciones de la ciudad bonaerense de La Plata, y que cuenta con equipamiento chino.
El entrevistado además refirió una oportunidad que desborda las fronteras argentinas e incluye al resto de los países de América Latina, destacando que el futuro del intercambio comercial entre América Latina y China tiene una buena perspectiva, "ya que en primer lugar China está teniendo una movilidad social ascendente de forma continua, lo cual se sigue perfilando para los próximos años", indicó.
"De esta manera, la sociedad china está ampliando sus hábitos alimenticios, nutriéndose también de productos de todo el mundo y es allí donde Latinoamérica tiene la oportunidad de colocar su diversidad de productos para que sean adquiridos en las góndolas chinas", acotó el entrevistado.
Esta posibilidad se refuerza en un contexto de recuperación de la economía china tras la pandemia de 2020, y su reapertura de fronteras a comienzos de año, lo cual avizora un mayor intercambio comercial con el resto del mundo y, por ende, una mayor dinamización del crecimiento económico global, concluyó el economista.