SAO PAULO, 12 abr (Xinhua) -- Las inversiones y tecnologías de China han desempeñado en los últimos años un papel destacado dentro del sector de las energías renovables en Brasil. La cooperación bilateral cada vez más intensa ha impulsado con vigor la transformación del país latinoamericano hacia un desarrollo más sostenible y está cambiando la vida de muchos brasileños.
ORGULLOSA DE TRABAJAR CON ENERGÍAS RENOVABLES
Para Lidiane Deoti, resultó algo difícil explicar el trabajo que hace a su hija de cuatro años. Como gerente de Seguridad, Salud, Medioambiente y Calidad de CGN Brazil Energy, filial de la empresa China General Nuclear Power Corporation (CGN), su labor consiste en garantizar la seguridad laboral en los proyectos de energías limpias.
Hasta hace poco, cuando Deoti y su familia se toparon con un molino de viento mientras estaban de viaje, ella señaló hacia la torre blanca erguida sobre el bosque verde y le dijo a su hija: "Este es el trabajo de mamá, produzco energía limpia que puede llevar agua caliente y luces al pueblo".
Deoti supo que había escogido la carrera correcta nada más comprobar la expresión de "sorpresa y admiración" en la cara de su hija.
Deoti tiene una dilatada experiencia de muchos años en el sector de las energías renovables. Y, en su opinión, las inversiones chinas pueden contribuir a un futuro brillante para el desarrollo sostenible de Brasil.
"Con la llegada de CGN Brazil Energy, todos nosotros ahora nos centramos en el futuro de los proyectos a largo plazo, que durarán 20 o 30 años", afirmó, añadiendo que realmente pueden ayudar al desarrollo económico, energético y sostenible del país latinoamericano.
Desde su arribo a Brasil en 2019, CGN Brazil Energy ha invertido fundamentalmente en proyectos de generación energética renovable a largo plazo. Hasta el momento, la empresa posee seis parques eólicos y dos proyectos de energía fotovoltaica operando en Brasil, con una capacidad total instalada en funcionamiento y construcción de unos 1,5 gigavatios (GW).
OPORTUNIDAD VERDE EN UNA CIUDAD SECA
La ciudad de Joao Camara está situada en el estado de Rio Grande do Norte (noreste). Condicionada por un clima semiárido, la ciudad está rodeada de estepas, donde se esconde un oasis de energía renovable siempre que soplan los cálidos vientos de la zona.
Este oasis es el Complejo Eólico de Gameleira, el primer proyecto de energía eólica construido por la empresa brasileña CPFL Energia, tras su adquisición por la empresa State Grid Brazil Power Participações S.A. (SGBP), filial de la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China, en 2017.
El complejo, que inició sus operaciones en septiembre de 2021, suministró al mercado brasileño unos 360 millones de kilovatios-hora (kWh) de electricidad limpia anualmente, ahorrando con ello cerca de 129.600 toneladas de carbón estándar para reducir las emisiones de dióxido de carbono en 358.900 toneladas.
Además, la construcción y operación del proyecto ha creado miles de empleos para las comunidades locales.
Joao Bastos, empleado local de CPFL, fue testigo de la adquisición de esta empresa por parte de los chinos. A sus ojos, la inversión china ha traído nuevas oportunidades de desarrollo y un mejor ambiente laboral para la gente local. "Muchos de mis colegas somos locales, la llegada de SGBP ha mejorado significativamente nuestras vidas", manifestó.
Lo que más sorprende a Bastos es la atención que la empresa china presta al bienestar de los trabajadores. "Sentimos que la empresa se preocupa mucho por el bienestar y ambiente laboral de sus empleados", afirmó.
Hasta finales de 2022, CPFL Energia, controlada por SGBP, contaba con más de 15.000 empleados en Brasil. Desde la adquisición de CPFL, la compañía ha recibido múltiples premios locales por el crecimiento de los empleados, el desarrollo sostenible y su atención al cliente.
Actualmente, CPFL Energia ha construido y puesto en marcha tres proyectos de transmisión de energía verde, un proyecto de energía eólica y otro de energía hidroeléctrica en Brasil. Su capacidad total de generación instalada en funcionamiento ha alcanzado los 7,54 GW, siendo las renovables más del 95 por ciento de la energía total generada, lo cual posiciona a la empresa en segundo lugar dentro del sector en Brasil.
UNA COOPERACIÓN BILATERAL CON RELEVANCIA MUNDIAL
"Si Brasil y China se unen a esta cooperación de la economía verde, esto puede ser muy bueno tanto para China como para Brasil. Y, sobre todo, para todo el mundo", reflexionó Luis Antonio Paulino, profesor de Economía de la Universidad Estatal Paulista.
Según el especialista, China es uno de los países que han desarrollado más en la economía verde, y ha invertido mucho en el desarrollo tecnológico en esta área. Brasil, por otro lado, "es quizás el país con el mayor potencial en el mundo para desarrollar esta economía verde".
Añadió que la cooperación con China puede ayudar a Brasil a diversificar su matriz energética y reducir su dependencia en materia de energía hidroeléctrica.
El presidente de SGBP, Chen Daobiao, señaló que Brasil tiene recursos abundantes de energías renovables, en tanto China cuenta con tecnologías y equipos maduros y confiables en esta área, lo que hace que la cooperación entre ambos países tenga un potencial enorme. "En cuanto a las energías renovables, la cooperación entre China y Brasil es muy oportuna", constató.
Para Fang Likui, presidente de CGN Brazil Energy, la cooperación en energías renovables entre China y Brasil contribuye a la transformación verde de la economía brasileña, al tiempo que brinda un amplio mercado para que las empresas chinas expandan sus negocios en el ámbito internacional.
De acuerdo con los datos oficiales, Brasil es el cuarto destino más popular de la inversión extranjera directa de las empresas chinas, en términos de cantidad de adquisiciones.
Y según el Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), entre los años 2007 y 2021, hubo 202 proyectos confirmados de inversión china en Brasil. El sector eléctrico, precisamente, fue el más popular entre los inversores chinos, representando un 33,7 por ciento del número total de las inversiones.
