BEIJING, 12 may (Xinhua) -- La inflación al consumidor de China se mantuvo moderada el mes pasado, con una oferta de mercado suficiente y una demanda creciente, según datos recientes.
El índice de precios al consumidor (IPC), un indicador principal de la inflación, subió un 0,1 por ciento interanual en abril, de acuerdo con el Buró Nacional de Estadísticas (BNE). La cifra fue inferior al aumento del 0,7 por ciento registrado en marzo.
Sobre una base mensual, los precios bajaron un 0,1 por ciento, reduciéndose frente al descenso del 0,3 por ciento del mes anterior.
Dong Lijuan, estadística del BNE, atribuyó la ralentización del aumento interanual de los precios a una base alta en el período correspondiente de 2022, cuando el crecimiento de la inflación llegó al 2,1 por ciento.
"En abril, la oferta del mercado fue suficiente en general y la demanda de los consumidores se recuperó gradualmente", dijo Dong.
En desglose, los precios de los alimentos continuaron jugando un papel importante en la reducción del nivel general de precios, retrocediendo del aumento del 2,4 por ciento de un año atrás al 0,4 por ciento el mes pasado. Las aves de corral, las frutas, el aceite de cocina y la carne de cerdo experimentaron un crecimiento de precios más débil, y los precios de las verduras cayeron considerablemente.
Los precios de los productos no alimentarios subieron un 0,1 por ciento, suavizando el crecimiento del 0,3 por ciento de marzo, ya que los precios de la energía registraron una caída significativa. Sin embargo, los precios del transporte y el alojamiento experimentaron marcados repuntes.
El IPC subyacente de China, deduciendo los precios de los alimentos y la energía, subió un 0,7 por ciento respecto de abril del año pasado y un 0,1 por ciento mensual.
Los datos del BNE también mostraron que el índice de precios al productor (IPP), que mide los costos de los bienes a puerta de fábrica, cayó el mes pasado un 3,6 por ciento interanual, y mensualmente un 0,5 por ciento.
La caída del IPP se debió a la fluctuación de los precios internacionales de las materias primas, la débil demanda en los mercados nacionales y extranjeros y la alta base de comparación durante el mismo período del año pasado, explicó Dong.
El débil nivel de precios de China en los últimos meses ha avivado las preocupaciones sobre una posible deflación, pero las autoridades han reiterado que tales preocupaciones son innecesarias.
Fu Linghui, portavoz del BNE, ha dicho que no hay deflación en la economía china en la actualidad y que no la habrá en el próximo período. A su vez, Zou Lan, un funcionario del banco central, el Banco Popular de China, también dijo que la base para la deflación o la inflación a largo plazo no existe, ya que la oferta y la demanda agregadas están equilibradas, las condiciones monetarias son razonables y moderadas y las expectativas de la ciudadanía son estables.
Como la más reciente evidencia de la solidez de la actividad económica, el producto interno bruto de China creció un 4,5 por ciento interanual en el primer trimestre de este año, acelerando el ritmo respecto del 3 por ciento en 2022 y el 2,9 por ciento en el período octubre-diciembre.
Analistas consideran que la inflación seguirá estando en un nivel bajo en el segundo trimestre y mejorará gradualmente en la segunda mitad del año, en el contexto de una economía en constante recuperación.
China apunta a mantener la tasa de inflación en torno al 3 por ciento para 2023. Los precios al consumidor del país crecieron un 2 por ciento frente al año anterior en 2022.
