MÉXICO, 18 may (Xinhua) -- Con perforaciones visibles en las paredes y muros de su fachada, marcadas por las balas enemigas durante la batalla, una edificación del siglo XVI resiste imponente el paso del tiempo, en el sur de la capital mexicana, como recuerdo permanente de las ambiciones expansionistas de Estados Unidos.
Se trata del antiguo convento de Churubusco, Museo Nacional de las Intervenciones desde 1981, un recinto donde, el 20 de agosto de 1847, tropas mexicanas y estadounidenses se enfrentaron en pleno apogeo del conflicto armado que enfrentó a ambos países entre 1846 y 1848.
Faustino Amado Aquino, investigador del Museo Nacional de las Intervenciones, reseña que dentro del convento se parapetaron los batallones mexicanos Bravo e Independencia, con la misión de detener el avance de las tropas estadounidenses, que estaban por tomar la capital mexicana.
"La resistencia fue muy enconada y costó muchísimas bajas a los invasores", explicó a Xinhua, añadiendo que, como consecuencia de la guerra entre México y Estados Unidos, la superficie del territorio mexicano se recortó en más de dos millones de kilómetros cuadrados, más de la mitad de su dimensión original.
El Museo de las Intervenciones se mantiene fiel a la arquitectura original del convento y recrea el ambiente religioso bajo el cual fue concebido para enlazar pasado y presente, mostrando a sus visitantes episodios de tesón, heroísmo y resistencia que han permitido preservar la soberanía de México.
Como su propio nombre indica, el museo relata las cinco intervenciones sufridas por México durante los siglos XIX y XX, las cuales se consideran también una inspiración de los principios básicos de la política exterior mexicana: no intervención y autodeterminación de los pueblos.
Varias de esas intervenciones fueron perpetradas por Estados Unidos y obedecieron "al insaciable expansionismo" de las élites de ese país, resaltó Aquino.
En las salas del museo pueden apreciarse diversos objetos alusivos a cada una de las intervenciones. Son piezas de elevado valor histórico que acercan al público, especialmente en edad escolar, a esos momentos clave de la construcción de la soberanía e identidad patriótica mexicana.
Entre los objetos más destacados se encuentran banderas utilizadas por batallones del Ejército mexicano durante la intervención estadounidense o guerra México-Estados Unidos.
También un chacó, sombrero semirrígido en forma de cono trunco con visera que antiguamente era común como parte del uniforme de los ejércitos de varios países, el cual fue utilizado por un soldado del Batallón Victoria, uno de los contingentes militares mexicanos que defendieron el convento de Churubusco durante el asalto de las fuerzas estadounidenses.
La placa del chacó muestra un águila mexicana y, sobre la misma, la palabra "victoria", referente al apellido del expresidente mexicano Guadalupe Victoria.
Recorriendo la sala dedicada a la invasión armada estadounidense, Aquino destacó que el Museo de las Intervenciones trata de difundir el significado de los conceptos "intervención" y "soberanía".
Mientras contemplaba orgulloso las banderas de batallones mexicanos, Aquino señaló que los episodios expuestos en el Museo demuestran que la vecindad con Estados Unidos ha supuesto una elevada carga para la soberanía de su país.
La política exterior e interna mexicana, reflexionó, "siempre ha tenido que desarrollarse en función de esta vecindad, que es totalmente dispareja. La gran potencia contra un país que siempre ha sido considerado como en vías de desarrollo".
Las pérdidas territoriales y de otra índole sufridas por México a manos del vecino, agrega el investigador, fueron "una especie de herida abierta durante mucho tiempo" e hicieron que durante décadas hubiese "un rencor en contra de Estados Unidos, sobre todo en la clase intelectual mexicana, en los académicos intelectuales y en la izquierda mexicana".
Aquino también consideró que tales sentimientos están disminuyendo en las nuevas generaciones de mexicanos conforme avanza la integración comercial, económica y cultural alcanzada por los dos países.
Sin embargo, el Museo de las Intervenciones prevalece, como una acusación permanente de las ambiciones expansionistas de Estados Unidos y otras potencias que en muchos momentos antepusieron sus intereses a la integridad de México como nación y al bienestar y desarrollo de su pueblo.