Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 27 jun (Xinhua) -- Con diferentes actos oficiales y de la sociedad civil, Uruguay recordó durante la noche del lunes al martes el aniversario número 50 del golpe de Estado del 27 de junio de 1973, que dio inicio a un gobierno de facto de 12 años, provocando heridas que siguen abiertas entre los uruguayos.
La conmemoración estuvo marcada por la unanimidad en la condena del quiebre institucional de hace cinco décadas, más allá de los matices en la interpretación del proceso histórico, y en la necesidad de preservar las instituciones democráticas.
De hecho, dos ceremonias oficiales tuvieron la participación del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, acompañado de los expresidentes vivos, Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y José Mujica.
El mandatario actual y sus predecesores estuvieron el lunes por la noche en la Cámara de Senadores que recordó la última sesión previa al golpe de Estado.
"Hace 50 años, la dictadura quiso callar a los representantes del pueblo. Hoy queremos ratificar nuestro compromiso democrático", dijo en esa instancia la vicepresidenta de la República y presidenta del Senado, Beatriz Argimón.
La sesión comenzó sobre las 22.30 hora local (01.30 GMT), al igual que la del 26 de junio de 1973, cuando senadores de distintos partidos hicieron alegatos por la democracia durante tres horas en momentos en que se esperaba el quiebre institucional.
En la sesión se revivieron discursos de la sesión de 1973 con palabras de Wilson Ferreira Aldunate (Partido Nacional), Amílcar Vasconcellos (Partido Colorado) y Enrique Rodríguez (Frente Amplio), representantes de los tres principales partidos del Parlamento en la actualidad.
El Palacio Legislativo fue iluminado de manera especial, mientras el colectivo Jacarandá y otras organizaciones realizaron una vigilia y lo rodearon portando velas como símbolo para "cuidar y defender la democracia".
La central única de trabajadores, el PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores - Congreso Nacional de Trabajadores), llevó a cabo este martes un paro general parcial como homenaje a la huelga general de 15 días convocada contra el golpe.
Bajo el lema "Hoy como ayer la clase obrera no fallará. A 50 años de la heroica huelga general", el PIT-CNT se movilizó en el barrio montevideano La Teja, otrora centro fabril, desde donde hace cinco décadas se convocó a la huelga.
La Asamblea General del Parlamento, integrada por las cámaras de Senadores y Diputados, realizó desde la mañana y hasta la tarde una sesión extraordinaria por la fecha.
El senador Jorge Gandini, del oficialista Partido Nacional (PN), aseveró que es necesario decir "nunca más a los iluminados que vieron el atajo para conquistar el poder, más allá de la opinión del soberano y de las urnas (en referencia a las guerrillas urbanas). Y nunca más a la tortura, a la persecución, a la cárcel, al asesinato".
En tanto, el senador Enrique Rubio, del opositor Frente Amplio (FA), manifestó que "no tenemos ninguna seguridad para el futuro si no aprendemos del pasado. Sabremos cumplir. Nunca más dictadura y terrorismo de Estado. Y, por siempre, democracia. Viva la República".
A última hora del martes, Lacalle Pou y los tres expresidentes vivos ofrecieron un mensaje conjunto en la Torre Ejecutiva, sede del Gobierno.
Sanguinetti, de 87 años, señaló al abrir la oratoria que estas actividades conmemorativas representan "un gran acto de confirmación democrática" y abogó por que el "nunca más" que "seguimos pronunciando todos, tenga un profundo contenido".
Entretanto, Lacalle Herrera (PN), de 81 años, padre del actual mandatario, aseguró que junto a sus colegas busca transmitir "que el sistema que recobramos, con su legitimación del poder a través del voto, su respeto a la ley, sea el gran objetivo de nuestro país".
Mujica (FA), de 88 años, reconoció que "la democracia no es perfecta, y nunca lo será, porque no son las instituciones las que fallan, somos los humanos que cometemos errores", pero "hasta ahora no hemos encontrado algo mejor para el funcionamiento de las sociedades".
La oratoria la cerró Lacalle Pou, quien se mostró seguro de que "el próximo presidente de la República, sea del partido que sea, estaría sentado acá conjuntamente con nosotros".
El 27 de junio de 1973, el presidente constitucional Juan María Bordaberry disolvió el Parlamento con el apoyo de las Fuerzas Armadas, liderando ese gobierno de facto hasta 1976, aunque la dictadura se extendió hasta 1985.
La represión dictatorial contra los opositores dejó un saldo de 197 desaparecidos, según datos oficiales, de los cuales se han encontrado seis cuerpos, el primero en 2006 y el último el 6 de junio de este año.
