SANTIAGO, 17 oct (Xinhua) -- La Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta oficialmente por China en 2013, refleja la visión del país asiático como una nación con un destino común y es fundamental para entender las relaciones del siglo XXI basadas en el multilateralismo, afirmó hoy la académica chilena experta en Relaciones Internacionales Mónica Ahumada.
"Cuando uno piensa en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, uno tiene que mirarla bajo esa perspectiva. Por un lado, rescatar lo que es la visión de una China que comparte con el resto de los países, realiza comercio, intercambio de productos y servicios, pero yo diría que, más allá de eso, es entender una China que se inserta en un mundo marcado por la gobernanza global y por lo que es el multilateralismo", dijo a Xinhua la docente de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
La Iniciativa cumple este 2023 una década desde su formulación, con el objetivo de promover la conectividad y el desarrollo común de los países participantes. Para conmemorar estos diez años, China celebra esta semana el III Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, en el cual más de 140 países y más de 30 organismos internacionales reunidos en el país asiático evaluarán los principales hitos del proyecto y sus expectativas para los años siguientes.
Para Ahumada, magíster en Estudios Internacionales, la Iniciativa de la Franja y la Ruta está estrechamente vinculada con el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como con el progreso de la lucha contra el cambio climático y las diversas crisis globales.
"China necesariamente ve que para que haya un avance tiene que haber propuestas comunes entre países, pero no diría solo entre países, sino que entre regiones", destacó la entrevistada.
A su juicio, las reuniones como el foro que se realiza actualmente en Beijing son espacios para hallar puntos en común y oportunidades de cooperación, principalmente entre naciones emergentes como las latinoamericanas y los países africanos, junto con trabajar para profundizar los vínculos y establecer proyecciones futuras.
"Si uno mira las inversiones chinas desde el 2000 en adelante en América Latina, estas fueron paulatinamente creciendo", dice Ahumada, y agregó que en el 2012, China estableció una asociación estratégica integral con Brasil. Ese fue el puntapié inicial para lo que fue la forma de otras asociaciones estratégicas integrales, un concepto que va mucho más allá de temas de comercio, económicos.
La historiadora, que integra desde el 2013 el grupo de investigadores Sino-Latinoamericanos CASS-ILAS, indicó a su vez la importancia de visibilizar las ventajas comparativas que tiene cada país a la hora de relacionarse con China.
Destacó en esa línea la inversión china para impulsar la explotación y producción de litio en la zona norte de Chile, anunciada ayer lunes por el presidente chileno, Gabriel Boric, durante su visita de Estado al país asiático.
"China va a apostar por invertir en un trabajo conjunto para la explotación de litio y también para la producción, porque una de las grandes deudas que tiene nuestro país, es que siempre somos productores de materias primas", sostuvo Ahumada, quien valoró la apuesta de China por impulsar el desarrollo de energías limpias a nivel nacional e internacional.