Atraídos por el enorme potencial del mercado de consumo de China, los productores frutícolas latinoamericanos aumentan su producción y mejoran la calidad de sus bienes para ocupar más espacio en el mercado chino. Además, la logística fluida, el conveniente despacho de aduanas y los aranceles preferenciales entre China y América Latina, ayudan a que las frutas lleguen al país asiático de manera más expedita.
En 2013, China propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En la actualidad, 22 países latinoamericanos y caribeños han firmado documentos de cooperación de la Franja y la Ruta con China.
La cooperación práctica entre China y América Latina ha aumentado los ingresos de los productores frutícolas latinoamericanos y enriquecido la dieta de los chinos. De este modo, beneficia a las personas de ambos lados.