Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 1 nov (Xinhua) -- En una emotiva jornada que despierta vínculos espirituales y culturales, los bolivianos han recibido hoy miércoles en la celebración de Todos Santos, reunidos en familia en torno a un altar, a las almas de sus seres queridos que dejaron de existir.
Según la creencia ancestral, el 1 de noviembre marca el momento en que los espíritus de los difuntos regresan a sus antiguos hogares terrenales, donde se les rinde tributo con altares adornados con ofrendas variadas.
La tradición de Todos Santos se ha fortalecido en Bolivia a través de una serie de ceremonias que abarcan oficinas gubernamentales, cementerios, escuelas y viviendas particulares. Estos rituales se prolongarán hasta el mediodía del 2 de noviembre, cuando se despida espiritualmente a las almas para que emprendan su regreso al mundo desconocido, según reza la tradición.
El "amauta" (sabio aymara), Manuel Alvarado, explicó a Xinhua que esta costumbre involucra encender velas y elevar plegarias en honor al "ajayu" o espíritu recién llegado, ofreciéndole los alimentos que más disfrutaron en vida.
"Cada año, al inicio de noviembre, retornan las almas de nuestros seres queridos que ya fallecieron. A ellos se los espera con altares que incluyen alimentos, bebidas y las 'tantawawas', figuras de personas elaboradas en masa de trigo, elementos significativos en la festividad de Todos Santos en Bolivia", explicó.
En hogares bolivianos, así como en instituciones públicas como la Asamblea Legislativa, algunos ministerios, gobernaciones de varios departamentos y alcaldías, se han dispuesto mesas colmadas de ofrendas que incluyen panes, galletas, empanadas, platos de comida, flores, jugos y otros artículos para honrar a los fallecidos.
Funcionarios de las oficinas públicas se han sumado a la celebración, siguiendo la tradición ancestral de los pueblos.
El estatal Instituto Nacional de Reforma Agraria, por ejemplo, erigió un altar en la Plaza Murillo, La Paz, el epicentro político de Bolivia, en memoria de colegas y familiares fallecidos, así como en honor a líderes que sacrificaron sus vidas en diversas luchas por la democracia en el país.
El escritor, investigador y comunicador social, Ernesto Calizaya, subrayó que esta tradición de Todos Santos reúne a las familias alrededor de los altares para recibir a las almas.
"Esta tradición constituye nuestra cultura, nuestros lazos y nos conecta con las personas, las familias y las costumbres, en medio de diversas realidades, siendo una parte fundamental de nuestra identidad", afirmó.
Este año, la celebración de Todos Santos adquiere un significado especial, ya que se lleva a cabo de manera más tradicional en comparación con los años anteriores (2020-2021), cuando la pandemia del nuevo coronavirus afectó a muchas familias y sus celebraciones eran limitadas.
A decir del experto, la fiesta de Todos Santos en Bolivia es una celebración de gran relevancia, que fusiona elementos de la tradición indígena precolombina con la influencia católica en una de las manifestaciones más notables de sincretismo religioso.
Manifestó que una de las principales características de esta tradición es la preparación y el intercambio de ofrendas expuestas en las mesas o altares, que incorpora alimentos, bebidas y objetos apreciados por los difuntos en vida, siendo las "tantawawas" uno de los elementos más distintivos.
Comentó que además de su profundo significado cultural y espiritual, la festividad de Todos Santos también tiene un impacto económico significativo en el turismo y la economía local.












