SAN FRANCISCO, 14 nov (Xinhua) -- En el icónico paisaje urbano de San Francisco, pronto tendrá lugar una reunión de consecuencias globales, ya que el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, tendrán su primer encuentro en persona desde su última reunión en Bali, Indonesia, hace un año.
La comunidad internacional observa con gran expectación, reconociendo el peso de esta reunión en el contexto de un panorama global complejo y los desafíos de la recuperación económica pospandemia.
"Las relaciones entre China y Estados Unidos son, probablemente, las relaciones bilaterales más importantes del planeta", dijo a Xinhua Jon Taylor, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Texas, en San Antonio.
"Independientemente de las diferencias en nuestros sistemas políticos y enfoques sobre la política, unas relaciones sanas y respetuosas entre China y Estados Unidos son vitales para mantener la estabilidad política, económica y de seguridad nacional", declaró Taylor.
PROMOVER LA PROSPERIDAD EN ASIA-PACÍFICO
La región de Asia-Pacífico es la región económicamente más próspera a nivel global, manteniendo la tendencia de contribuir con alrededor de dos tercios al crecimiento global en 2023, indicó el Fondo Monetario Internacional en su informe de octubre sobre las perspectivas económicas para Asia y el Pacífico.
China y Estados Unidos son los dos gigantes de la región Asia-Pacífico. Si bien Estados Unidos es famoso por su ventaja comparativa en tecnología y finanzas, China cuenta con una escala económica y un espacio de mercado sustanciales.
Un documento reciente, titulado Informe de Integración Económica Asiática 2023, del Banco Asiático de Desarrollo, destaca el papel fundamental de China señalando que la recuperación económica asiática está impulsada sobre todo por China, que representó el 64,2 por ciento del crecimiento total.
Esto indica que China y Estados Unidos funcionan como "ancla estabilizadora" y "motor" de la región Asia-Pacífico. Cuando las relaciones China-EE. UU. son buenas, la región se beneficia. Pero, cuando las relaciones se deterioran, la región sufre.
"La cooperación entre Estados Unidos y China fortalecerá a ambos países y beneficiará al mundo", afirmó Jeffrey Sachs, profesor de Economía y director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia. "Es lo correcto y, de hecho, posible".
El objetivo de lograr un desarrollo global y la prosperidad mutua "trasciende cualquier otra cosa", señaló Paul Frimpong, director ejecutivo del Centro China-África de Política y Asesoramiento, un grupo de expertos de Ghana.
"Ellos (Estados Unidos y China) deberían cooperar para llevar desarrollo al mundo", apostilló Frimpong.
COOPERAR POR INTERESES COMUNES
China y Estados Unidos, los dos pesos pesados de la economía mundial, cargan con la tarea de guiar al mundo hacia el futuro y deben mostrar un espíritu de responsabilidad.
Abordar problemas globales como el cambio climático requiere de cooperación entre China y Estados Unidos. Es imperativo reconocer que los desafíos de un mundo interconectado exigen abandonar los enfoques unilaterales.
Es fundamental que Estados Unidos y China superen sus diferencias y cooperen para abordar cuestiones importantes como el cambio climático y la transición verde, expresó Lucio Blanco Pitlo, investigador del grupo de expertos filipino Asia-Pacific Pathways to Progress Foundation.
También es "muy importante ayudar a las economías en desarrollo para converger sobre la transición desde modelos de combustibles contaminantes a formas de energía más ecológicas y sostenibles", observó Pitlo.
Una relación China-Estados Unidos estable demuestra que, incluso en medio de las diferencias, las naciones pueden encontrar puntos en común para un bien superior, manifestó Joseph Mutaboba, un experto ruandés en relaciones internacionales y asuntos diplomáticos.
"Esta estabilidad es vital para abordar cuestiones globales urgentes, desde el cambio climático hasta las crisis de salud pública, y al objeto de promover un orden internacional armonioso", añadió.
En medio de tensiones geopolíticas, como la actual crisis en Ucrania y el conflicto palestino-israelí, la cooperación entre ambos países se necesita con más urgencia que nunca.
"La última guerra en Gaza no solo sirve como un recordatorio para los estadounidenses de que China no es una amenaza para Estados Unidos ni para la paz mundial, sino que también ofrece una oportunidad para que Washington y Beijing trabajen conjuntamente frente a los desafíos globales comunes, incluido el conflicto en Medio Oriente", según un artículo de opinión publicado en The Hill. "Es hora de reiniciar la política de Estados Unidos hacia China", zanjó.