SAN FRANCISCO, 15 nov (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, acordaron el miércoles varias áreas clave de cooperación durante una cumbre en que ambos líderes percibieron como un nuevo punto de partida para estabilizar los lazos bilaterales.
Durante su reunión en el Jardín Filoli, una casa rural a unos 40 kilómetros al sur de San Francisco, California, Xi también elaboró los fundamentos clave para las relaciones China-EE. UU. e instó a las dos economías más grandes del mundo a encontrar la senda correcta para mantener buenas relaciones.
Calificando los lazos China-EE. UU. como "la relación bilateral más importante del mundo", Xi dijo que ambos países enfrentan dos opciones: O impulsar la cooperación para la seguridad y prosperidad global o aferrarse a una mentalidad de suma cero con el riesgo de incitar a una confrontación y dividir el mundo.
"Observamos la reunión Xi-Biden con cauteloso optimismo" en un momento en el que el mundo está plagado de conflictos, declaró Richard Black, representante del grupo de expertos con sede en Alemania, Schiller Institute, en las Naciones Unidas.
"Con suerte, (la administración estadounidense) modificará sus acciones beligerantes hacia China en lo que respecta a actuaciones de EE. UU. que vulneran la política de una sola China, la aplicación de sanciones económicas e intentos de perjudicar el avance económico de China", señaló.
ACUERDOS TRAS UN AÑO LLENO DE INCIDENTES
Esta cumbre tan esperada tuvo lugar un año después de que los dos presidentes se reunieran en Bali, Indonesia.
Las relaciones China-EE. UU. han tenido un año lleno de incidentes, con políticos estadounidenses proclamando la amenaza china a través del denominado "incidente del globo", así como las obstinadas ventas de armas a Taiwan desde Washington y sus intentos de suprimir los avances tecnológicos de China mediante controles de exportación y sanciones sobre compañías tecnológicas chinas.
Solamente a finales de este año las tensas relaciones bilaterales dieron un giro a mejor. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y la de Comercio, Gina Raimondo, todos visitaron China desde junio. Las conversaciones entre el enviado especial chino para Cambio Climático, Xie Zhenhua, con su contraparte estadounidense, John Kerry, dieron resultados positivos. Los dos países también han puesto en marcha grupos de trabajo económicos y financieros y otros mecanismos de intercambio.
Por primera vez, EE. UU. mandó una delegación de alto nivel a la recién finalizada VI Exposición Internacional de Importación de China.
Opinando sobre los intercambios de alto nivel entre ambas partes, Jeffrey Sachs, profesor de economía y director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia, comentó que espera que sea un genuino "intento de la administración estadounidense para tratar de situar las relaciones con China en una forma incluso más equilibrada y serena".
En semanas recientes, ha habido un cierto "atisbo de esperanza" de que EE. UU. "corregiría lo que ha sido una trayectoria en una dirección equivocada" y que actualmente tiene como objetivo "establecer una diplomacia más normal con China" donde las cuestiones económicas se puedan negociar, argumentó Sachs.
Durante la cumbre del miércoles, ambos líderes acordaron promover y reforzar el diálogo y la cooperación entre los dos países en varias áreas incluidas las conversaciones intergubernamentales sobre inteligencia artificial y el establecimiento de un grupo de trabajo en materia de cooperación antinarcóticos.
También acordaron reanudar, sobre la base de la igualdad y el respeto, la comunicación entre sus ejércitos, se comprometieron a avanzar hacia un incremento futuro sustancial de la programación de vuelos comerciales a principios de año y ampliar los intercambios educativos, estudiantiles, entre jóvenes, culturales, deportivos y empresariales.
Impulsando los intercambios es "el camino que suele unir a los países realmente", apuntó Neal Benezra, exdirector del Museo de Arte Moderno de San Francisco, a Xinhua.
Al opinar sobre los acuerdos alcanzados por ambas partes, el presidente de la Fundación Kuhn, Robert Lawrence Kuhn, valoró que "los acuerdos específicos son importantes (...) porque estos ejemplifican y reafirman el compromiso de los dos lados".
PILARES PARA LOS LAZOS BILATERALES
Durante la cumbre del miércoles, Xi insistió en que el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación mutuamente beneficiosa son las lecciones que ambas partes han aprendido en 50 años de relaciones China-EE. UU., así como de los conflictos entre grandes países a lo largo de la historia.
Para China y EE. UU., darse la espalda no es una opción, alertó Xi, añadiendo que no es realista que una parte reconfigure a la otra, mientras que el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes.
Desde el establecimiento de sus lazos diplomáticos, "tenemos muchos más vínculos entre los dos países y nuestra relación ha crecido en amplitud y profundidad. Se ha enriquecido", expresó Jim Herlihy, fundador y productor ejecutivo del podcast The San Francisco Experience.
"Pero también necesitamos cultivarlos y alimentarlos (los lazos). Como todas las buenas relaciones, necesitar trabajar en (esta) relación", aconsejó.
En la cumbre, Xi pidió a ambas partes que desarrollen conjuntamente una percepción correcta y sean socios que se respeten mutuamente y coexistan en paz, gestionen sus desacuerdos eficazmente, avancen una cooperación mutuamente beneficiosa en común, asuman responsabilidades de manera conjunta como grandes países para solucionar los problemas que afronta la humanidad y promuevan juntos los intercambios entre las personas.
"Los cinco pilares que el presidente Xi ha expuesto deberían apuntalar las relaciones EE. UU.-China", pidió Tom Watkins, exasesor del Centro de Innovación Michigan-China.
"Estos principios, o pilares, son un fundamento sólido sobre el cual China y EE. UU. deberían ser capaces de construir un gran futuro para el pueblo de China, Estados Unidos y toda la humanidad", añadió Watkins.
"Es imperativo para EE. UU. y China trascender sus diferencias y abordar las grandes cuestiones globales", agregó.